Tener dificultades para conciliar el sueño puede traernos problemas de salud y afectar a nuestras habilidades cognitivas. Por eso, se suele recomendar que cuando nos encontremos en una situación así, tratemos de solucionarla cuanto antes. Ahora bien, ¿qué haces si eres un astronauta y estás en el espacio?

Como todo en un viaje espacial, el sueño es algo que también se tiene en cuenta. Para propiciarlo y que los astronautas no se encuentren en un estado que les podría costar la vida al llevarlos a cometer errores, se tienen bajo control una serie de factores que permitan, en este caso a la tripulación de la Estación Espacial Internacional, dormir plácidamente. Y en el caso de no lo consigan, también cuentan con algunas medidas de las que echar mano. Acompáñanos para conocer cuales son unos y otras.

Educación y entrenamiento

Aprender a dormir puede sonar como algo un poco tonto, pero conocer los factores que afectan la calidad del sueño es importante para promover comportamientos saludables y generar condiciones ambientales que contribuyan a él. Algunos de estos factores positivos son ejercitarse apropiadamente, evitar pantallas retroiluminadas por la noche y una dieta balanceada. Todas estas cosas son tenidas en cuenta por los astronautas porque ayudan a mantener una agenda de sueño, por decirlo así, que sea saludable.

Mantener dicha agenda de sueño sincronizada con el ritmo circadiano de nuestro cuerpo es la mejor forma de prevenir el insomnio y la fatiga. En la Tierra es fácil de hacer ya que aquí el cuerpo está aclimatado de forma natural a un día de 24 horas, pero en el espacio es diferente. Allí, amanece y anochece (es una forma de hablar) entre 15 y 16 veces cada día, así que la cosa se complica. Los astronautas tienen que entrenar tanto mente com ocuerpo para mantener un ritmo circadiano de 24 horas para asegurarse un rendimiento mental óptimo y una buena calidad de sueño. Tienen agendas que incluyen horas para dormir y para despertar, instrucciones de iluminación, dieta, ejercicio y otra información que les ayuda a dormir en condiciones.

Ambiente controlado

Se ha hecho un esfuerzo para proveer a la tripulación de la estación espacial con un ambiente que propicie tiempos de sueño saludables y sin interrupciones. Los astronautas cuentan con cuartos privados para dormir para minimizar la probabilidad de que el resto de la tripulación los despierten, algo que puede ocurrir con facilidad de otra manera ya que cada miembro puede tener un horario para dormir diferente. Los otros factores que afectan al sueño de los tripulantes y que se han tratado de controlar son la temperatura, la iluminación, el flujo de aire, el ruido, el dióxido de carbono y las restricciones especiales que se utilizan para evitar que floten cuando están durmiendo en gravedad cero.

Iluminación eficiente

Como hemos dicho, los miembros de la tripulación de la estación espacial Internacional ven amanecer unas 16 veces al día debido a que la estación orbita la Tierra cada 92 minutos. Esto puede causar un verdadero caos en su ritmo circadiano y para evitarlo se hace uso de iluminación artificial. En la actualidad, se está en un proceso de mejora de este sistema de iluminación pasando del actual, denominado General Luminaire Assemblies (GLAs) a otro conocido como Solid State Light Assemblies (SSLA). Según informó el personal de la NASA en un comunicado, estas nuevas luces permiten ajustar el brillo y el espectro de color para «promover el estado de alerta y el restablecimiento circadiano».

En caso de problemas, recurrir a terapia

En el caso de tener problemas, los astronautas pueden recurrir a los servicios del grupo de salud del comportamiento y desempeño (Behavioral Health and Performance Group) de la NASA en el centro espacial Johnson por medio de una llamada telefónica. Este grupo les da apoyo tanto antes como durante y después de la travesía. La manera de lidiar con los problemas de sueño es a través de terapia de comportamiento cognitivo del sueño (Sleep Cognitive Behavioral Therapy), la cual ayuda a despejar la mente del paciente para evitar esos pensamientos que suelen asaltar la mente a la hora de dormir y que a menudo impiden que el cerebro se coloque en modo sueño, por decirlo así. También puede ayudar a los miembros de la tripulación a aprender a relajarse, inculcando rutinas que promueven un sueño saludable.

¿Aún sin dormir? Complementar con sustancias sin receta

Como ayuda para irse a la cama, los astronautas también pueden tomar melatonina, un suplemento que ayuda a regular el sueño. Se trata de una hormona producida de manera natural por nuestro cuerpo y que es un recurso que suele utilizarse también en la Tierra. Y por si te preguntas por el efecto contrario, sí, los miembros de la tripulación tienen productos con cafeína en la Estación Espacial Internacional para cuando necesiten reactivarse rápidamente con energía.

¿No se puede pegar ojo? Pues a usar fármacos

Si la cosa ya se pone difícil, los astronautas pueden recurrir a fármacos para poder dormir. En la Estación Espacial cuentan con varios tipos como los sedantes Zolpidem y Zalpelon (que en la Tierra se venden solo bajo receta médica), y el antihistamínico de venta libre Benadryl. Eso sí, estos medicamentos han sido probados por cada tripulante en tierra para comprobar que son seguros y cuál es su respuesta fisiológica individual a ellos.