La idea de convertir superficies en pantallas no es nueva. Ya se han ido realizado experimentos de todo tipo, tanto por parte de grandes marcas como Microsoft (recordemos que su primera «Surface» fue en realidad una mesa), BMW o Samsung, como por parte de «independientes», por así decirlo: personas que se han animado y han hecho sus propios experimentos caseros que, en algunos casos, resultan en prototipos sorprendentes debido a su calidad y acabado.

Precisamente este último es el caso del espejo «Apple» (lo pongo entre comillas porque no tiene nada de oficial) que ha diseñado y construido Rafael Dymek. Se trata de un espejo casi de cuerpo entero («tres cuartos» podría encajarle bien) con pantalla táctil y basado en iOS 10. Sí, podríamos denominarlo como «espejo inteligente».

Este espejo es completamente funcional. En su interfaz nos muestra la hora, la fecha y el clima, además de los iconos de las aplicaciones, los cuales podemos recolocar a voluntad tal y como haríamos en un iPhone o un iPad. Cuando el espejo permanece inactivo durante 45 segundos, entra en suspensión y la interfaz desaparece. Para volver a mostrarla, solo tenemos que tocar en cualquier parte de la superficie.

En el vídeo de demostración que hizo, Dymek no entra en detalles acerca de cómo construyó el espejo y solo muestra el resultado final. En él, se puede ver como funciona prácticamente como un enorme iPad, pudiendo ejecutar aplicaciones como Netflix, Messenger o Uber. También puede conectarse a unos parlantes externos (de la marca Sonos en este caso) para que suenen por ellos la música que se reproduzca. Aquí está el vídeo en cuestión:

Desde luego, como prueba de concepto resulta interesante y demuestra también que, con ingenio, iOS puede ser bastante versátil. Y especifico iOS porque con Android ya se han hecho este tipo de experimentos: Max Braun, un ingeniero de software de Google, construyó un espejo inteligente con el sistema operativo de Mountain View e incluso publicó los pasos que siguió para hacerlo.

Los espejos inteligentes no son una idea nueva, y algunas compañías como Microsoft o Panasonic han coqueteado con ella sin llegar muy a fondo. Pero no parece un producto que despierte el suficiente interés como para que ninguna esté dispuesta a apostar por él de manera decidida. Sin embargo, sí parece algo que llame la atención de la comunidad maker, como acabamos de ver.

En principio, estos espejos podrían tener una salida comercial en hoteles de lujo y establecimientos similares, sobre todo si lo que permitiesen fuera conectarse a nuestro celular, sin importar si es iPhone o Android y visualizar en la superficie nuestras aplicaciones y nuestra información. A partir de ese punto, como suele ocurrir con toda tecnología, estaría accesible al principio tan solo a precios elevados para que después estos se hiciesen más asequibles y, aunque no estuvieran al alcance de todo el mundo, sí podrían hacerse más populares. Pero ya sabemos como es el mercado: no lo aguanta todo, e innovaciones atractivas pueden tener que hacer un trabajo extra para implantarse si es que logran hacerlo.

No sé tú, pero a mí sí sería algo que me gustaría ver en mi casa,