Cómo Walmart está usando la realidad virtual para entrenar a sus empleados

Cuando pensamos en las aplicaciones prácticas de la realidad virtual, lo primero que nos viene a la cabeza es su empleo para propósitos de entrenamiento en disciplinas tan delicadas como la cirugía o pilotar aviones. Sin embargo, esta tecnología se ha trasladado también a otros campos menos complejos como el deporte o la capacitación de empleados.

Actualmente, la cadena de grandes almacenes Walmart es una las empresas que están recurriendo a un sistema de realidad virtual para entrenar a sus trabajadores. Para ello, recurren a los servicios de Stivr, una startup de Silicon Valley que crea experiencias virtuales personalizadas que sirvan para entrenamiento de todo tipo.

En el caso concreto de Walmart, la compañía está usando la realidad virtual de Stivr en casi 187 centros de capacitación de empleados y la formación se realiza en tres áreas: la primera es la preparación para lidiar con grandes aglomeraciones de clientes como puede suceder en el Black Friday o durante una emergencia; la segunda es la clásica atención al cliente y la tercera es aprender procedimientos operativos como, por ejemplo, la forma en la que se deben apilar y organizar los productos.

Del terreno de juego a los supermercados

Además de Walmart, también la NFL, la liga de fútbol americano profesional, está haciendo uso de los servicios de Stivr. De hecho, fue a partir de este deporte que la empresa empezó a desarrollar sus actividades.

En 2014, Derek Belch, fundador y CEO de Strivr, se encontraba en la universidad de Stanford como estudiante de postgrado y también se desempeñaba como entrenador de fútbol. Fue entonces que empezó a hacer experimentos para entrenar a los jugadores por medio de vídeos inmersivos que fuesen más allá que los convencionales grabados, que exponen la acción desde ángulos externos a lo que sucede en el campo.

Así, empezó a grabar entrenamientos una vez a la semana con un equipo de 360º de cámaras GoPro, de manera que las grabaciones fuesen desde el punto de vista de los jugadores y se vieran desde un visor de realidad virtual. Los resultados obtenidos fueron tan buenos que no es solo que el experimento terminase evolucionando en una empresa cuando Belch terminó su maestría, sino que incluso el entrenador principal de fútbol de Stanford invirtió en ella y ahora figura como asesor de la misma.

Actualmente, cuando las empresas recurren a Stivr, esta les proporciona cámaras 360º, software de procesamiento de imágenes y visores Oculus Rift. Gracias a estos últimos, que pueden hacer seguimiento de cosas como la forma en la que se mueve la cabeza, Stivr emplea los datos obtenidos para proporcionar información acerca de, por ejemplo, a qué elementos se está prestando atención durante la sesión de entrenamiento.

Una formación más enriquecedora

Si la realidad virtual no es ampliamente utilizada todavía es porque el hardware de calidad sigue siendo un tanto torpe además de caro. Además, no tiene muchas aplicaciones prácticas. Sin embargo, la aparición de empresas como Stivr puede ayudar a que esta situación cambie y la tecnología vaya más allá de un simple producto de entretenimiento para el consumidor.

A medida que se vaya perfeccionando y abaratando, la realidad virtual está llena de posibilidades dentro del mundo de la capacitación gracias a su mayor virtud: la inmersión. Eso lo saben en Stivr donde, según explica Brian Meek, director de tecnología, prevén usarla desde para formar en las denominadas habilidades blandas como la empatía y la hospitalidad hasta enseñar como desenvolverse en situaciones peligrosas.

Respecto a esto último, Meek comentó que la empresa ha estado trabajando recientemente con una universidad técnica para producir una experiencia de realidad virtual que demuestre lo que es trabajar en una construcción, incluyendo las bases de seguridad que es necesario conocer y aplicar.

¿Terminaremos viendo visores en todas las aulas? Falta mucho para eso, pero a medida que se vaya refinando la tecnología, no nos debería sorprender que se vaya convirtiendo en un elemento más de las clases, especialmente en las de nivel superior.