La NASA está construyendo un avión supersónico para pasajeros que no hace ruido

Una de las principales características de los aviones supersónicos (es decir, que superan la velocidad del sonido) es el ruido que hacen. De hecho, el último avión comercial de estas características, el Concorde, tenía prohibido sobrevolar ciudades precisamente por esa razón. Sin embargo, el próximo X-plane de la NASA sí podría hacer eso porque no provocaría sonido alguno. O casi.

Los X-planes o aviones X de la NASA son aeronaves experimentales que suelen usarse para probar nuevas tecnologías. En el caso de este X-plane en concreto, su desarrollo y construcción serán hechos por la empresa Lockheed Martin, que ganó un contrato público de 247,5 millones de dólares.

El objetivo: crear un prototipo que demuestre que es posible viajar de manera supersónica sin provocar el característico estallido que es conocido como «Sonic Boom» y se produce en el momento en que se alcanza una velocidad superior a la del sonido.

Si Lockheed Martin terminó siendo la empresa elegida fue por un sistema que han desarrollado y que se conoce como Quiet Supersonic Technology. Lo que consigue esta tecnología es que, en lugar de producir el estruendo de siempre, el «Sonic Boom», se produce uno de menor intensidad al que en un momento de ingenio han bautizado como «Low Boom».

Se estima que este avión X podría ir de Londres a Nueva York en 3 horas gracias a su velocidad punta de 1.600 km/h. En cuanto a la altura que podría alcanzar, se habla de más de 16 km, con lo que podría recorrer la estratosfera.

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El prototipo tiene un diseño muy particular especial, que está pensado para reducir el choque con las ondas al mínimo: la «nariz» del avión es muy larga y las alas traseras son muy pequeñas. Esto consigue el mencionado «Low boom», el cual, según Lockheed Martin, debería sonar más como el cierre de la puerta de un auto que como el disparo de cañón que provocaba el Concorde.

El contrato se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2021, aunque se espera que ya a mitad de ese año, la NASA empiece a hacer pruebas de vuelo si es que los datos son positivos. Si todo va bien, no sería entonces de extrañar que durante la próxima década volvamos a tener a disposición de los civiles los vuelos supersónicos.

Recordemos que el único avión supersónico, el Concorde, pasó por dificultades financieras hasta que se retiró en 2003. Estos problemas se derivaron en parte de la prohibición de pasar por encima de zonas habitadas debido al ruido característico. Sin embargo, de conseguir evitarlo, las restricciones probablemente serían más ligeras y se podrían operar de manera más rentable trayectos para viajes de negocios y todos aquellos (pocos, sin duda) que se los puedan pagar.