Si bien la impresión 3D ha avanzado mucho en los últimos años, en un terreno como es el de la medicina todavía queda camino por recorrer. Sin embargo, ese camino ahora es más corto gracias al logro alcanzado por el Zurich Heart Project: imprimir un corazón artificial hecho de material implantable.

No se trata de un corazón que pueda colocarse en un ser humano. Por el momento, tan solo es una prueba de concepto. Está hecho de silicona y puede bombear líquido con una viscosidad semejante a la sangre pero no puede latir por más de 30 minutos.

Este corazón artificial pesa 390 gramos, más o menos igual que uno humano. Aunque carece de aurículas, tiene un ventrículo derecho y un ventrículo izquierdo, que están separados por una cámara adicional en lugar del septo que se encuentra en un corazón humano. El aire presurizado infla y desinfla esta cámara central, reemplazando la contracción muscular del corazón humano, y así es como es capaz de bombear un fluido parecido a nuestra sangre elaborado por sus creadores.

Según explicó el estudiante de doctorado Nicholas Cohrs, que junto con otros investigadores colaboraron con el profesor de ingeniería de materiales funcionales en la universidad suiza de ciencia y tecnología Wendelin Stark para elaborar este corazón, no lo imprimieron directamente, sino que crearon «un molde que nos permitió hacer la estructura con las geometría de la cámara incorporadas. Elegimos silicona porque es un material establecido en medicina e implantes y está disponible en muchos proveedores de calidad». Pensando en el futuro, Cohrs añadió que la silicona ofrece la mayor flexibilidad para la optimización de un corazón artificial.

Los trasplantes están lejos, pero hay aplicaciones

Al leer una noticia como esta, lo primero que nos viene a la mente es que pronto podremos no será necesario depender de donaciones para los trasplantes de corazón. Sin embargo, como explica el mismo Cohrs, aunque el «objetivo final es, por supuesto, ser capaces de elaborar un corazón artificial» que funcione tan bien como un corazón natural, «Se necesitarán años para asegurarse». Todavía son necesarias muchas mejoras antes de que «podamos empezar a pensar en eso».

El doctor Stephen H. Little, cardiólogo del centro vascular y corazón de Houston Methodist DeBakey y director médico de la clínica de válvulas del centro para enfermedades cardíacas, se mostró muy impresionado por este logro cuando fue consultado por la CNN. Lo calificó como una «hazaña de la ingeniería».

Little también explicó cuál es el problema para realizar un desarrollo funcional de este tipo: «El problema con el corazón es que está latiendo y moviéndose». Hay «una gran cantidad de impresión 3D médica que funciona», pero la mayoría de ella es de «materiales que no tienen que moverse». Little añadió que «Se puede colocar un hueso de cadera, una mandíbula, un pedazo de placa celular, se puede imprimir en 3D en titanio, cerámica o plástico duro». Pero cuando se trata de hacer un corazón latiendo, eso es «un orden de magnitud más difícil».

Sin embargo, la impresión 3D de órganos tiene otras aplicaciones que no son menores, como la planificaciones de procedimientos quirúrgicos que sean muy complicados y específicos: «Una de las ventajas de la impresión 3D es que se puede tomar la imagen clínica de un paciente, que puede ser una tomografía computarizada o una resonancia magnética o ecocardiografía tridimensional… y puede reproducirla y crear un modelo tridimensional» explicó Little, lo cual permite que una planificación que llevaría 3 horas, tome tan solo 45 minutos al contar con un modelo.

Otra aplicación es en el terreno de la educación tanto médica como del paciente. Aunque se pueden recurrir a modelos y diagramas, no es algo tan eficaz como un modelo impreso en 3D: «Si una imagen vale más que mil palabras, entonces sosteniendo un modelo impreso de su propio corazón y señalando donde está el problema y lo que va a arreglar, eso tiene que valer un millón de palabras» dijo Little.

En conclusión: que aunque todavía no podamos imprimir corazones funcionales en tres dimensiones, solo es cuestión de tiempo que se vayan resolviendo los obstáculos que hay hasta conseguirlo. Mientras tanto, su aporte sigue siendo valioso y no tan solo de una exhibición de habilidad en ingeniería.