El principal fabricante de los iPhone es la empresa taiwanesa Foxconn. Estos teléfonos no son el único dispositivo que fabrican para marcas estadounidenses: también hacen iPads, Kindles, consolas (PlayStation 4 y Xbox 360) y cámaras GoPro. Sin embargo, el iPhone es un producto muy importante para ellos. Casi como para Apple.
La mitad de los iPhone que fabrica Foxconn salen del complejo industrial situado en Zhengzhou, China. Esta es una ciudad de 9,5 millones de habitantes situada en una de las provincias históricamente más pobres del país, Henan, en la que viven 94 millones de personas. El complejo industrial es tan grande que se conoce entre los residentes como «iPhone City».
En la práctica, «iPhone City» es una ciudad de verdad. Hasta allí se fueron unos reporteros de Business Insider para conocer de primera mano qué es lo que hay detrás de esos fantásticos teléfonos de la manzana y cómo son las condiciones de vida en aquel lugar.
Una ciudad iPhone con gran apoyo estatal
IPhone City (no es su nombre oficial, por supuesto) se encuentra a más de 30 kilómetros del centro de Zhengzhou. El complejo tiene una extensión de más de 3 kilómetros y medio se construyó en 2010 casi exclusivamente para satisfacer las necesidades de producción del iPhone.
Para la construcción, Foxconn recibió 600 millones de dólares de ayuda del gobierno provincial, un apoyo que hasta el día continúa en forma de incentivos fiscales, subsidios e infraestructuras como pavimentación de nuevas carreteras a la fábrica, construcción de centrales eléctricas, contribución a los costos de energía y transporte, y bonos por cumplir con los objetivos de exportación.
Pero esto no se queda ahí: el gobierno incluso ayuda a reclutar, entrenar y alojar trabajadores para la fábrica durante los períodos de mayor producción de iPhone y la provincia impone cuotas para el número de trabajadores que las aldeas y ciudades locales deben proporcionar a la fábrica.
Es más, en 2016, las empresas de carbón de propiedad estatal prestaron trabajadores a la fábrica. Y el año pasado, según informaron desde el Financial Times, las escuelas de comercio requirieron que estudiantes de tan sólo 16 años trabajasen en la fábrica para adquirir «experiencia laboral» y así poder graduarse. En el período previo al lanzamiento del iPhone X, se descubrió que muchos estudiantes trabajaban horas extras, lo que es ilegal según la legislación china.
Aparte de todo esto, el gobierno provincial convirtió iPhone City en una «zona de servidumbre» («bonded zone»), lo que significa que el gobierno chino lo considera suelo extranjero. Este acuerdo permite a Foxconn y Apple importar y exportar virtualmente mercancías para sean vendidas en China o en cualquier parte del mundo.
500 mil iPhones diarios salen de aquí en los momentos pico
En iPhone City trabajan hasta unas 350 mil personas del total de 1,3 millones de trabajadores de Foxconn en China continental, siendo este último número el que convierte a la empresa en el mayor empleador privado del país. Sin embargo, la cifra puede variar según la época, llegando a bajar en ocasiones a menos de la mitad.
Los trabajadores viven en dormitorios en edificios de 10 o 12 pisos en las afueras de las fábricas de Foxconn. En los alrededores, se instalan todo tipo de vendedores que se ganan la vida con comida callejera, ofreciendo masajes o vendiendo calcetines y otras baratijas.
Lo que se hace en la fábrica de Zhengzhou es algo que se conoce como FATP por las siglas en inglés de «ensamblaje final, pruebas y embalaje». Esta etapa de la fabricación requiere alrededor de 400 pasos para montar un iPhone.
La mayoría de los trabajadores tienen entre 18 y 25 años, aunque los internos tienen sólo 16. La mayoría provienen de Zhengzhou o de aldeas de los alrededores de Henan. La gente de Business Insider apreciaron a ojo que, en general, parecía haber el mismo número de hombres que de mujeres.
En los meses de verano previos al lanzamiento de un nuevo iPhone, se producen 500 mil teléfonos al día, llegando a veces hasta 350 por minuto. La mayoría de los trabajadores hacen una tarea repetidamente durante todo el día, como pulir la pantalla, soldar un componente o colocar un solo tornillo en la parte posterior del teléfono.
