Windows 10 es definitivamente el mejor SO para juegos

En aquel evento donde Microsoft presentó en sociedad su espectacular Surface Studio, la cual terminó por acaparar todas las miradas, también se dio a conocer la próxima actualización de Windows 10, la cual bautizaron como Creators Update. Esta actualización no solo incluirá funcionalidades 3D muy interesantes, como las que integra el nuevo Paint, sino también lo que se conoce como «Game Mode» o «modo juego», algo acerca de lo cual han empezado a contarnos más desde Redmond debido a que pronto empezará a estar disponible, aunque no para todo el mundo.

Concretamente, según han dicho desde Microsoft el sábado 14 de enero, el modo juego empezará a estar disponible para los miembros de la comunidad Windows Insider a partir de «esta semana», lo cual hace suponer que dicha comunidad podrá acceder a este modo en vista previa en algún momento de la semana que comenzó el 16 de enero. Esto significa que los usuarios podrán encontrar elementos visuales del «Game Mode» en sus equipos, pero el modo no estará completamente operativo por ahora, algo que se irá dando de manera paulatina con las siguientes builds.

Además de dar a conocer esta disponibilidad para su comunidad de usuarios, Microsoft también ha dado a conocer algunos detalles más acerca del modo en cuestión. Lo que hará el «Game Mode» será ajustar la configuración del PC para conseguir acelerar el rendimiento de los juegos. Al hacerlo, no solamente permitirá mejorar la experiencia de los títulos más modernos UWP (Plataforma universal de Windows) sino también de los Win32 desarrollados anteriormente.

Junto a esta información, acerca de la cual Microsoft promete más adelante explicarse un poco mejor en cuanto a su funcionamiento, también se han entrado en más detalles acerca de otras mejoras que ya eran conocidas y que llegarán a la Xbox One y a Windows 10 durante los próximos meses. En ambas plataformas, el servicio Beam para transmisión en vivo será la pieza central, brindando una forma muy sencilla de compartir por vídeo lo que se esté jugando en ese momento. En la Xbox One habrá una guía mejorada, que estará siempre disponible y se incluirán accesos que permitirán realizar la grabación de juegos con más rapidez. También habrá nuevos controles de música, superposición de seguimiento de logros, Cortana tendrá una nueva apariencia para Cortana y se podrá acceder a un tablero de clasificaciones de Gamerscore.

La actualización de Xbox Live también se aplicará tanto a la consola como al sistema operativo. En ella, se incluirán mejoras para contactar con otros amigos en las redes sociales, un feed de actividad más amigable, mejores herramientas para los Clubs y la opción de comenzar nuestros propios torneos en juegos como Killer Instinct y World of Tanks.

Ganándose el título a pulso

En PC, Windows les sacaba bastante ventaja a sus competidores, MacOS y Linux, en el terreno de los videojuegos, siendo considerada en muchos casos como la única opción real a la hora de jugar en el escritorio. Un Microsoft de otro tiempo se hubiese acomodado en este estado de cosas y hubiese apostado por que todo se quedase así incorporando las mínimas funcionalidades necesarias para lograrlo. Pero este Microsoft ya no es el de entonces. Este es uno nuevo.

Estamos ante un Microsoft que parece estar apostando por hacer bien las cosas en lugar de recrearse en su dominio del mercado y dormirse en los laureles. Si bien no es descartable que le viera las orejas al lobo al aparecer SteamOS y que esa haya sido la razón de ponerse las pilas, lo cierto es que Valve todavía está lejos de plantarle cara en serio, por muy potentes que hayan sido sus intentos. No, no estamos ante medidas que simplemente apunten a combatir a la competencia, sino ante un cambio en el modo de operar de un gigante que parecía enquilosado y que ahora está apostando fuerte con innovaciones atractivas y mejoras enfocadas a satisfacer las necesidades de sus usuarios.

Gracias precisamente a estas innovaciones y mejoras, Microsoft está consiguiendo algo que era impensable para muchos tan solo hace unos años: convertir a Windows, en su versión 10, en el mejor sistema operativo para juegos por méritos propios, en lugar de serlo tan solo porque sus oponentes se han quedado atrás o no tienen recursos suficientes como para enfrentarlos.