Como hemos visto en algunas de las entrevistas que hemos realizado anteriormente, las áreas en las que los emprendedores ecuatorianos están implementando tecnología innovadora es muy variada: desde pagos por celular hasta realidad aumentada. Y como vamos a comprobar a continuación con la propuesta que traemos esta vez, la lista ahora hay que ampliarla para que incluya algo muy importante para el ser humano: su salud.
Incorazón es una empresa nacional que, como veremos más abajo, ofrece unos servicios muy particulares: de telemedicina cardiológica. Para conocer más acerca de ella, sus actividades y su desempeño, hemos conversado con su responsable, Alexandre Falconí, que tuvo la amabilidad de responder a nuestras preguntas para así conocer más a fondo una propuesta que tiene el potencial de incidir sobre la salud de millones de habitantes de nuestro país.
Qué es Incorazón
Como otros productos que hemos visto por aquí, Kudert por ejemplo, Incorazón es una empresa B2B; es decir, que su producto, aunque tiene un usuario final que se beneficia de él, en realidad dirige su comercialización a profesionales e instituciones de salud.
Lo que ofrece Incorazón es una plataforma tecnológica, en el más amplio sentido de la palabra, que brinda servicios de telemedicina. Como nos explica Alexandre, la telemedicina es, en una definición bastante sencilla, «la prestación de servicios médicos a distancia apalancados en tecnología y en plataformas de comunicación».
Concretamente, los servicios que ofrecen son cardiológicos: «Lo que hacemos es enviar equipos de diagnóstico a instituciones médicas, especialistas, empresas de ambulancias… es decir, quien tiene contacto con el paciente. No necesariamente tienen que ser cardiólogos. Nosotros les damos la capacitación sobre como optimizar los equipos y capturar los exámenes. Por Internet nos llegan por tiempo real esos diagnósticos de la información que los equipos capturaron y tenemos una central con cardiólogos que interpretan también en tiempo real esa información. En el caso de existir alguna complicación o anomalía, se contactan con el cliente, que fue quien hizo la captura del examen».
El electrocardiograma es el primero de los equipos que están poniendo a disposición de la población: «es un equipo que lo único que hace es una prueba que evalúa el ritmo y la función cardiaca a través del registro de la actividad eléctrica del corazón». Los equipos que proveen Incorazón transmiten la información registrada por el electrocardiógrafo por Bluetooth a un dispositivo móvil (como una tablet o un celular inteligente) o una computadora de ahí se transmiten al equipo de cardiólogos, los cuales los evalúan y remiten un resultado también por vía electrónica.
Esto permite que, por ejemplo, un médico general realice el electrocardiograma y que el paciente, en función del acuerdo al que haya llegado el médico o la institución con Incorazón, reciba en un corto periodo de tiempo, generalmente en torno a las cuatro o cinco horas, los resultados interpretados por un cardiólogo.
Y es que precisamente es en la interpretación donde suele encontrarse el cuello de botella en el proceso de un examen cardiológico. Alexandre nos explica que «Es un examen bastante sencillo pero tiene un agravante: solo los cardiólogos son los autorizados, los especialistas aptos para interpretar esos resultados». Esto hace que la entrega de los resultados finales se demore más usando el método convencional, algo que puede resultar crítico en condiciones cardiológicas graves.
En ciudades grandes, esto puede no parecer un problema, más que nada porque existen una mayor cantidad de sitios donde realizarse un electrocardiograma y una mayor cantidad de cardiólogos que interpreten los resultados. Pero es en sitios alejados de los principales núcleos de población donde la propuesta de Incorazón resulta más interesante, pues los habitantes de poblaciones pequeñas suelen tener que desplazarse a las más grandes para poder hacerse los exámenes.
«En la mayoría de zonas rurales, digamos que Cotopaxi, antes tenían que venir a Quito: tenían que coger su carro o el bus, venir a la ciudad, ir a un hospital, tomarse el electrocardiograma, esperar probablemente hasta el día siguiente o dos días después para que el cardiólogo les informe, ir a retirarlo nuevamente y volver a su ciudad». Ahora, con Incorazón toda esta logística se puede reducir dentro del área local.
