La mayoría de los analistas coinciden en su veredicto: la nueva Xbox One S es la mejor consola que ha lanzado Microsoft hasta el momento. Mucho se esperaba de ella y parece ser que sus características han terminado por complacer a casi todo el mundo (y dejo el «casi» poder dejar espacio a la duda, que alguien habrá que no esté contento con ella).

Dado que en Tekzup aún no hemos podido ponerle la mano encima, hemos decidido recurrir a los que sí lo han hecho, repasando y resumiendo los análisis que han hecho en Xataka y en Hipertextual para ofrecer así un compendio de sus puntos de vista acerca de la nueva consola que viene desde Redmond, incluyendo su experiencia al usarla y sus apreciaciones que, en algunos puntos, difieren ligeramente. De esta forma, podrás conocer un poco mejor esta Xbox One S de la que tanto se está hablando.

Así es la consola en sí misma

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Si por algo llama la atención la Xbox One S a primera vista es por su tamaño, el cual es, según Microsoft, un 40% menor al de la Xbox 360. Esta es una reducción considerable, sobre todo cuando tenemos en cuenta que se ha introducido en su interior la fuente de poder. Prescindir de una fuente externa consigue que, además de ahorrar en espacio total, también tengamos ahora solo dos cables: el que nos sirve para enchufar la consola a la red eléctrica y el HDMI para conectarlo a la TV.

Ahora bien, meter la fuente dentro puede llevarnos a pensar que esto hará que la consola se caliente más que en el modelo anterior. Dependiendo de a quién escuchemos, esto puede ser cierto o no. Desde Hipertextual señalan que así es: que se calienta «un poquito más» y que «hace un pelín más de ruido». Desde Xataka, al contrario, indican que «curiosamente no se calienta tanto como la Xbox One». Y respecto al ruido, indican que la distribución de los ventiladores, que están en la parte superior y a los lados, «provoca que prácticamente no nos hayamos percatado del ruido que hace en ningún momento durante las partidas que hemos jugado».

Por detrás, la Xbox One S conserva casi los mismos puertos que tenía su predecesora. El «casi» viene ahora por la ausencia de un puerto para Kinect, el cual se conectaría en este modelo por medio del USB, para el cual Microsoft proporciona un adaptador (no incluido).

Otro aspecto importante es la inclusión de un soporte que permite colocar la consola de forma vertical. En este caso, el soporte no es necesario adquirirlo por separado. Aquí cabe señalar que el analista de Hipertextual vuelve a hablar acerca del calentamiento del equipo, el cual según su experiencia a sido el mismo tanto en vertical como en horizontal.

El mando

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Mientras que en la consola en sí misma los cambios son apreciables a simple vista, no sucede así en el caso del mando, que no ha recibido modificaciones mayores. Tanto desde Xataka como desde Hipertextual se destaca un mejor agarre, una mayor sensibilidad y una sensación de más solidez.

Cada medio hace hincapié en dos aspectos añadidos diferentes. En Xataka señalan la necesidad de seguir usando pilas o una batería externa para que el mando funcione, mientras que en Hipertextual, el analista aprecia una conexión más rápida con la consola y una estabilidad mayor, de manera que «puedo moverme por la casa con total facilidad sin que pierda».

El desempeño y la experiencia

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Uno de los puntos fuertes con que viene la Xbox One S es el soporte 4K, que tan solo es para vídeo ya que la consola no permite jugar en esa resolución. De todas formas, también cuenta con un soporte de HDR que sí es compatible con los juegos. Esto permite, según Xataka, «otorgar una mayor variedad de colores a todo lo que aparece en pantalla, dándoles más vida o incluso más realismo», lo cual resulta apreciable dependiendo del juego.

El otro punto fuerte es la capacidad de almacenamiento, que ahora es de 2 TB, aunque se anunciaron que habrá también modelos de 500 GB y 1 TB, los cuales todavía no están a la venta (aunque parece que no tardarán mucho). Esta gran capacidad hará que no se tengan muchos problemas a la hora de guardar los juegos o su información.

Precisamente es en este tema del almacenamiento en el que el analista de Hipertextual incide al mencionar que «No sé si es por el nuevo hardware o por acertar mejor con la optimización del sistema para la nueva consola, pero la experiencia de uso respecto a Xbox One se nota y mucho». Según cuenta, su Xbox One había ido haciéndose más lenta en los últimos meses, teniendo el disco duro casi lleno hasta arriba. Con la Xbox One S entre manos, decidió emular la situación y, con el disco lleno a un 97%, la nueva consola «se movía con perfecta soltura».

También en Xataka mencionan la rapidez, aunque en su caso ellos se fijan en el encendido, donde el tiempo de espera se ha reducido considerablemente en relación a la Xbox One original. Como es lógico, no cuenta la primera ejecución, donde se demorará más con actualizaciones y cosas similares.

Más allá de todo esto, la experiencia de usar la nueva consola es la misma que usar el modelo anterior.

La conclusión: no para renovar equipo, sí para comprarlo por primera vez

Las conclusiones acerca de la Xbox One S no es solo que sean las mismas tanto en Xataka como en Hipertextual, sino que en otros sitios también opinan lo mismo: si ya tienes una Xbox One, no vale la pena cambiar de equipo pues la experiencia, a pesar de lo que se ha dicho acerca de ella, no ofrece mayores cambios. No se trata de un salto tecnológico ni de un cambio de generación, por lo que es mejor esperar a que llegue este.

Sin embargo, otra cosa es si estás pensando en comprar una consola por primera vez (o renovar una más antigua). En ese caso, Xbox One S es una buena apuesta y no saldrás decepcionado del resultado que obtendrás con ella.

 

Fuente: Hipertextual