Ha sido a base de los continuos escándalos que surgen relacionados con las filtraciones de datos o el mal uso de los mismos (sí, Facebook, te miro a ti), que poco a poco hemos ido tomando mayor conciencia de la gran cantidad de información que dejamos caer en Internet. Alguna la entregamos voluntariamente, pero otra es obtenida mediante el rastreo que hacen de nosotros muchos agentes de cara a crear un mejor perfil de quienes somos y así ofrecernos publicidad más personalizada.

Puestos a tener que soportar publicidad sí o sí, pues mejor que sea adaptada a nosotros, ¿verdad? Pero a pesar de que visto así puede parecer que algo compensa tanto espionaje, lo cierto es que, por otro lado, también es cierto que el rastreo se está convirtiendo en una práctica intrusiva y excesiva.

Por suerte, podemos hacer algunas cosas para que recorrer la web de una manera un poco más privada y evitar que nos rastreen (al menos tanto). Veamos algunas acciones que podemos llevar a cabo junto con un par de herramientas que nos pueden ser de utilidad para ello.

El modo privado no es tan privado

Lo primero es lo primero: hay cosas que nos prometen privacidad pero que no son como pensamos en un inicio. Todos los navegadores tienen lo que se conoce como «modo de navegación privada». Este modo, que es útil, lo que hace es no registrar en el equipo lo que hacemos mientras lo utilizamos. Pero no bloquea las herramientas que emplean los anunciantes para seguirnos.

¿No quieres que aparezca en el historial ese sitio al que has entrado? Abre una ventana en modo privado, sí. Pero no lo utilices para evitar que te sigan por la red. Para eso, hay que hacer otras cosas.

Bloquea las cookies de terceros

Las cookies son pequeños trozos de datos que los sitios web almacenan en nuestro equipo. Se pueden usar para cosas útiles, como mantener la sesión en un sitio web (Facebook, Google) abierta, pero también se pueden usar para rastrearnos, registrando los sitios en los que, por ejemplo, aparece una unidad publicitaria específica.

Por suerte, podemos bloquear las cookies de terceros en nuestro navegador. Al hacerlo, dejaremos de permitir que muchos dominios que no estamos visitando en realidad, como el anunciante de un sitio al que hemos entrado, agreguen cookies para rastrearnos.

Esto no significa que ya nadie nos rastreará, pero debería significar que el rastreo será menor y veremos menos anuncios personalizados. Y lo que es más importante, es un simple primer paso que probablemente no estropeará nuestra experiencia al navegar.

Para bloquear las cookies en los principales navegadores, hacemos lo siguiente:

  • En Chrome: vamos a Configuración > Configuración avanzada > Privacidad y Seguridad > Configuración de contenido > Cookies y activamos «Bloquear cookies de terceros».
  • En Firefox: vamos a Opciones > Privacidad y Seguridad y, en la sección «Cookies y datos del sitio», cambiamos «Aceptar cookies de terceros y datos del sitio» a «Nunca».
  • En Edge: vamos a Configuración > Ver configuración avanzada y allí descendemos hasta encontrar la sección «Cookies». Allí, desplegamos el menú y seleccionamos «Bloquear solo cookies de terceros».
  • En Safari: Apple activa esta configuración por defecto, así que no hay que hacer nada.

Recurre a extensiones

Si queremos incrementar todavía más nuestro nivel de privacidad (y es necesario hacerlo), debemos recurrir a herramientas de terceros. Es decir, extensiones para el navegador.

Hay muchas opciones disponibles ahí fuera: desde bloqueadores de cookies hasta bloqueadores de anuncios, pero una de las más efectivas es Privacy Badger, desarrollada por la Electronic Frontier Foundation.

Privacy Badger es una buena opción porque no depende de una lista de rastreadores y cookies de terceros para ejercer su bloqueo. La extensión aprende qué rastreadores se están «comportando mal» mientras navegamos por la web. Si ve algo que aparece en dos sitios web no relacionados, la extensión se da cuenta de que hay un comportamiento inapropiado y se pone en acción el bloqueo.

Privacy Badger está disponible para Chrome, Firefox y Opera. Si usas Safari o Edge, puedes recurrir a Ghostery, que es una extensión muy transparente y que provee mucha información acerca lo que está bloqueando en cada sitio.

Cambia la configuración de tus cuentas

Por último, vale la pena revisar las opciones que nos dan las grandes empresas de publicidad web para optar por no participar en el proceso de seguimiento y personalización de anuncios. Nos referimos a sitios como Facebook, Google o incluso Twitter.

Facebook, por ejemplo, permite desactivar la personalización de anuncios visitando su sitio de configuración de publicidad. No parece que la desactivación total de estas opciones impida que Facebook continúe rastreándonos, pero al menos sí impide que la empresa utilice los datos de determinadas maneras (en teoría, que ya sabemos que esta empresa no es de fiar). Google también permite desactivar la personalización de anuncios visitando este sitio. Y también hay una gran cantidad de redes de seguimiento de publicidad que son menos visibles pero que también permiten optar por no participar en el rastreo que hacen de los usuarios.

Es cierto que todas estas medidas no van a solucionar todos los problemas de privacidad que nos surgen hoy día en la web. Hay algunos que son inevitables en el actualidad, mientras que otros requieren de medidas más potentes como el uso de una VPN. Pero estos son algunos de los primeros pasos sencillos que puedes dar para que la experiencia de navegar por la web sea un poco más privada y, desde luego, menos espeluznante en algunos casos.