El hackeo de cuentas de Twitter a través de servicios de terceros no es ninguna novedad. El último caso de gran repercusión que ocurrió recientemente, en el que se dedicaron a publicar mensajes nazis desde cuentas muy conocidas, es uno más de los que suceden con cierta frecuencia y que se deben a fallos de seguridad en servicios de terceros.

Y aunque en esos casos no es mucho lo que podemos hacer, salvo desconectar el servicio en cuanto tenemos noticia de que ha sido vulnerado, no está por de más repasar una serie de consejos básicos que sirven para evitar que cualquier atacante se haga con nuestra cuenta de Twitter o, por lo menos, ponérselo lo suficientemente difícil como para que desista en su intento.

Revisa las aplicaciones y servicios a los que has dado permisos de acceso

Lo decíamos al hablar del último caso ocurrido con Twitter Counter: es imprescindible revisar periódicamente la configuración de nuestra cuenta para eliminar aquellos servicios o aplicaciones a las que les dimos acceso en su día pero que ahora o no usamos o incluso han dejado de funcionar.

Para hacer esto, puedes seguir este enlace que te lleva directamente a la sección correspondiente. O si no, puedes ir al menú de Twitter, entrar a «Configuración y privacidad» y luego ir a la sección «Aplicaciones» que se encuentra en la barra lateral izquierda.

Si llevas mucho tiempo en Twitter, posiblemente hayas acumulado muchas, especialmente durante los primeros años. El mejor criterio a seguir es que si no recuerdas por qué diste permisos a una aplicación, revócale el acceso a tu cuenta; y en segundo lugar, si dudas acerca de si tiene utilidad para ti actualmente, también revócaselo. Recuerda que «una cadena es tan fuerte como el eslabón más débil» y en el caso de Twitter y otras redes sociales, ese eslabón suele ser un servicio de terceros.

Usa una contraseña fuerte y única

Este es un consejo aplicable para cualquier servicio, pero en el caso de Twitter con más razón es necesario seguirlo, pues aquí puede ponerse en juego nuestra identidad pública. Las contraseñas más fuertes son aquellas mezclan números, signos, letras y mayúsculas y minúsculas; pero sobre todo, son largas. Cuanto más larga una contraseña, más segura.

Y debe ser única. No tienes que usarla en ningún otro sitio. Si lo haces, piensa que si uno de esos otros sitios es hackeado, entonces se quedarán expuestas el resto de cuentas en otros sitios donde hayas usado esa misma contraseña.

Usa la verificación de inicio de sesión

La verificación de inicio de sesión es procedimiento de seguridad en dos pasos que refuerza la protección de tu cuenta. Incluso si alguien se hace con tus credenciales, para que pueda acceder será necesario introducir un código que será enviado a tu teléfono, con lo que la información no le servirá de nada. En la sección de ayuda de Twitter tienes más información acerca de este sistema.

Presta atención a las alertas por correo

Si activas la verificación de inicio de sesión, recibirás un correo cuando alguien entre a tu cuenta desde un nuevo dispositivo (una computadora, un celular, etc.) o cuando el correo asociado a la cuenta haya sido cambiado. Esto te permitirá estar al tanto de que ha sucedido algo irregular y tomar las medidas necesarias.

No confíes en los enlaces de desconocidos

Una de las maneras más comunes de comprometer cuentas es por medio del envío, en muchas ocasiones por correo electrónico, de un enlace que lleva a una página falsa diseñada de tal manera que parece ser lo que se supone que es. Es lo que se conoce como phishing, y algunos procedimientos son tan elaborados que incluso llegan a engañar a los más expertos. Como regla de oro para evitar caer en estos engaños, lo mejor es visitar Twitter en la web siempre desde nuestros propios enlaces guardados en favoritos o escribiendo la URL.