Por ejemplo, según publicó The Guardian, una trabajadora a cargo de limpiar un esmalte especial en la pantalla LCD dijo que por sus manos pasaban 1.700 iPhones al día, lo cual equivale a unas tres pantallas cada minuto durante 12 horas al día. Otros empleados que tienen otras tareas pueden demorarse un minuto por cada terminal, completando entre 600 y 700 al día.
Muchas horas extra para un sueldo digno
El horario de los empleados suele ser el siguiente: despiertan a eso de las 6h30 a.m., parten hacia la fábrica a las 7 a.m., desayunan y empiezan a trabajar desde las 8 a.m. hasta las 5 p.m. (con pausa de 1 hora para almorzar), aunque si se ofrecen horas extras, continúan hasta las 9 o 10 p.m. Al parecer, la mayoría de empleados aceptan estas horas.
Los trabajadores con los que hablaron el personal de Business Insider les dijeron que los salarios comenzaban en torno a los 1.900 yuanes al mes, lo que vienen a ser unos $ 300. Según explicaron, esta paga es mejor que la de la mayoría de los empleos no cualificados en China.
Muchos trabajadores pueden aumentar sus salarios mensuales a alrededor de $676 si cumplen con hasta 60 horas extras a la semana. La legislación china limita estas horas a 36 al mes, pero varios reportes indican que se hacen muchas más durante los períodos de máxima producción. Hay que tener en cuenta que 60 horas extras equivalen a una jornada laboral de 14 horas, 7 días a la semana. Si se trabaja en el turno de noche, el salario puede subir hasta los $ 785, incluyendo las horas extras, por supuesto.
¿Y qué significan estas cantidades en el contexto chino? Bueno, la organización sin fines de lucro Students and Scholars Against Corporate Misbehavior estimó que el salario digno para los trabajadores de iPhone debería ser de alrededor de $ 650 para las 8 horas de trabajo. Pero como vemos, para alcanzar esa cantidad es necesario que los trabajadores hagan un montón de horas extra.
Ni tan malos, ni tan buenos
La gente de Business Insider estuvo hablando con todo tipo de personas en las afueras de la fábrica, donde, como hemos dicho, se puede encontrar casi cualquier cosa. Allí, trataron de descubrir cómo eran las condiciones de trabajo en la empresa y el estado de ánimo del personal.
Según declaró un empleado, el trabajo depende bastante del departamento al que estés asignado. Este trabajaba en la parte donde se almacenan y revisan los teléfonos después de ensamblarlos y empaquetarlos y dijo que «Nuestro trabajo es más relajado. Podemos descansar cuando queramos. No es lo mismo para la gente en la línea de montaje», aunque estos suelen tener más oportunidades de hacer horas extras y obtener un salario más alto. Sin embargo, para él es el peor trabajo de la fábrica. En la línea de montaje, los trabajadores hacen la misma tarea repetidamente durante 8, 10 o 12 horas al día.
Por lo que se cuenta en el artículo, la sensación general es que nadie está allí por el prestigio de fabricar los iPhones o para labrarse una carrera. Todo se reduce a la supervivencia, a salir adelante y construir una vida con los medios que tienen al alcance, los cuales no son precisamente muchos. Hay gente que tienen aspiraciones, pero no son la mayoría. Esto parece ser una tónica en China. Según decía el empleado anterior, trabajar en Foxconn no es ni mejor ni peor: «Las condiciones son todas iguales. Es sólo para ganarse la vida».
Lo que se extrae del trabajo de Business Insider es que, como ellos mismos dicen, Foxconn no es ni el horrible explotador que muchos estadounidenses piensan que es, ni el bastión de una fuerza laboral bien tratada que a Apple y Foxconn les gusta retratar.
Pero aunque la realidad se encuentra en un punto intermedio entre lo que dicen unos y otros, lo que sí parece es que hay un franco margen de mejora en las condiciones laborales de Foxconn, especialmente a nivel de salarios. Que este margen se cubra, tal y como están dadas las cosas hoy en día, es francamente difícil, para que nos vamos a engañar.
