Hacer pronósticos siempre es complicado. Los mercados sufren vaivenes y los rumores acerca de tecnologías que están a punto de hacer aparición terminan desmintiéndose por estar todavía en estadios muy tempranos. Sin embargo, 2017 ha dejado tras de sí una estela que señala lo que van a ser las tendencias dominantes en 2018 y si algo prometen es la democratización de características que antes eran un tanto exclusivas.
Y es que hay que considerar que a día de hoy, un celular no es solo un teléfono, sino que es una extensión de su propietario gracias a tener en la palma de su mano cosas como cámaras de alta resolución, una pantalla de cine a la carta, un sistema de música portátil y aplicaciones para prácticamente cualquier cosa. Es decir, un dispositivo multiusos digno de haber aparecido en una película de ciencia ficción hace tan solo 10 años.
Visto como los fabricantes han estado incrementando el tamaño de sus pantallas, se puede esperar que en 2018 nos encontremos con celulares que se volverán cada vez más grandes (habrá que ver donde está el límite), pero siempre buscando el equilibrio necesario no solo con su ligereza, sino también con la duración de la batería. Hasta la conservadora Apple parece que planea incrementar el tamaño más allá de lo que se ofrece en el iPhone X.
Sin embargo, las pantallas grandes no han sido cosa exclusiva de la gama alta, sino que también se ha podido encontrar en modelos de diferentes precios, y seguramente este año termine siendo igual. Al fin y al cabo, con el incremento constante de consumo de vídeo desde el móvil, una pantalla grande siempre ofrece una mejor experiencia. De ahí que compañías como Samsung, Micromax y Vivo introdujeran dispositivos con una relación de aspecto de 18:9 que prometen una mejor experiencia de visualización a los usuarios.
Otra cosa que podemos esperar que corra como la pólvora es el reconocimiento facial y la inteligencia artificial, esta última de mano de asistentes virtuales. La razón de ello es que los fabricantes chinos e indios están implementando estas funcionalidades en dispositivos más asequibles. Si consiguen hacerlo de manera efectiva, con un rendimiento más que óptimo para conseguir que estas características no sean poco más que testimoniales, está claro que terminarán convirtiéndose en funciones tan estándar como la inclusión de una cámara.
Por último, otro aspecto que muchos fabricantes tomarán también en cuenta en sus gamas media y baja será el de la experiencia de usuario. La calidad ya no será algo reservado a la gama alta, sino que se tendrá también en cuenta en los celulares de precios más bajos. Y al hablar de experiencia de usuario hablamos de una globalidad: desde mejoras en software hasta un cuidado especial en aspectos que a veces parecen menores como lo que siente un usuario al sostener el equivo.
En resumidas cuentas, que podemos esperar un año en el que quizá no se hagan grandes e impresionantes avances tecnológicos, de esos que que marcan un antes y un después. Pero sí que será un año en el que esos avances que han ido apareciendo a lo largo de 2017 terminarán propagándose más allá de los grandes nombres.
Por muy espectacular que sea una tecnología, esta no provoca un impacto real en la sociedad a menos que esté al alcance de mucha gente. Y esto es precisamente lo que se puede prever que va a ocurrir este año: la necesidad de las empresas por competir terminará por lograr que lo que ahora son características exclusivas al alcance de muy pocos se extiendan a gamas inferiores tanto para atraer nuevos clientes como para fidelizarlos a sus marcas.