¿Qué significa que Microsoft haya comprado GitHub?

Aunque el rumor venía circulando desde hacía días, y se intensifico especialmente durante el fin de semana, el lunes 4 de junio Microsoft anunció que había comprado GitHub, el tan conocido servicio de colaboración e intercambio de código basado en el software de control de versiones Git.

A nivel de publicidad, el anuncio fue realizado de forma estratégica, apareciendo en el día del inicio de la WWDC de Apple y consiguiendo arrebatarles los principales titulares a los de Tim Cook en un día donde se esperaba que todos los ojos tuviesen forma de manzana. Desde luego, un movimiento muy atrevido y que les salió muy bien.

Algunos datos de la compra

  • La adquisición se ha hecho a cambio de $ 7.500 millones en acciones de Microsoft.
  • GitHub estaba valorada en $ 2 mil millones en 2015.
  • El nuevo CEO de GitHub es Nat Friedman, ex CEO de Xamarin y vicepresidente corporativo de Microsoft.
  • Chris Wanstrath, cofundador de GitHub y CEO anterior, ahora será miembro técnico de Microsoft y trabajará en iniciativas estratégicas de software.
  • En marzo de este año, GitHub afirmaba que su comunidad estaba formada por 28 millones de desarrolladores y contaba con 85 millones de repositorios de código. Esto convertía al servicio en el mayor host de código fuente a nivel mundial.
  • La principal fuente de ingresos de GitHub eran las cuentas de pago, que entre otras cosas permiten la creación de repositorios privados y otras características pensadas para empresas. Sus precios iban desde $ 7 hasta $ 21 mensuales por usuario. Los proyectos públicos y de código abierto podían usar el servicio gratuitamente. Aunque no se ha especificado nada, es previsible que esto no vaya a cambiar.

Developers, developers, developers…

Microsoft adoptó Git hace mucho tiempo, usándolo en su actual Visual Studio Team Service, que anteriormente (y quizá todavía) competía con el servicio de GitHub para empresas. Pero más allá del propio uso interno, la compañía se ha apoyado bastante en el servicio que ahora ha comprado, llegando a ser uno de los mayores contribuyentes al mismo.

Ahora bien, ¿es esto motivo suficiente como para comprar la empresa? Desde luego, no. Pero si lo miramos desde el punto de vista de profundizar su relación con los desarrolladores, la cosa cambia. GitHub se adapta perfectamente a las ambiciones de Microsoft de ser el lugar ideal para todos los desarrolladores, cubriendo todas sus necesidades independientemente de la plataforma para la que programen.

Según dijo Satya Nadella en el anuncio de la compra, «Microsoft es una empresa pionera en el desarrollo y, al unir fuerzas con GitHub, reforzamos nuestro compromiso con la libertad, la apertura y la innovación de los desarrolladores. Reconocemos la responsabilidad comunitaria que asumimos con este acuerdo y haremos nuestro mejor trabajo para facultar a cada desarrollador para construir, innovar y resolver los desafíos más apremiantes del mundo».

Los esqueletos en el armario de Microsoft

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En principio, y según han dicho desde la compañía, las cosas no van a cambiar mucho: «GitHub conservará su ethos de desarrollador primero y operará independientemente para proporcionar una plataforma abierta para todos los desarrolladores en todas las industrias», dijo un portavoz de Microsoft a TechCrunch.

Sin embargo, el hecho de colocar a un nuevo CEO puede llevar a algunos a no confiar en estas palabras, pues si van a continuar como antes, ¿para qué cambiar al responsable? La respuesta puede encontrarse mirando hacia LinkedIn: el enfoque adquirido hacia GitHub parece similar a la integración paulatina que están realizando con la red social de trabajo.

De todas formas, y a pesar de que la Microsoft de Nadella está poniendo cada vez más tierra de por medio respecto a la de Ballmer y Gates, desconfiar de los de Redmond casi podría considerarse como una tradición dentro del mundillo del desarrollo, especialmente en el sector del open source y, todavía más, el software libre.

Esto puede convertirse en un problema para Microsoft. Tras el anuncio oficial se reportaron muchas altas entre uno de los competidores de GitHub, GitLab. Pero ya desde que todo lo que circulaban eran rumores, también circulaban afirmaciones acerca de desarrolladores que estaban iniciando el proceso de migración o, por lo menos, explorando alternativas.

Si se producirá o no una fuga en masa es algo que no sabremos hasta después de un tiempo (si es que llegamos a saberlo). La posibilidad existe: no es la primera vez que un servicio cae en desgracia tras la compra realizada por un grande. Pero que debe de haber habido una pérdida de usuarios en la primera semana, eso es seguro.

Ahora, el deber de Microsoft es frenar la sangría y procurar que ni siquiera se convierta en un goteo. Pero, más allá de esto, no termina de estar claro cómo puede la empresa aprovechar GitHub dentro de su estrategia de negocio más amplia. Surgen algunas posibilidades, como el establecimiento de nexos más fuertes entre GitHub y Azure, o hasta sinergias con LinkedIn en áreas como reclutamiento y formación. Pero no será hasta que transcurran unos meses que podremos empezar a hacernos una idea de lo que Microsoft planea concretamente a futuro.