«Calma chicha» es una expresión que suele utilizarse para referirse a la quietud del aire, especialmente en el mar. Y con ella también podríamos describir el panorama del entorno móvil en lo que se refiere a equipos. No estoy diciendo que no haya buenos y grandes terminales (sobre todo eso: grandes), sino que estamos viviendo un periodo en el que las novedades impactantes han quedado atrás.

Desde hace unos años, las cosas en el terreno celular se han vuelto menos espectaculares. Si antes un cambio de versión significada la aparición de novedades relevantes, ahora lo que tenemos son mejoras sobre lo que se ofreció el año anterior, pero poco más.

Los fabricantes han entrado en una carrera por ofrecer «lo más de lo más» y no pueden pisar el freno, pues hacerlo significaría ser desplazados en los medios de comunicación y quedar opacados por la competencia, que siempre tendrá algo que ofrecer aunque sea insignificante. Y es algo a tener en cuenta.

¿Esto es bueno o es malo? Creo que simplemente es. En la actualidad, no se puede innovar al mismo ritmo en que se hizo en años anteriores, cuando abandonar el modelo que se había comprado meses atrás estaba justificado por todo lo que traía el nuevo (quienes pudiesen, claro). Ahora, los grandes saltos vienen más espaciados, por mucho que se empeñen las compañías en vender los nuevos añadidos a sus equipos como la última revolución.

¿Comprar el S9 o no? Como siempre, depende

He dicho todo lo anterior para conextualizar la época en la que nos encontramos. Ya no vivimos el frenesí de tiempos atrás y estamos entrando en lo que los analistas de Apple han denominado como «Superciclos»: grandes masas de usuarios que no renuevan sus teléfonos hasta que no han pasado dos o tres versiones de aquella que tienen. Y esto simplemente porque no encuentran que el gasto que hay que hacer esté justificado.

En teléfonos Android, el tema de los superciclos también se aplica. No se habla tanto como en el caso de Apple debido a la gran cantidad de marcas y la poca fidelidad que tienen los usuarios en general. Pero si hay una que destaca en fidelización es Samsung, que ha conseguido acaparar una gran parte del mercado de celulares.

Sin embargo, es posible que más de un usuario fiel se esté preguntando si vale la pena adquirir la nueva versión de los Galaxy S, los S9 y S9 Plus. Al fin y al cabo, las impresiones que circulan por ahí no hablan de un teléfono espectacular, de esos que cambian vidas y el rumbo del mundillo, sino de un terminal acorde con lo que se espera de su gama y su fabricante.

Por tanto, a la hora de decidir la compra, habrá que tener en cuenta el teléfono de que dispongamos en este momento. Si disponemos de un gama media y queremos dar el salto a la gama alta, la propuesta de Samsung cumple más que bien para ser una de las opciones relevantes del mercado. Su equipo es competente y se mira cara a cara con lo que ya hay en las tiendas, superándolo en algunos aspectos. Si además somos fieles a los coreanos, no hay duda posible: el Galaxy S9 o el S9 Plus es una apuesta fiable y nos dará lo que le pedimos.

Si estamos en un gama alta de hace unos años, nos encontramos ya dentro de un «superciclo» particular. Es momento de actualizar pero, claro, dado el frenético ritmo al que nos tiene acostumbrados la tecnología, dudamos de si dar el salto o esperar un año más. Tomando en cuenta lo que decimos al principio acerca del estado de la industria, realmente no vamos a ganar tanto esperando a la próxima versión. Dejando a un lado las sorpresas, que podrían darse porque por algo son sorpresas, entre un S9 y un hipotético S10 es muy posible que no haya grandes diferencias. Por tanto, no es mal momento para actualizarse.

Ahora bien, si lo que tenemos es un gama alta del año pasado, Samsung o no, apostar por el S9 no parece estar tan justificado. Si eres de los que necesitan una cámara de lo mejor del mercado, entonces el S9 Plus sí está justificado para ti, incluso si vienes de un S8 Plus. Pero si no, lo cierto es que no parece que vayas a ganar mucho reemplazando tu terminal.

En este caso, mejor esperar al año próximo para renovar (ese hipotético S10) o, por lo menos, esperar a lo que venga con el Galaxy Note 9, siempre y cuando estés dispuesto a dar el salto a la gama más alta de Samsung, que esa es otra. Y eso sin hablar de la competencia que vendrá en lo que queda de año, que es mucho. Pero dado como están las cosas, lo cierto es que lo más aconsejable sería que esperes por lo menos hasta el 2019. Las inversiones en teléfonos son ahora de tan alto precio que hay que pensárselo un poco antes de hacerlas.