Cuando nos vamos a comprar una nueva laptop, si tenemos la capacidad económica suficiente, solemos fijarnos en las especificaciones que tiene cada equipo y a veces apuntamos a las más altas simplemente porque… son las más altas. Y esto, a decir verdad, es un error.

Que puedas costearte la mejor portátil del mercado no quiere decir que por fuerza es esa la que te debas comprar. Existen muchas opciones a las que recurrir que las especificaciones más altas a lo mejor no cubren tus necesidades reales ni hacen la experiencia de uso más satisfactoria.

Tomando esto en cuenta, veamos entonces cinco errores que se suelen cometer a la hora de comprar una laptop nueva y para así poder evitarlos. O, como decían por ahí, «para cometerlos mejor».

Una alta resolución innecesaria

A menos que seas un creador de contenido que tiene que lidiar con imágenes y vídeo, es muy probable que elegir un equipo con la mejor pantalla que puedas encontrar no sea necesario. Porque si todo lo que tienes que hacer es trabajar con hojas de cálculo y con documentos de texto, al final esa pantalla no te va a aportar nada. Y no solo eso, sino que te lo va a quitar.

No hablamos únicamente de dinero (que ya de por sí da que pensar), sino también de autonomía: una pantalla de gran calidad también tiende a agotar más rápido la batería. En contraste con una pantalla 4K, una de 1080p dará un mejor rendimiento en cuestión de energía y también en cuestión de plata.

Pagar por lo primero que te encuentres

Hay muchas opciones y muchas marcas entre las que podemos elegir. Optar por lo primero sale a nuestro paso, aunque tengamos mucha urgencia, no suele ser conducir a una buena elección.

Tómate tu tiempo para elegir. Acude a varias tiendas y coteja precios y características. No te dejes seducir por los cantos de sirena de las tiendas generalistas y acude a locales especializados, donde podrás encontrar muchas más opciones.

No tomar en cuenta la conectividad

Te encuentras un equipo que es precioso. No lo dudas: delgado, elegante, minimalista… Parece hecho para ti. Y entonces, cuando llegas a casa, te das cuenta de que no tiene ni siquiera donde conectar el ratón. O por lo menos, no cuenta con los conectores apropiados, sino con unos nuevos para los que necesitas adaptadores.

A veces, apuntar a los equipos con apariencia más sofisticada de delgadez anoréxica, no nos hace considerar que, aunque pesen menos, al final nos saldrá lo comido por lo servido: tendremos que ir cargando con multitud de adaptadores para poder sacarle partido. Por lo tanto, asegúrate primero de que la laptop elegida tenga por lo menos los conectores que usas con más frecuencia.

No considerar el futuro

¿Cada cuánto estás dispuesto a renovar tu equipo? Al ritmo que vamos, ya sabes que en poco tiempo, aunque no se quede obsoleto, sus prestaciones parecerán menores en relación a la que haya en el mercado. Y quizá también en cuanto a tus necesidades. ¿Es previsible que necesites un equipo más potente en un par de años? Entonces, fíjate bien en lo que compras.

Un pequeño truco es fijarte si puedes actualizar componentes como la RAM o el disco duro. Lo más probable es que si tus necesidades informáticas se intensifican, con reemplazar estos por otros superiores sea suficiente para darle una nueva vida a tu equipo.

No verla en vivo y en directo

Sí, comprar en línea es muy cómodo y la experiencia cada vez es más satisfactoria, aunque depende de cada proveedor. Si esa es la única opción que tienes, adelante con ella. Pero si tienes la posibilidad de examinar de manera física el producto antes de comprarlo, hazlo. Aunque luego compres el mismo equipo online.

Las reseñas y las especificaciones son muy útiles, pero no te dicen como será la experiencia de uso para ti. Por ejemplo, si te sientes cómodo con el peso o con cómo se siente el equipo al escribir en él, si el brillo de la pantalla es lo suficientemente grande, si el tamaño es adecuado para la mochila que sueles usar… Pueden surgir muchas preguntas y suelen contestarse si tenemos el equipo en nuestras manos.