Lo que se conoce como modo Battle Royale se ha convertido en la sensación de los últimos tiempos. Popularizándose de manera masiva gracias a PlayerUnknown’s Battlegrounds, el género ha ido creciendo todavía más de la mano del juego gratuito de Epic Games, Fortnite Battle Royale, que ha atraído a un público aún mayor.

Este brutal éxito, que ha llevado a ambos juegos a romper records de jugadores concurrentes y de audiencia simultánea en Twitch, ha provocado que otros estudios den el salto al género y es de esperar que vengan muchos más imitadores, especialmente debido a que no se necesita mucho para crear o adaptar un proyecto existente a lo que es un juego de tipo Battle Royale.

Pero el formato no apareció de la noche a la mañana, sino que nació en gran medida en los mods multijugador, especialmente en los de juegos de supervivencia de mundo abierto. Juegos como DayZ, H1Z1 y Rust colocaban a los jugadores en territorio hostil hasta arriba de enemigos y era necesario recurrir al ingenio para encontrar o directamente fabricar los elementos necesarios para mantenerse vivo.

El espíritu del Battle Royale ya se puede encontrar aquí, pues en realidad no está claro que es lo que puede pasar cuando dos jugadores se encuentran en estos juegos. Uno puede matar a otro y robarle o ambos pueden hacerse amigos y formar equipo. O llegar a un acuerdo que uno termine traicionando al otro. Es decir, que el juego se elevaba a un nuevo nivel, uno con un fuerte elemento de psicología social.

A pesar de que tendemos a pensar en Shooters al hablar de este formato, el primero de los mods tipo Battle Royale fue hecho para Minecraft. Fue «Survival Games», una versión competitiva del juego basada en las películas de «Los juegos del hambre». Este mod ganó popularidad y desde esta comunidad saltó la idea a otras partes.

A partir de aquí, los modders fueron creando nuevos escenarios cada vez más competitivos. Uno de ellos fue Brendan Greene, creador de PUBG, que plasmó ideas similares para juegos como DayZ y Arma III. Lo que le gustó del formato fueron las interacciones que propiciaba: «Me encantó la idea de que no estás lidiando con la inteligencia artificial, no estás lidiando con un mecánico predecible, estás lidiando con otras personas. Y eso es muy divertido, porque hay gente loca y extraña ahí fuera»

Fueron los mods de Green los que ayudaron a que se cristalizasen muchos de los aspectos Battle Royale como formato, incluyendo el nombre. Este lo empleó en honor a «Batlle Royale», la película de culto japonesa del año 2000 que adaptaba una novela de 1999 y que ha sido citada por Quentin Tarantino como una de sus cintas favoritas. En ella, un grupo de estudiantes de secundaria se ven obligados a luchar hasta la muerte hasta que solo sobrevive uno.

h1z1

Green también creó un mod oficial para el juego de supervivencia zombi H1Z1 que se hizo muy popular, lo cual llevó a Daybreak a crear su propio modo Battle Royale para el juego. Al poco tiempo, H1Z1 pivotó hasta centrarse totalmente en este modo y se convirtió en el primer juego del género tal y como lo conocemos actualmente.

Entonces, Green se fue a crear su propio título, el cual ya conocemos sobradamente: PUBG o PlayerUnknown’s Battlegrounds. Su éxito a lo largo de 2017 llevó a que más tarde Epic Games siguiese sus pasos con Fornite: Battle Royale, un modo competitivo gratuito para complementar su juego de supervivencia zombie gratuito.

Con el tiempo, Fortnite ha encontrado un gran número de seguidores debido a su libertad de juego y su giro único basado en la mecánica creada para el modo original de Fortnite: las capacidades de construcción similares a las de Minecraft a las que pueden recurrir los jugadores para construir sus propias fortificaciones.

Es de suponer que, como les sucede a otros géneros, el Battle Royale experimentará su época de auge hasta estabilizarse y quizá verse echado a un lado por otros formatos. Cuánto durará esto, no se sabe. Pero mientras tantos tendremos seguro que muchas copias poco innovadoras, aunque también aparecerá alguna que otra joya a la que no perder de vista. Y es a estas a las que hay que prestar atención, porque seguro que serán los ladrillos sobre los cuales se irá edificando el género y, por extensión, el mundo de los videojuegos, cuya historia estamos viviendo en primera persona.