La Generación Z ya está dejando Facebook

Déjame que me ponga personal durante unos momentos. Recuerdo como si fuera ayer cuando, en mis clases de informática, les hablaba a mis alumnos de algo llamado «Facebook». Les decía que deberían prestar atención a esta red social, que iba creciendo en Estados Unidos y otras partes del mundo, pero me ignoraron en favor de la que entonces estaba de moda: Hi5.

Uno o dos años después (como «muy mucho»), Hi5 era un animal en extinción.

¿Estoy con esto pregonando mis habilidades de futurólogo o de fino analista? Ni mucho menos. Solo quiero constatar con esto que, por mucho que nos pese, las tendencias que calan hondo en Estados Unidos terminan extendiéndose por el resto del planeta.

Y ahora, la tendencia de la Generación Z en Estados Unidos es abandonar Facebook. Por lo tanto, si nada cambia, también terminará ocurriendo aquí.

¿Qué es eso del a Generación Z?

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Si eres de los que se pierden entre los términos que se acuñan para designar a las generaciones, vamos a hacer una breve pausa para acotar aquello de lo que estamos hablando.

A la Generación Z pertenecen todos aquellos nacidos aproximadamente entre 1995 y 2010. Es decir, los que tienen entre 8 y 23 años más o menos.

Antes de esta generación, tenemos la famosa Generación Y, más conocida como la de los milenials. Las fechas no están acotadas como en la Z, pero se suelen poner los límites desde mediados de los ochenta hasta mediados de los 90. Es decir, más o menos los que tienen entre unos 24 años y unos 33 años. Antes vienen la Generación X (1965 hasta 1985) y los Baby Boomers (1946 hasta 1964).

¿Y los que han venido tras la Generación Z tienen ya nombre? Pues sí: son la generación T o posmilenial. Lo de «T» viene por táctil e integra a los que han nacido (y nacerán) desde 2010 hasta 2020. Veremos que ocurre a partir de 2020 para que se acuñe un nuevo nombre.

Huyendo de Faceboook

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Según una encuesta realizada por Piper Jaffray el año pasado, solo el 9% de los adolescentes estadounidenses decían que Facebook era su red social favorita. Esta cifra significó un descenso del 4% respecto a 2016.

Si esto ya fue una mala noticia para la plataforma de Zuckerberg, en septiembre de 2017 vino la empresa de estudios de mercados eMarketer a añadir más leña al fuego. Según sus estimaciones, el número de usuarios de Facebook entre 12 y 17 años de edad descendería un 3,4% hasta finales de este año, quedándose en una cifra de 14,5 millones de usuarios (siempre de Estados Unidos).

Estamos a mediados de año. ¿Se están cumpliendo estas proyecciones? Eso lo deben saber en Facebook, pero fuera de la red social por el momento no se ha dicho nada más al respecto.

Ahora bien: ¿adónde se va la Generación Z estadounidense entonces? Pues la respuesta ya te la puedes imaginar: Snapchat e Instagram.

Según la misma encuesta de antes, el 47% de los adolescentes consideraban a Snapchat su plataforma social favorita, con un crecimiento del 35% respecto a 2016. Respecto a Instagram, la cifra era de un 24%, el mismo número que el año anterior.

Oscar Orozco, analista senior de pronósticos de eMarketer, declaró que «Vemos adolescentes y preadolescentes migrando a Snapchat e Instagram. Ambas plataformas han tenido éxito con este grupo demográfico, ya que están más alineadas con la forma en que se comunican, es decir, usando contenido visual».

A esto, Orozco añadió algo poco halagüeño para la red social azul: «Fuera de los que ya se han ido, los adolescentes y los preadolescentes que se quedan en Facebook parecen estar menos comprometidos: se conectan con menos frecuencia y pasan menos tiempo en la plataforma».

Por otro lado, según declaró An Hodgson, gerente de ingresos y gastos de Euromonitor International, a Business Insider, los valores de la Generación Z explican sus preferencias digitales: «Debido a que los Gen Zers son individualistas y valoran su privacidad, prefieren los medios sociales anónimos como Snapchat, Secret y Whisper en lugar de Facebook». Hodgson también explicó que «En general, los miembros de la Generación Z son expertos en tecnología, pragmáticos, de mente abierta, individualistas, pero también socialmente responsables».

¿Debe preocuparse Mark?

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Con estos datos en la mano, que no son ni mucho menos concluyentes, está claro que el éxodo de los más jóvenes de Facebook es un hecho. Pero, ¿tiene Zuckerberg de qué preocuparse? En primera instancia, quizá sí. Pero tal vez no tanto como podría parecer.

La primera razón que tiene para no hacerlo es obvia: Instagram es suya. Sí, le ha robado muchos usuarios a Snapchat, pero todavía este sigue siendo un serio competidor en el segmento de población al que nos referimos. Bajo este ángulo, el esfuerzo que ha hecho Zuck para destronar a Snapchat adquiere otra dimensión y se comprende más allá de una simple rabieta por no haberlos podido comprar.

La segunda razón es más sutil y obedece al futuro de Facebook mismo y también de Snapchat. A medida que la Generación Z crezca, su círculo social se irá expandiendo y modificando. Quizá sus contemporáneos continúen usando las mismas plataformas, pero también es posible que se vean empujados a usar Facebook por las nuevas relaciones que establezcan. Todo estará determinado por el poder de la red social y la influencia que conserve en el futuro.

En cierta forma, si Facebook se mantiene en pie y evoluciona para adaptarse a los tiempos, se convertirá en un sitio en el que irremediablemente hay que tener presencia (prácticamente, ya lo es en muchos sitios). Esto no está asegurado, desde luego, pero existen muchas posibilidades de que sea así. Y, de todas formas, conseguirlo va a exigir que hagan un trabajo extra en la red social que, a día de hoy, se hace difícil de prever.

Si lo vemos de esta manera, Facebook tiene cierto margen de maniobra. Sin embargo, y a pesar de que su presencia es tan abrumadora como la de Google y su volumen ha adquirido tales dimensiones que competir con ella es muy complicado, una pequeña empresa como Snapchat está haciéndole mella a futuro. Por lo tanto, lo que Zuckerberg no puede hacer es dormirse en los laureles. Porque si lo hiciera, cuando despertase podría encontrarse con que la Generación Z no es solo que se haya ido del todo, sino que además no ha vuelto.