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Cuando hablamos de conectividad en el hogar o en la oficina, siempre pensamos en cosas como la velocidad de la conexión e incluso el alcance de esta dentro de nuestro perímetro de acción, por decirlo así. Pero pocas veces nos preocupamos del aparato que hace posible que todos nuestros dispositivos se puedan conectar a Internet: el router.

El router es un punto crítico al que debemos prestar atención de cara a la seguridad. Piensa que es la puerta de entrada de Internet para todos nuestros dispositivos y que si se infecta con malware, dichos dispositivos serán vulnerables a ese software malicioso. ¿Suena exagerado? Pues no lo es. Solo hay que acordarse, por ejemplo, de VPNFilter, que afectó a miles de routers no hace tanto.

Ahora bien, hay que reconocer que proteger nuestro router no es algo que esté al alcance de todo el mundo. Como dijo Matt Watchinski, director senior de Cisco Talos, que ayudó a investigar el malware del VPNFilter, «La mayoría de los consumidores no saben cómo reparar estas cosas. No lo tratan como lo hacen con su aire acondicionado o refrigerador, donde todos sabemos que deberíamos cambiar los filtros».

De hecho, ni siquiera entre los profesionales es algo que sea de conocimiento general. Según una encuesta realizada en 2014 entre profesionales y empleados de tecnología que trabajan a distancia para la empresa de seguridad Tripwire (PDF), sólo el 32% dijo que sabía cómo actualizar sus routers al firmware más reciente.

Sin embargo, es importante que cuidemos nuestro enrutador. Por ello, vamos a ver unas buenas prácticas recomendadas que, aunque son un tanto generales, se podrían considerar como lo mínimo que podemos hacer para mantener este dispositivo tan importante a salvo.

Actualiza el firmware a la última versión

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Como en el caso de las computadoras de escritorio o los teléfonos móviles, es importante que apliquemos las últimas actualizaciones al firmware de nuestro router. Dicho de forma simple, el firmware es el software básico que viene en un aparato electrónico para que este pueda funcionar.

Ahora bien, ¿cómo actualizarlo? Esto ya es más complicado, pues en ocasiones el proceso puede variar. Pero vamos a ver cómo hacerlo de manera general.

Primero, hay que consultar el manual de instrucciones del router para saber cuál es la dirección IP del mismo. Esta dirección es una cadena de números (algo tipo 192.168.1.1) que introduciremos en un navegador web para así acceder al panel de control del enrutador. Cuando lo encontremos, es conveniente anotarlo en alguna parte y guardarlo en algún sitio seguro.

Después, ponemos la IP en el navegador y entramos en el panel de control. Se nos pedirá un nombre de usuario y una contraseña. Si no los tenemos, se los deberemos pedir a la operadora con la que tengamos contratado el servicio de Internet.

Cuando consigamos acceder al panel de control, debemos entrar a la sección de configuración del firmware. Allí, lo más seguro es que encontremos un botón o un enlace que nos permita comprobar si estamos usando la última versión o debemos actualizar. Así que clicamos en él y esperamos a ver qué ocurre.

Si hay una actualización disponible, seleccionamos su instalación y dejamos que a partir de ahí la máquina haga todo el proceso. Probablemente, el router se reinicie en algún momento.

Esto hay que hacerlo más o menos cada 3 o 6 meses. En el caso de que el proceso se te haga muy complicado por la razón que sea, mejor ponte en contacto con la empresa que te proporciona la conexión y pide que lo hagan ellos por ti o que te den la asistencia necesaria para hacerlo por ti mismo. No sería de extrañar que te pongan un cargo extra por esto, por lo que antes de solicitarlo sería bueno que preguntes.

Cambia el nombre de usuario y la contraseña por algo más seguro

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Muchos routers vienen con nombres de usuario y contraseñas extremadamente débiles («admin» y «password» o «root» y «root»). El problema de esto es que facilita que cualquier persona que se encuentra dentro del alcance de nuestro router podría iniciar sesión en él y cambiar su configuración, haciendo que otros puedan usarlo.

Por tanto, cuando actualicemos el firmware, aprovechemos para comprobar la configuración de seguridad y así cambiar el nombre de usuario y la contraseña por algo que sea más seguro. De nuevo, si es complicado para ti, pídeselo a tu proveedor de conexión cuando solicites la actualización de tu equipo. Conserva el usuario y la contraseña en un lugar seguro, igual que hiciste con la dirección IP.

Reemplaza el router cada pocos años

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A pesar de que un router parezca funcionar correctamente, habrá llegado al final de su vida útil cuando el fabricante deje de ofrecer soporte, lo cual quiere decir que no habrá más actualizaciones de firmware. Esto suele suceder cada 3 o 5 años, por lo que es momento de reemplazarlo.

La mejor forma de comprobar si el soporte se ha acabado es buscar el modelo exacto del router en el sitio web del fabricante. Si no ha habido actualizaciones de firmware desde hace tiempo (al menos, un año), es muy posible que haya finalizado el soporte.

En este punto puedes hacer dos cosas. La primera es solicitar a tu proveedor de Internet que te cambie el router. De hecho, sería lo más práctico pues lo normal es que estos equipos estén en régimen de alquiler: si suspendemos el servicio, se llevan el router. Por lo tanto, habla con tu proveedor y averigua los pasos a seguir. A veces, ellos mismos están colocando nuevos routers sin costo a nuevos clientes o a quienes lo solicitan, pero esto depende de cada compañía.

La segunda cosa que puedes hacer es comprar tú uno por tu cuenta e instalarlo si tienes los conocimientos necesarios. Existen routers modernos que incluyen actualizaciones automáticas, algo bastante práctico, y que además tienen mucho mejor rendimiento que el que nos da nuestro proveedor y una vida útil más larga. Eso sí, su precio puede superar los $ 100 dependiendo del modelo.

Si no tienes los conocimientos necesarios pero quieres decantarte por esta opción, siempre puedes ponerte en contacto con tu proveedor para que te ayude en el proceso de cambio, o buscar personal técnico especializado que te eche una mano. Por supuesto, el costo subirá más todavía, pero a cambio habrás incrementado el nivel de seguridad digital de tu hogar o empresa, algo que en los tiempos que corren es sumamente importante.