1,2 millones de euros: eso es lo que Facebook debería pagar de multa por las tres infracciones, dos graves y una muy grave, que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha encontrado que la red social estaba cometiendo.
Las dos infracciones graves han supuesto dos multas de 300 mil euros cada una, mientras que la grave es del doble: 600 mil euros. Facebook todavía no tiene que pagarlas puesto que va a apelar la decisión.
Entre los problemas detectados por la AEPD está que la red social recopila datos sobre ideología, sexo y creencias religiosas, así como sobre gustos personales y hábitos de navegación en la web sin informar de forma clara a los usuarios sobre cómo se utilizarán esos datos. La agencia española se quejó de que la política de privacidad de Facebook contiene un lenguaje que no es fácil de entender para un «usuario medio», de forma que ni los usuarios ni los no usuarios tienen suficiente conocimiento sobre cómo Facebook recopila y utiliza sus datos.
A esto se le añade que, según la AEPD (pero no solo ella), Facebook crea los llamados perfiles en la sombra: perfiles de usuarios que no están registrados en la red social pero acerca de los cuales recopila información por medio de los botones «Me gusta» insertados en sitios de terceros.
Además, otro de los problemas señalados por la AEPD es que Facebook no ha purgado por completo los datos de los usuarios que borraron sus cuentas y que estaba haciendo uso de esos datos durante más de 17 meses. Teniendo en cuenta que los datos que se han quedado rezagados ya no son útiles para los fines para los que se recogieron, la agencia consideró que se trataba de otra infracción grave de la legislación de la Unión Europea en materia de privacidad.
Problemas de privacidad que son continuos
No es la primera vez que la empresa de Zuckerberg tiene problemas de este tipo. Anteriormente, también fue condenada a pagar una multa en Bélgica, aunque al final el fallo fue revocado por un tribunal de apelaciones porque Facebook opera desde Irlanda y Bélgica no tenía jurisdicción sobre la empresa. Por lo tanto, no sería de extrañar que este caso también terminase así.
Que autoridades de distintos países (aunque de la misma zona: Europa) hayan llegado a conclusiones similares demuestra que en Facebook no lo están haciendo del todo bien. Los de Zuckerberg tienen un pasado tortuoso en lo que se refiere al tema de la privacidad de los usuarios y recordemos que no fue hasta que la red social se popularizó que empezaron a tomar medidas a causa de las fuertes críticas que fueron apareciendo.
En cuestión de privacidad, algo no huele bien en los servidores de Facebook. Y el hecho de que las denuncias de violaciones en este terreno no progresen es algo que nos debe preocupar, pues anima a que la compañía continúe con sus prácticas abusivas con total impunidad.
Por otra parte, si prosperasen otras demandas de este tipo, habría que ver si sería suficiente para que los de Menlo Park decidiesen rectificar o, por lo menos, ser más estrictos con sus propias normas. Sí, 1,2 millones de euros es una buena cantidad, pero quizá a Facebook le saldría más a cuenta ir pagando multas que renunciar al tratamiento que hace de los datos en base al beneficio que obtiene de ellos.
Pero aun así, por lo menos las multas servirían de llamadas de atención que algún efecto causarían. Por mucho que no le hiciese mella a la empresa, su imagen se vería perjudicada, algo que a la larga, y vuelvo a insistir en la importancia de sus antecedentes, sí podría dañar su reputación con más gravedad. Solo así es posible que Facebook rectifique. Mientras tanto, no podemos confiar que los datos que recopila sobre nosotros reciben el tratamiento no solo que debería esperarse, sino hasta el que ellos mismos ofrecen.