Ofreciendo capacidad de respuesta emergente
Cuando se contratan los servicios de Incorazón, el cliente recibe todo el sistema configurado. Lo primero que hace la empresa es entender la necesidad del cliente y conocer sus instalaciones. Después, viene el momento de la implementación.
Aunque Incorazón brinda varias opciones, también ofrece una solución integral en la que no solo se provee el software necesario, sino también los dispositivos para comunicarse, sea una computadora o un celular. Todo depende de cada caso particular.
Es importante resaltar que dentro de esta solución integral, el teléfono que se provee está conectado a la propia red médica de Incorazón. Así, se puede garantizar que la entrega de datos y la comunicación se realice de manera independiente al estado de la línea o del equipo de quien realiza el electrocardiograma. La razón de esto no es solo brindar un servicio estable, sino poder ofrecer respuesta a casos de emergencia, lo cual es uno de los valores diferenciadores de la empresa.
Si bien el tiempo para la entrega de los resultados se basa, como hemos dicho, en el plan acordado con el cliente, independientemente de eso Incorazón realiza un análisis previo que permite identificar los casos que necesitan una atención emergente. De esta forma, se cuenta con una capacidad de respuesta de menos 10 minutos para urgencias.
Alexandre nos lo explica con más detalle: «Cuando nos llega a nosotros el electrocardiograma, primero validamos que está bien tomado y segundo detectamos si hay una condición de emergencia para, en menos de 10 minutos, informar al cliente. Si vas a un centro de salud que tiene nuestros equipos, te tomas un electrocardiograma y estás sufriendo un infarto, no vas a volver a las 4 horas. Y una de las cosas que pueden ocurrir es que fallezcas. Así nosotros respondemos en menos de 10 minutos. Si no, el electrocardiograma entra en el ciclo normal de tres, cuatro, cinco o seis horas, o lo que el cliente haya pactado. Pero esos 10 minutos son para la respuesta emergente».
Un sistema potente
A pesar de que los equipos de Incorazón están pensados para funcionar en cualquier parte, es en zonas alejadas o incluso remotas donde demuestran toda su potencia.
El sistema que utilizan esta diseñado para funcionar incluso en zonas donde no hay Internet, pues la transmisión de la información hasta la central de Incorazón puede hacerse hasta vía acústica. Esto quiere decir que basta conque haya un teléfono fijo.
Alexandre nos explica con más detalle cómo funciona este procedimiento, aunque nos aclara que estamos hablando un caso muy extremo: «Si un usuario no tiene acceso a internet o el plan de datos de su teléfono móvil no funciona, con un teléfono normal, con una línea convencional, también nos puede transmitir la información. Hace la captura y aplastando un botón, pone el dispositivo cerca del audífono del teléfono y nos llega el electrocardiograma».
Pero a pesar de lo extremo del caso, ser capaz de brindar una solución en estas condiciones refleja la potencia que alberga este sistema de telemedicina.
Un gran potencial para la salud nacional
Aunque el servicio que ofrece Incorazón se puede considerar como único en el país, esto hace difícil evaluar cuál es su potencial a nivel sanitario. Pero mirando a nuestros vecinos es posible hacerse una idea del impacto que puede tener una empresa de estas características en la salud de los ecuatorianos en temas cardiovasculares: «En Chile, por ejemplo, que es el mercado que lidera este tema en América latina, lograron reducir los índices de mortalidad por enfermedades cardiovasculares en dos puntos porcentuales: estaba sobre el 11% o 13% y bajaron casi al 10% los índices de mortalidad. Es un impacto muy importante, pues da a acceso a prevención y detección a una gran parte de la población que antes no lo tenía».
