Cada vez que se estrena uno de esos modelos de celulares que son considerados como los «buque insignia» des la compañías, no tardan en aparecer tanto minuciosos análisis de sus características como comparaciones con otros equipos del mismo nivel. A veces, los resultados que se obtienen son los que se esperan. Pero otras, suceden imprevistos que pueden suponer un problema de relaciones públicas… como mínimo.
Eso es lo que le ha ocurrido a Samsung con sus flamantes Galaxy S9 y S9+. El sitio Anandtech, especializado en reseñas y análisis de hardware, realizó una serie de pruebas de referencia con las versiones que vienen equipadas con el chip Exynos 9810, fabricado por los propios coreanos. Y los resultados que se obtuvieron terminaron siendo sorprendentemente decepcionantes. O como dicen en el mismo sitio: «incómodos».
Sin entrar en detalle en ellos (que pueden verse desglosados en Anandtech), los resultados se pueden resumir en que el S9 y el S9+ fueron superados por los últimos teléfonos de Apple, el iPhone 8 y el iPhone X, en todas las pruebas en las que se compararon unos con otros.
Hasta aquí, todo apuntaría a que Samsung ha hecho un mal trabajo a la hora de superar a la competencia: algo normal y que puede ocurrir, no se puede acertar siempre. Sin embargo, hay más. Y peor. Porque en tres de las pruebas, los teléfonos coreanos fueron superados también por el iPhone 7, un celular lanzado en 2016. Y esto pone las cosas peor.
La primera reacción ante unos resultados de este tipo es preguntarse a qué se deben. Desde Anandtech dijeron que esto apunta a que algo está gravemente mal con el procesador, por lo menos con el dispositivo con que se hicieron las pruebas.
La respuesta desde Samsung fue que podría tratarse de un problema de firmware. Sin embargo, Andrei Frusumano, el analista que hizo las pruebas, no está convencido de esto. Según explicó, un portavoz de la compañía le confirmó que esa unidad de demostración que estaba probando ejecutaba un firmware especial para el Mobile World Congress y que era posible que no estuviese optimizada.
¿Y por qué Frusumano no se lo cree? Pues sencillamente porque no tiene mucho sentido. Si vas a un evento del nivel de MWC, no llevas terminales de demostración a los que se les haya limitado «tan drásticamente el rendimiento del dispositivo», como expresa Frusumano. En todo caso, sería lo contrario.
El mismo Frusumano platea otra posibilidad: que Samsung cometió un error al modificar al chip Exynos para que el rendimiento de los modelos que lo incorporan coincidiera con los de los modelos que llevan Snapdragon y así ofrecer números consistentes. Es decir, que sería algo así como un ejercicio de marketing que les ha terminado saliendo mal. Ahora bien, también señala que si este no es el caso, el teléfono de Samsung será «una decepción totalmente masiva».
Por el momento, estamos hablando del análisis hecho desde un solo sitio y con equipos que todavía no están a la venta. Es de suponer que en las próximas semanas irán apareciendo otros análisis que corroborarán o negaran estos resultados. Samsung todavía tiene margen para manejar el problema. Un margen muy ajustado, sí (el S9 sale a la venta el 16 de marzo), pero margen al fin y al cabo. Por lo tanto, habrá que estar atentos a lo que suceda a partir de que los terminales estén en tiendas.