A pesar de que IBM no está pasando por su mejor momento empresarialmente hablando, sigue siendo una compañía que está a la vanguardia de la tecnología con uno de sus productos estrella: Watson, su potente sistema de inteligencia artificial que no es solo aplicado para el descubrimiento de nuevas medicinas, sino también de cara a la ciberseguridad.

Situado en el departamento de seguridad y salud de IBM en Cambridge, Massachusetts, Watson aplica sus procesos de machine learning de diferentes formas para ayudar a la monitorización de potenciales ciberataques junto con la simulación de estos para poner a prueba los sistemas de seguridad de las empresas que contratan sus servicios, los cuales en conjunto representan para IBM unos ingresos anuales de 2 mil millones de dólares.

A principios de este año, IBM creó el SOC (Centro de Operaciones de Seguridad) Cognitivo, detrás del cual también se encuentra Watson. El objetivo de este centro es mejorar la capacidad de los analistas de seguridad para responder a las amenazas: Watson estructura una vasta cantidad de datos creados por humanos para seres humanos y los da forma para que sean más fácilmente interpretables, encontrando nuevos patrones y generando nuevos conocimientos al hacerlo.

Lo impresionante aquí aparece cuando tenemos en cuenta que al hablar de datos no nos estamos refiriendo a simples números, sino a información como la contenida en la base de datos de IBM que contiene más de 100 mil vulnerabilidades documentadas o los 10 mil documentos de investigación y los más de 700 mil artículos publicados en blogs cada año.

Para manejar toda esta información, Watson utiliza tecnologías inteligentes como aprendizaje automático y procesamiento del lenguaje natural para imitar el funcionamiento del cerebro humano. De esta manera, el sistema se fortalece con el tiempo, aprendiendo y mejorando con cada interacción. Al conectar puntos de datos oscuros que los humanos no pueden identificar por sí solos, se permite que las empresas respondan de manera rápida y precisa a las amenazas que aparecen.

De esta forma, Watson se convierte en una especie de asesor de confianza para los analistas, proveyendo de información clave que permite tomar mejores decisiones y, sobre todo, más informadas. Un asesor indispensable, pues permite procesar una cantidad de información que a un humano o grupo de humanos le llevaría seguramente años procesar y relacionar entre sí.