El auge en la producción y uso de drones de todo tipo es algo que podemos comprobar de primera mano mirando virtualmente a nuestro alrededor. A nivel de usuario, no falta el día en el que nos encontremos con algún vídeo viral de la grabación de un dron, sea esta chistosa o simplemente llamativa. Y esos son, claro, los casos anecdóticos, que luego están aquellos usos más productivos y que van más allá del simple pasatiempo o entretenimiento.

Pero sumando tanto una cosa como otra, el crecimiento en la venta de drones es algo que se está produciendo de forma paulatina pero constante. Y según un informe de BI Intelligence, será a partir de 2020 que se disparará a nivel global.

Aunque existen grandes empresas y conglomerados industriales que están empezando a invertir en el desarrollo de drones, lo cierto es que son pequeñas empresas y startups las que se dedican a suplir la demanda que proviene de sectores como la agricultura, los bienes raíces, la energía y la construcción, generando así un ecosistema de fabricantes de software y hardware que, paralelo a la demanda, crece más con cada día que pasa.

Algunos de los puntos clave sobre los que pone el foco el informe de BI Intelligence son los siguientes:

– En base a la proyección de ingresos realizada, estos podrían alcanzar los 12.000 millones de dólares en el 2021, partiendo de los 8.000 millones del año pasado.

– Las ventas de drones de consumo se cuadriplicarán durante los próximos cinco años, impulsadas por una mayor competencia en cuanto a precios y por la aparición de nuevas tecnologías que harán que volar un dron sea más sencillo para los principiantes.

– El crecimiento en el sector empresarial superará al del sector de consumo, tanto en ventas como en ingresos. Esto será propiciado por los cambios de regulación tanto en Estados Unidos como en Europa, los dos mercados potencialmente más grandes para el sector.

– La aparición de mejoras en la tecnología de prevención de colisiones, entre otras, hará que volar drones sea cada vez más seguro y que los legisladores se sientan cada vez más cómodos teniendo estos aparatos en el cielo, lo cual conducirá a regulaciones más flexibles.

– El sector militar seguirá al frente del resto en los que se refiera a gastos en vehículos no tripulados durante el período de pronóstico del informe debido al alto costo de los drones militares y al creciente número de países que tratan de adquirirlos.

Drones en Ecuador

Aunque este informe hace especial hincapié en el estado de la cuestión desde el punto de vista estadounidense, no es difícil imaginar que Ecuador formará parte de lo que sin duda es una tendencia a nivel mundial. Ya se están fabricando drones en el país para consumo propio y se habló hace tiempo de que también se estará en disposición de exportarlos dentro de un corto plazo.

En cuanto a la regulación, desde septiembre de 2015 existe un reglamento (PDF) emitido por la Dirección General de Aviación Civil que, entre otras cosas, delimita las áreas en las que los drones no pueden ser operados, la altura máxima de vuelo (400 pies —122 metros—) o las horas en las que pueden circular (entre la salida y la puesta de sol).