Alexandre se extiende más hablando acerca del caso chileno debido a que es más próximo a nuestra realidad y resulta ejemplificador: «Hay empresas que hacen más de 110 mil exámenes diagnósticos al mes. Y cuando fui a conocer las instalaciones es un espacio bien pequeño, con pocos especialistas centralizados que realizan 110 mil exámenes mensuales, lo cual en Ecuador es inalcanzable. Claro, que ellos van muchos años con la plataforma funcionando y han conseguido hacer un trabajo de difusión muy importante para que todos los involucrados conozcan de la solución y pasen a utilizarla. Pero los beneficios han sido enormes: han cambiado la realidad de la población y han logrado reducir las muertes por infartos de corazón».
Nacidos para cambiar la realidad
Incorazón nace de la observación por parte de Alexandre del entorno médico. Nos cuenta que, aunque no es cardiólogo sino economista, está vinculado al ámbito cardiológico desde hace aproximadamente 6 años en la prestación de servicios y en la provisión de equipos e insumos especializados para el tratamiento de ciertas patologías cardiológicas.
Gracias a esta conexión, pudo conocer el medio e identificar varias de sus deficiencias, como la falta de especialistas aptos para hacer los diagnósticos cardiológicos, los problemas logísticos que impiden el traslado fácil del paciente de una zona rural a centros urbanos y la falta de dispositivos médicos, que agrava la parte de la detección.
Esto, unido a las oportunidades que su negocio le ofreció de conocer tecnologías nuevas en otros países que permiten conectar al paciente con los especialistas, junto con los inquietantes datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud, le impulsó a lanzarse a esta iniciativa:
«La OMS prevé que para 2030 más de 23 millones de personas van a fallecer de alguna enfermedad cardiológica, siendo que el 80% de esa cifra ocurrirá en países de bajos recursos, lo cual es nuestra realidad. Si no cambiamos esa realidad apalancándonos en la tecnología para poder difundir la prestación de servicios de salud, esas cifras no se van a reducir y tienen la tendencia de aumentar. Entonces tomé la decisión de tratar de cambiar esa realidad y vi unos ejemplos de lo que se está haciendo en países de América latina y de Europa, en donde realmente han logrado bajar esas cifras con la misma tecnología que nosotros estamos trayendo al país».
Incorazón se puso en marcha hace poco más de dos años y actualmente se encuentran en la etapa de difusión e implementación: «Estamos capacitando instituciones que ya lo están utilizando, instituciones de salud, empresas de medicina prepagada, servicios de ambulancia, especialistas médicos en sus consultorios…». Ese periodo anterior se empleó en buscar al proveedor y la solución tecnológica adecuada (la cual fue finalmente una plataforma tecnológica de Israel), adaptarla a la realidad nacional, contar con los especialistas, crear la central y, también, realizar pruebas de campo con los dispositivos y las comunicaciones: «tuvimos experiencias muy interesantes. Con las fuerzas armadas hicimos pruebas en la frontera, en lugares con condiciones muy extremas, para ver si los equipos respondían a la necesidad, y el resultado fue satisfactorio».
Alexandre ha sido quien ha liderado todo el proyecto, pero como es evidente, cuenta con un equipo de trabajo especializado en este tema. En este equipo, además de los especialistas médicos que se integraron, también figura personal técnico y comercial.
Planes que se adaptan a las necesidades del cliente
El modelo de negocio de Incorazón se basa en los contratos que realizan con las instituciones para que recurran a sus servicios: «estamos vinculando una empresa de servicios médicos a una empresa de tecnología y damos la solución integral».
Esa solución integral que menciona Alexandre se adapta a las necesidades de la institución: «Las hay que tienen capacidad resolutiva. Entonces solo nos contratan para la detección y ellos mismos se encargan del tratamiento. Pero esas son las excepciones. La realidad es que la mayoría de instituciones no tienen la capacidad resolutiva, porque estamos en provincias, en lugar más remotos. Es ahí donde nosotros estamos creando un modelo diferenciado: detectamos, trasladamos al paciente y lo intervenimos».
