Una de las asignaturas pendientes que debemos enfrentar cuanto antes mejor es el tema de los residuos electrónicos. La basura de alta tecnología se está incrementando día día y la situación ya es preocupante. De ahí que descubrimientos como el de ese cristal que se repara solo podrían tener un impacto más profundo del que cabe pensar a primera vista.

Es en el mismo sentido en el que va el desarrollo que ha realizado un equipo de científicos que consiguió desarrollar lo que en el artículo de la revista científica Science Advances se describe como una «piel electrónica maleable habilitada por un nanocompuesto termoestable covalente dinámico».

Seguro que después de leer todo eso te has quedado como nosotros: sin entender nada. Pero es algo más sencillo de lo que parece: se trata de una fina película que es capaz de arreglarse a sí misma cuando se rasga o se rompe. Su aplicación puede realizarse, entre otros muchos segmentos, en prótesis o en textiles inteligentes.

Si hemos comenzado hablando de residuos electrónicos ha sido porque el objetivo de la investigación era precisamente ese: crear un material autoreparable para su aplicación en el mundo de la tecnología para reducir el número de desechos que acumulamos cuando los dispositivos se agrietan o se dañan afectando a su estética más que a su funcionamiento en sí.

Según explicó el coautor del estudio donde se describe esta especie de piel electrónica, Jianliang Xiao, profesor asistente de ingeniería mecánica de la Universidad de Colorado en Boulder, «este dispositivo en particular no producirá residuos. Queremos que la electrónica sea respetuosa con el medio ambiente».

Película con autocuración y posibilidad de ser reciclada

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Básicamente, esta piel electrónica cuenta con sensores miden la presión, la temperatura, la humedad y el flujo de aire. Tomando tres compuestos comercialmente disponibles, los investigadores los mezclaron en una matriz y agregaron nanopartículas de plata para crear las propiedades de, digámoslo así, autocuración.

Fue de esta manera que consiguieron que, cada vez que la película se corta de extremo a extremo o se desgarra, se recreen los enlaces químicos entre los dos lados separados, restaurando la matriz.

Si bien esto ya es un logro importante, consiguieron ir más lejos: en el caso de que la piel electrónica se dañe hasta el punto de que sea completamente inutilizable, todo lo que hay que hacer es colocarla en una solución que «licua» el material, lo que permite su reciclado para una película totalmente nueva.

Dicho todo esto, hay que señalar que se trata de una invención que todavía tiene que continuar cierto proceso de desarrollo. Si pensamos en su aplicación a manera de piel sintética, como por ejemplo para prótesis, la película todavía no es tan flexible ni extensible como la piel humana, a pesar de ser suave. Además, en su estado actual, el material no es fácilmente reproducible.

Por de pronto, Xiao explicó que él y su equipo están trabajando en proporcionar una mejor solución de escalado para que no solo sea más fácil de fabricar, sino también más fácil de colocar en prótesis, en partes robóticas o en donde sea necesario.