Una de las recomendaciones más habituales que se suelen hacer en materia de seguridad es recurrir al uso de VPN (redes virtuales privadas) para evitar el rastreo de conexiones. Al fin y al cabo, se supone que estas redes cifran nuestro tráfico y lo canaliza a través de servidores que supuestamente son anónimos. De esta manera, y siempre en teoría, resulta muy difícil o hasta imposible rastrear a un usuario individual.

¿Y a qué vienen tantas suposiciones? ¿Acaso el sistema de VPN no es seguro en realidad? Pues claro que lo es, pero al final resulta que es como todo: que es tan seguro como lo haya decidido el proveedor del servicio. Y es que, a menos que seamos nosotros mismos quienes nos encarguemos de crear la red privada y esté completamente en nuestras manos, cuando usamos recursos de terceros siempre estaremos expuestos a beneficiarnos o sufrir de su buen o mal hacer.

Normalmente, lo que hacemos casi todos para usar una VPN es precisamente recurrir a servicios de terceros, procurando elegir el que más confianza nos despierta en función de las valoraciones y referencias que leemos por la red. Y ahí es donde tenemos un problema, porque según un reciente estudio (PDF), la mayoría de servicios de VPN para móvil, y por lo menos en Android, realmente no cumplen con lo que ofrecen y hasta comprometen nuestros datos.

El estudio ha examinado 283 aplicaciones de VPN que se encuentran en la Play Store de Google y ha sido realizado por investigadores de todo el mundo. Los resultados que se han obtenido pintan un panorama que podríamos calificar de aterrador si no sonase exagerado, así que vamos a calificarlo tan solo como espantoso.

Según este estudio, el 75% de las aplicaciones de servicios de VPN «usan librerías de rastreo de terceras partes y el 82% solicitan permisos para acceder a recursos sensibles, incluido cuentas de usuario y mensajes de texto». Esto ya de por sí es malo, pero no es lo peor que se dice.

Lo peor es que más del 38% de las aplicaciones examinadas contienen algún tipo de presencia de malware de acuerdo a VirusTotal. Y no solo eso, sino que además el 18% implementa protocolos de tunelización sin cifrado, lo cual incumple completamente la promesa que hacen a sus usuarios de que garantizan el anonimato y la seguridad.

Y ya, en el colmo de los colmos, un número significativo de aplicaciones canalizan el tráfico no a través de un servidor central, sino a través de otros usuarios. En el peor de los casos, esto significa que si alguien ha cometido un delito empleando la misma VPN que tú y su tráfico ha pasado por tu computadora, se te podría acusar a ti en lugar de al verdadero culpable.

Un panorama realmente deprimente, al menos en el terreno de la movilidad. Se echa de menos que en el estudio muestren una lista en la que se desglosen las aplicaciones menos confiables y aquellas que sí cumplen lo que ofrecen, pero por lo menos sirve para ponernos en alerta ante este tipo de productos. Sí, pagarán justos por pecadores, pero parece que hay tantos de estos últimos que es una consecuencia que hay que asumir.

Por lo tanto, si decides instalarte una aplicación de VPN en tu celular, ten mucho cuidado. Tómate tu tiempo para investigar al respecto de las opciones que encuentres y no recurras a ellas si te despiertan dudas razonables. Recuerda que tu seguridad puede correr peligro si haces una mala elección.