Pero recordemos que, aunque las instituciones son los principales clientes, cualquier profesional relacionado con el área de la salud puede contar con sus servicios: «Identificamos quién es la persona que tiene la demanda por el electrocardiograma, comercialmente vemos cual es la modalidad con ellos y nosotros les damos la solución».
Los convenios a los que se llegan determinan en parte su costo en los tiempos que se pactan para la entrega de los resultados. Dentro de la cartera de clientes con que cuentan hasta el momento, el tiempo promedio que se contrata es de 4 horas, el cual nos dice Alexandre que es «suficiente» en la mayoría de los casos.
Aunque la propuesta de Incorazón consigue una reducción de costos de hasta un 60% respecto a la manera convencional, el beneficio que obtiene una institución no es solo de carácter económico, sino también práctico, pues se incrementa su capacidad productiva: «El paciente se tiene que sujetar a las condiciones de la institución. Si lo que le estamos dando a la institución es agilidad, la institución no tiene por qué decirle que vuelva al día siguiente. Es justamente la bondad que estamos transmitiendo: hay un ahorro de tiempo considerable en nuestra prestación y la idea es que la institución traslade ese beneficio al usuario final también». Para reforzar la importancia de este aspecto, Alexandre nos pone un ejemplo real: «Tuvimos una entidad sin fines de lucro que nos pidió ayuda para atender a unos pacientes. En pocas horas, nosotros atendimos a 150 pacientes, que es más de lo que una institución de salud logra atender en un mes».
El futuro está en los datos
Como en toda empresa de base tecnológica, uno de los activos más importantes con que se cuenta son los datos que se obtienen. En el caso de Incorazón, se tratan de datos muy valiosos en muchos sentidos, no solo en lo económico. Por ahora, respecto al tratamiento de toda esa información se encuentran en una etapa temprana, aunque sí figura entre sus planes desarrollar herramientas para trabajar en relación a las estadísticas que vayan reuniendo. Por ahora, las que tienen son internas, desde el punto de vista médico.
Como nos reconoce Alexandre, a largo plazo el beneficio del negocio está también en los datos que van a obtener: «En el momento en que tengamos masa crítica, de diferentes puntos del país, de condiciones geográficas diferentes, que es otra bondad que nos ofrece el Ecuador, vamos a comenzar a analizar esa información y a hacer publicaciones al respecto. Porque la información va a ser muy valiosa, inclusive para las empresas farmacéuticas, pues la reacción del electrocardiograma permite medir la eficacia de un medicamento en cada paciente».
El reto: romper la barrera que tienen la gente frente a la tecnología
Actualmente, Incorazón se encuentra en 30 puntos de atención repartidos por todo el país. Aunque estos se encuentran más concentrados en Pichincha, también están en Manta, Cuenca, Loja y Santo Domingo. Tras estos sitios, se expandirán por todo el resto del país. Hasta el momento, ya han realizado más de 2 mil electrocardiogramas.
En cuanto al objetivo como empresa, Alexandre lo tiene muy claro y lo enuncia con rotundidad: «Ser la mayor red cardiológica a nivel nacional. Y eso implica tener la mayor cantidad de puntos con nuestros equipos». Para conseguirlo, y aun considerando que no hay límite para el número de puntos de atención que se podrían alcanzar, estiman que en el país deberían tener «unos mil lugares o instituciones con nuestros equipos».
Según nos explica Alexandre, «no conozco otra empresa que preste este tipo de servicio en el país». Al ser pioneros, eso implica una serie de ventajas pero también obliga a enfrentar una serie de desafíos que acompañan a esa condición.
El principal reto para conseguir esto se encuentra en darse a conocer: «Tenemos trabajar en difundir el servicio porque la gente no lo conoce, ni siquiera los mismos médicos conocen que hay esta plataforma. Entonces, ¿cuáles son nuestros clientes potenciales? hospitales, clínicas, policlínicos, subcentros, farmacias, empresas de ambulancia, empresas de medicina prepagada, casas farmacéuticas… cualquier actor que tenga relación con el tema de salud es un cliente potencial».
