Muchos de los problemas más habituales en dispositivos tales como celulares, tablets o incluso computadoras de escritorio suelen tener su origen en el software. De ahí que su solución pase, la mayoría de veces, por una actualización del sistema operativo que hoy en día suele ser OTA: Over-The-Air; es decir, inalámbrica. Esto, que es lo usual en los dispositivos mencionados, a no tan largo plazo también lo será para los autos.

Según un estudio de ABI Research, más de 200 millones de vehículos en todo el mundo serán capaces de recibir actualizaciones OTA para el año 2022. Puesto en cifras citadas por USA Today, a los fabricantes esto le significaría un ahorro de hasta 6 mil millones de dólares por la misma razón por la cual también los usuarios tendrían significativamente menos molestias: sería menos necesario acudir a un concesionario para resolver los problemas del auto.

Tal y como cuentan en el mismo artículo de USA Today, un tercio de los problemas de un auto actual pueden ser solucionado por medio de actualizaciones de este tipo. Solamente en Estados Unidos, 3,3 millones de vehículos durante el último año tuvieron problemas que implicaban una solución por software; o sea, acercarse al concesionario y actualizar el sistema por medio de una conexión física. Este número es cinco veces mayor respecto al del año pasado, y suena bastante convincente pensar que continuará incrementándose en los próximos años.

Según Scott Frank, vicepresidente de marketing de Airbiquity, una empresa especializada en autos «conectados», las actualizaciones inalámbricas significarán mucho para las empresas automovilísticas: «Son fundamentales para un montón de cosas nuevas en las que estamos trabajando. Los teléfonos y televisores ya son actualizables. Su coche también lo será».

En un mundo hiperconectado como este en el que vivimos, las actualizaciones OTA se han demostrado como indispensables para la vida de nuestros dispositivos. Y es que no se trata solo de que las actualizaciones incorporen nuevas características y mejoren las ya existentes, sino que muchas de ellas incluyen medidas de seguridad adicionales y correcciones de errores para evitar intrusiones en los sistemas, algo que en un auto es de vital importancia ya que una falla de seguridad puede poner en riesgo nuestra vida.

Siendo todo esto que acabamos de decir las ventajas principales de las actualizaciones OTA, como señala Frank no son las únicas. Una de ellas, por ejemplo, es permitir a cualquier fabricante generar más lealtad de marca al conseguir, entre otras cosas, acelerar el proceso de reparación de un auto. El ejemplo que pone es significativo: ante un mensaje de advertencia de que se está perdiendo presión de los neumáticos, «el auto podría buscar distribuidores y centros de servicios cercano, descargar cupones de ofertas, hacer una cita y decirle que el servicio está esperando a 20 minutos de camino». Y añade: «El auto se hace inteligente a través de los datos y el análisis que podemos ofrecer por medio de la nube. Y esto mejora tu experiencia como propietario».