Hasta el momento, solamente han sido tres países los que han conseguido para poner un pie (aunque sea electrónico) en la Luna: Estados Unidos, la Unión Soviética y China. Pero el próximo que llegue a ella podría no ser un país, sino una empresa privada llamada Moon Express, la cual ha sido la primera en conseguir el permiso necesario para hacerlo.

Moon Express es uno de los 17 competidores en el Lunar X-Prize, una competición que premiará con 30 millones de dólares que sean capaces de enviar una nave a la Luna, recorrer 500 metros y transmitir fotos y vídeo de alta definición a la Tierra. Hay que remarcar que, para participar en este premio, es necesario demostrar que el 90% de los costes de la misión está cubierto por fondos privados.

Al ser la primera compañía privada que en pedir permiso para ir más allá de la órbita terrestre, Moon Express también ha sentado un precedente en las regulaciones relacionadas con el espacio. Uno de los elementos que han utilizado para ser más persuasivos ha sido permitirle al gobierno de los Estados Unidos supervisar la misión.

En cuanto a esta, todavía no tienen definido cuál será el lugar de alunizaje en nuestro satélite, aunque en principio sus intenciones son mantenerse alejados de los lugares donde alunizó la misión Apolo y otros artefactos de la NASA.

Por el momento, la compañía espera lanzar un cohete experimental construido por Rocket Labs, una empresa aeroespacial, a finales del año que viene. Aunque ya han construido y probado un prototipo de su módulo de aterrizaje y se encuentran trabajando en los sistemas de propulsión y de navegación, aún tienen que producir la versión en miniatura que será utilizada en la misión y desarrollar el software para alunizar.

Hay razones para seguir yendo a la Luna

Para Naveen Jain, uno de los tres fundadores de Moon Express, el hecho de que algo que le costó hacer a la NASA miles de millones de dólares hace unos años se pueda hacer ahora por menos de 10 millones transforma de manera dramática la exploración espacial.

Para Jain, la razón de querer ir a la Luna no es porque sea sencillo hacerlo, sino también porque es rentable. El objetivo principal de Moon Express es hacer prospección y extracción de metales, combustibles y rocas lunares. Sí, su módulo también va equipado con instrumental científico, pero se calcula que esa «minería» le podría llegar a generar recursos que algunos estiman en 16 mil billones de dólares.

Además del interés económico, que desde luego debe de ser el motor principal del proyecto, también están los beneficios añadidos, algunos tan poco evidentes como contribuir a la meta que ahora está en la cabeza de la NASA: Marte.

Según Jain, «es mucho más fácil aprender a vivir fuera del planeta cuando están tan solo a unos días de distancia que cuando estás a meses, en Marte. Necesitamos ir primero a la Luna. Esa es nuestra piedra de toque y el inicio de nuestras vidas en el espacio».