Pero hay otro reto que suele ser común en el entorno tecnológico de Ecuador, que es el de romper la resistencia a la actualización: «La gente está acostumbrada a imprimir los exámenes en papel, a sacar fotos y mandar al médico o a llevarse el equipo cargado por un mensajero. Incorazón viene a romper toda esta logística».
La manera de traspasar esa barrera es la única que existe: dando cuanta más información mejor «mediante pruebas, simulaciones, casos reales que hacemos para que el usuario viva la experiencia que nuestro sistema trae. Además es un tema de costos. Nuestro producto permite dar el mismo servicio en un menor tiempo y a un menor costo. Entonces con eso podemos atacar dos aspectos muy importantes que es el lado médico, donde nosotros les probamos que la tecnología funciona y funciona igual o superior a los equipos antiguos porque esto es tecnología de punta, y el otro ámbito que es el financiero que a las instituciones les interesa reducir costos, ser más eficientes, dar el servicio de forma más rápida».
Incrementando la capacidad de atención
Una tónica que suele observarse al introducir tecnología en cualquier área es que hay profesionales que se sienten desplazados y que sienten su modelo de negocio amenazado. En el caso de Incorazón, también sucede esto: Alexandre nos cuenta que «sí hemos encontrado especialistas, principalmente cardiólogos, que bloquean el sistema porque tienen la falsa idea de que les vamos a quitar su mercado».
De nuevo, la manera de luchar contra eso es la información y, sobre todo, intentar cambiar la perspectiva del profesional convenciéndole de que «No estamos quitándole mercado. Estamos aumentado su mercado, porque nosotros vamos a tener la capacidad de atender a mucha más gente de lo que ellos pueden y con eso les vamos a generar muchos más clientes. Pero sí hay el temor de desplazar. Humanamente, si sumamos todos los cardiólogos del país, no tienen la capacidad que nosotros tenemos de respuesta con nuestros equipos».
Lo que buscan desde Incorazón es ayudar a que los cardiólogos «se ocupen de cosas que generan más valor y que utilicen nuestros servicios para que nosotros nos encarguemos de lo que les quita tiempo para utilizar su especialidad. Me explico: un cardiólogo es más eficiente operando a un paciente que haciendo la lectura de un electrocardiograma. Entonces no nos tendrían que ver a nosotros como una barrera y que los estamos desplazando, sino que les estamos dando herramientas para facilitar su trabajo».
Un proyecto en evolución
Además de extenderse por todo Ecuador, Incorazón tiene planes de expandirse también a otros países, aunque Alexandre no entra en detalles sobre ello. Todo lo que nos dice es que vienen trabajando desde hace un tiempo para aplicar la misma tecnología en un país de centroamérica que no nos especifica.
En lo que se refiere a funcionalidades pensadas para el paciente, que no para el personal médico, entre sus planes se encuentra implementar y difundir lo que han denominado como «zonas cardioprotegidas»; es decir, aquellos puntos donde se encuentren usando su tecnología: «Estamos viendo la posibilidad de que los clientes nos autoricen cargar en nuestra página web los puntos en donde estemos. A muchos clientes no les interesa que destaquemos su nombre, pero estamos en ese proceso de negociación».
El siguiente paso es la creación de una aplicación propia que permita conocer dónde se encuentran esas zonas e incluso accionar un botón de pánico para que se contacte con la central de Incorazón. Por el momento, el desarrollo se encuentra en un estado muy temprano porque están investigando para seleccionar la mejor plataforma para ello en base a los resultados obtenidos por empresas similares en la región.
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Desde Tekzup, queremos felicitar a Incorazón por su interesante iniciativa, la cual puede ayudar a que se salven muchas vidas en nuestro país, especialmente en las zonas más apartadas. Puedes conocer más acerca de la empresa y su proyecto en su sitio web y también en Facebook y Twitter.