Tras acabar las elecciones de Estados Unidos, se diría que el tema de las filtraciones de los correos del Partido Demócrata se habría dado por zanjado, ¿no? Pues no. La historia continúa ya que el presidente saliente Barack Obama ha ordenado a la comunidad de inteligencia investigar los ciberataques y la intervención extranjera que se produjo durante dichas elecciones, que ya sabemos todos que terminó ganando Donald Trump.
Así lo contó Lisa Monaco, asesora de de Seguridad Nacional y Contraterrorismo, durante un evento organizado por el periódico Christian Science Monitor el pasado viernes, 9 de diciembre. Según Monaco, Obama quiere una investigación completa de lo que sucedió durante el proceso electoral y quiere tener un informe encima de su mesa antes de que abandone el Despacho Oval el 20 de enero. Según Monaco, Obama calificó esta investigación como «una prioridad importante del presidente de los Estados Unidos».
Que este asunto es relevante para Obama es algo que ya era conocido desde que el vicepresidente, Joe Biden, contó hace unos meses que la Casa Blanca había enviado un «mensaje» a Putin advirtiéndole que Estados Unidos tomaría acciones agresivas si Rusia continuaba interfiriendo en las elecciones. No está claro en qué consistirían exactamente esas acciones, pero recordemos que la CIA ya le presentó al presidente una variedad de opciones que podrían llevarse a cabo para desplegar una «operación cibernética «clandestina» de gran alcance diseñada para hostigar y avergonzar al Kremlin».
Por lo visto, la investigación será en verdad profunda. El objetivo es la búsqueda de patrones en los ciberataques que han ocurrido en los últimos años, remontándose hasta 2008, año en el que el FBI descubrió que China se había infiltrado en las redes de la campaña presidencial del entonces senador Obama y del candidato republicano John McCain. Este ataque fue mencionado por Monaco al calificar de «malicioso» lo sucedido en 2016.
Por su parte, Eric Schultz, subsecretario de prensa de la Casa Blanca, se hizo eco de las palabras de Monaco más tarde en una rueda de prensa. Allí, añadió más datos, como que no tienen constancia de que se produjeran ataques durante las elecciones de 2012, pero que la investigación también las someterán a escrutinio con las herramientas de ciberseguridad de última generación que tienen disponibles. A pesar de que China estuvo relacionada en 2008, la investigación se centrará sobre todo en Rusia.
En esa rueda de prensa, dijo que «haremos público tanto como podamos. Como pueden imaginar, un informe como este va a contener información altamente sensible y quizá hasta clasificada. Así que, cuando el informe sea entregado, echaremos un vistazo y nos aseguraremos de informar al Congreso y las partes interesadas pertinentes, como posiblemente a los administradores estatales que operan las elecciones».
Una investigación que tenía que haberse producido antes
Tras la victoria de Trump, lo cierto es que esta investigación puede verse desde como una pataleta de Obama por la derrota de la candidata de su partido hasta como una medida preventiva para proteger a Hillary ya que el propio Trump llegó a afirmar que la metería en la cárcel (o al menos seguiría proceso contra ella) de llegar a la presidencia. Cualquiera de las dos opciones (que no son las únicas) se ven reforzadas por el hecho de que la realización de esta investigación proviene en parte por la presión de legisladores demócratas que quieren que la Casa Blanca tome medidas contra Rusia por su participación. También quieren desclasificar la información para que los datos puedan hacerse al público alegando razones de transparencia. Según explicó Mónaco en el evento antes mencionado, los resultados que se obtengan serán entregados a legisladores y a diferentes organizaciones.
Por otra parte, haya o no motivaciones revanchistas o con una actitud defensiva, también es cierto que este tipo de injerencias no deberían ser toleradas por un país como Estados Unidos. Obama debería haber reaccionado antes con lo misma contundencia de ahora, precisamente en previsión de lo que pudiese ocurrir en el futuro. Que lo haga ahora es correcto, tanto como inevitable verlo como una reacción tardía con propósitos interesados.