Era cuestión de tiempo: la fuerte tendencia de la conducción autónoma ha dado el salto del mercado automovilístico al aeronáutico. Y no, no estamos hablando de drones, sino de aviones de pasajeros: varios fabricantes, entre ellos Airbus y Boeing, se han metido en la competencia de la inteligencia artificial para crear sistemas que permitan a las computadoras volar aviones de pasajeros sin que haya un ser humano a los mandos.
De hecho, Airbus anunció recientemente, por boca de su director de tecnología Paul Eremenko, que está trabajando en el desarrollo de tecnologías que permitan que un solo piloto pueda operar aviones comerciales, lo cual también les ha puesto en el camino hacia aeronaves autónomas.
Actualmente, Airbus cuenta con una división llamada Movilidad Aérea Urbana que está enfocada en temas que van desde helicópteros bajo demanda hasta aviones teledirigidos. No hace mucho, la empresa acordó establecer un centro de innovación en Shenzhen, cerca de Hong Kong. Este centro busca acelerar la investigación necesaria para planificar el futuro del transporte aéreo.
Según dijo Eremenko, la ubicación de esta instalación en el país asiático permite que «China dé un paso adelante, como ha sido propenso a dar en otras áreas, y diseñe el sistema aeroespacial y su régimen regulatorio con miras al futuro, con miras a permitir la movilidad aérea urbana». Y añadió que están en conversaciones con empresas chinas como Baidu para encontrar formas de aplicar los sistemas de los vehículos autónomos a la industria de la aviación.
La empresa francesa también está explorando tecnologías que aportarán más automatización a la cabina de pilotaje de los aviones, algo que podría ayudar a resolver la escasez de pilotos en países como China, que se convertirá en el mayor mercado mundial de la aviación en menos de una década.
Pero este problema de falta de personal cualificado no se reduce a China. Según se ha estimado desde Boeing, en las próximas dos décadas se necesitarán 637 mil pilotos para volar aviones comerciales a nivel mundial. Según dijo Eremenko, desde el inicio de la industria aeronáutica, solo se han entrenado 200 mil pilotos, con lo que resulta lógico que, ante las perspectivas que se proyectan, se esté buscando una forma efectiva de cubrir las necesidades que vendrán. Y esta podría pasar por la automatización.
No todo se limita a la tecnología
Pero más allá del desafío tecnológico que implica el manejo de un avión de pasajeros de forma autónoma, hay otras consideraciones que hacer. La idea de que haya un solo piloto en una cabina despierta muchas inquietudes, sobre todo después de que un piloto de Germanwings estrellara un avión A320 en los Alpes Franceses en marzo de 2015, matando a las 150 personas que iban a bordo. Este dramático episodio provocó que muchas aerolíneas de todo el mundo obligaran a permanecer en la cabina de pilotaje al menos a dos personas en todo momento.
Hoy en día, no existe aeronave de categoría de transporte que esté certificada para un solo piloto, y menos para que no lleve ninguno. Además, como señala el consultor de aviación y exejecutivo de American Airlines Robert Mann, no está claro si los pasajeros, sus aseguradoras o las compañías de seguros aceptarían algo así y si lo permitirían.
Estas dudas también las refleja Shukor Yusof, fundador de la empresa consultora de aviación Endau Analytics en Malasia, al afirmar que «Podría decirse que la gente tiene miedo de este tipo de cosas. Tienes coches sin conductor, autobuses sin conductor. Pero para algo que vuela, eso es diferente».
Por lo tanto, el desafío no es solamente en cuanto a construir una tecnología que funcione, sino también superar los recelos que mucha gente tendría acerca de su efectividad. Un reto que no es menor y que la industria aeronáutica deberá superar si pretende poner en práctica los logros que alcancen en los próximos años.