Todos estamos más o menos de acuerdo en que la publicidad es un mal necesario que tenemos aguantar en la web actual. Sin embargo, existe una tendencia preocupante en el incremento de prácticas intrusivas para mostrar anuncios entre los generadores de contenido (sean nativos o tradicionales) en especial dentro del entorno móvil, llegando a extremos en que no solo dificultan la experiencia de usuario, sino que hacen imposible acceder al contenido. Sin embargo, Google ha decidido meter mano en este tema con su clásica solución para todo: la penalización.

Google anunció en agosto de 2016 que penalizaría a los sitios web móviles que hagan uso de pop-ups o de intersticiales (esas ventanitas que se superponen en la página) y desde el 10 de enero esta penalización ha empezado a aplicarse, desplomando los resultados para los sitios que tengan estas prácticas que tan incómodas (por usar un eufemismo) resultan para los usuarios.

La versión resumida de a quienes penalizará la gran «G» es que no será plato de su gusto los sitios que oculten el contenido detrás de un anuncio o que fuercen la interacción con un anuncio para acceder a él. Insistimos: esto se aplica solamente a los sitios a los que se accede desde el móvil, no a las versiones de escritorio. En ese entorno, estas prácticas aún no son castigadas.

Pero seamos más concretos y veamos qué es lo que quieren solucionar desde Mountain View y eso es lo que ellos han denominado como «transiciones problemáticas», poniendo tres ejemplos específicos de páginas que se verían afectadas.

El primero: las páginas que muestran un pop-up que se abre justo después de el usuario haga un clic en un enlace o cuando se desplaza por la página, ocultando así el contenido.

El segundo: las páginas que muestran un intersticial que es necesario cerrar para llegar al contenido.

El tercero: las páginas que muestran un intersticial en la parte superior de la página y que mantengan bajo el contenido.

Cuando Google dio a conocer que aplicaría estas penalizaciones, se despertó bastante polémica especialmente entre los propietarios de sitios pequeños o individuales que usan ventanas emergentes (que podrían considerarse como intersticiales) para animar a la suscripción o a seguirlos por las redes sociales.

Al respecto, Google ha señalado una de sus excepciones a no penalizar: las «pequeñas» ventanas emergentes no se verán afectadas por estas reglas. Pero hay un problema: que no han detallado qué tamaño específico constituye para ellos «pequeño». Otra de las excepciones es la de avisos obligados por ley, como ocurre en muchos países con las dichosas cookies.

Desde luego, hay formas de evitar esta penalización. Por ejemplo, debido a que se aplica solo a cuando entramos al sitio desde el buscador, cualquier página puede identificar que venimos desde ahí para luego mostrarnos los pop-ups o los intersticiales si navegamos por medio de enlaces internos dentro del sitio. Sin embargo, aunque tampoco es que se trate de un truco complicado de implementar, obligará a los sitios que usan estas prácticas a emplear recursos para adaptarse, algo que quizá les lleve a reconsiderar su comportamiento.

Google ha explicado su postura en este tema diciendo que «Aunque la mayoría de las páginas ahora tienen texto y contenido en la página que es legible sin zoom, hemos visto recientemente muchos ejemplos donde estas páginas muestran intrusivos intersticiales a los usuarios. Mientras que el contenido subyacente está presente en la página y está disponible para ser indexado por Google, el contenido puede ser ocultado visualmente por un intersticial. Esto puede frustrar a los usuarios porque no acceden fácilmente al contenido que esperaban cuando pulsaron en el resultado de la búsqueda».

Tras un tiempo de implantación, parece que todavía no ha habido un impacto importante entre estos sitios web. Esto puede deberse a varias razones. Una de ellas es que Google suele dar un periodo de gracia para que los afectados puedan corregir su comportamiento, a pesar de haber sido avisados con bastantes meses de anticipación. Otra puede ser que, debido a que hay diferentes formas de programar la aparición de anuncios intersticiales, Google todavía se esté adaptando para detectarlas todas. Es por ello que quizá no sea hasta dentro de unos meses que no veamos un impacto relevante.