Watson, la inteligencia artificial desarrollada por IBM, es un habitual de los titulares de los medios. De vez en cuando, salta a la palestra gracias a los nuevos avances y logros del gigante azul ya sea por cosas tan prosaicas como vencer a concursantes de programas de televisión o por temas más relevantes como identificar tratamientos para el cáncer. Precisamente es por estos últimos que de nuevo vuelve a ser noticia porque ahora Watson también es un experto en neurociencia.

Y es que, según anunciaron desde IBM, Watson ha descubierto cinco genes vinculados con la ELA (Esclerosis lateral amiotrófica), también conocida en Estados Unidos como la enfermedad de Lou Gehrig, un jugador de béisbol que se retiró en 1936 a causa de sufrir esta enfermedad.

Los investigadores del Instituto Tecnológico Barrow, en Phoenix (Arizona) trabajaron junto con IBM en esta investigación que ha terminado derivando en el primer descubrimiento de Watson dentro de cualquier tipo de neurociencia, el cual también indica que quizá podría realizar más hallazgos al investigar otras enfermedades neurológicas.

Cómo lo ha hecho

Watson comenzó por «leer» toda la literatura publicada acerca de la ELA y aprendió todas las proteínas que se saben que están vinculadas con la enfermedad. A continuación, clasificó los casi 1.500 genes del genoma humano y predijo cuales podrían estar asociados con la ELA. Llegó entonces el turno de los investigadores de Barrow, que examinaron estas predicciones, descubriendo que 8 de los 10 genes propuestos por la máquina tenían relación con la enfermedad. Y si ya esto de por sí es espectacular, el siguiente matiz agranda el logro todavía más: cinco de ellos nunca se habían asociado con la ELA.

¿Y para que sirve este descubrimiento? Pues su aplicación práctica es importante, pues les da a los investigadores información acerca de a donde apuntar de cara a la terapia cuando se desarrollan drogas para tratar la ELA. De hecho, el programa relacionado con esta investigación se llama «Watson for Drug Discovery».

Mientras que el descubrimiento es muy importante, también lo es que se ha hecho más rápido de lo que se consiguen normalmente estas cosas. Una investigación de este tipo suele tomar años, mientras que en este caso ha tomado tan solo meses.

Todo un mundo nuevo de posibilidades

Como señala Robert Bowser, el doctor que lidera esta investigación, «Existen muchas oportunidades si trabajamos juntos. Hay más espacio para que Watson pueda aumentar su base de conocimiento de neurociencia. Esperamos contribuir al proceso a medida que Watson reciba más y más información sobre neurociencia y obtenga la habilidad de trabajar en el órgano más complejo del cuerpo».

Como añade Bowser, este descubrimiento sugiere un potencial tremendo para Watson en otros campos. Tras el éxito obtenido con la ELA, los investigadores podrían enfocarse en otras enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson. En cuanto a la ELA, Watson continuará trabajando en ella para explorar diferentes preguntas que quedan por contestar, como por qué la enfermedad se ve diferente en cada paciente. Para ello, la computadora analizará datos reunidos y producidos por investigadores humanos del Instituto Neurológico Barrow.

Imagen: Clockready