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Una de las lacras que suele darse en la política a lo largo del planeta es la selección de amigos y afines para cargos que deberían ser ocupados por expertos. Es algo que se ve continuamente en muchos países de todo el mundo, pero que esto ocurra de manera pública en el que es considerado el más poderoso de todos, Estados Unidos, es como poco preocupante. Sobre todo cuando se trata de un tema tan sensible y tan de actualidad como la ciberseguridad.

Estamos hablando de la elección que ha hecho Donald Trump para encabezar la ciberseguridad de su administración: el exalcalde de New York Rudy Giuliani. Así lo anunció el equipo encargado de realizar la transición entre administraciones, indicando que será el encargado de la coordinación entre el gobierno federal y el sector privado en esta materia.

Ante esta designación, la primera pregunta que surge es cuál es el conocimiento de Giuliani acerca de ciberseguridad porque, a primera vista, haber estado al frente de una de las principales ciudades del mundo y haber gestionado lo sucedido el 11 de septiembre de 2001 no parece algo que le califique para un puesto semejante. Pero nuestra opinión puede cambiar a partir del momento que sabemos que tiene una empresa consultora de ciberseguridad: Giuliani Partners, fundada en 2002.

Dicho esto, la elección parece justificada. Sin embargo, resulta que no es oro todo lo que reluce. Según informaron desde Motherboard, es difícil decir qué hace realmente esa empresa y cuál es el papel que desempeña en ella Giuliani, más allá de ser su cara visible y decir cosas escandalosas en televisión. Según se dijo en esa publicación, «A diferencia de muchas otras empresas de ciberseguridad, Giuliani Partners no publica libros blancos sobre malware y hacks a gran escala, ni presiona para una mayor adopción del cifrado, lo que mejoraría la seguridad cibernética. De hecho, no habla mucho de ciberseguridad en absoluto, sino que elige concentrarse en su trabajo de consultoría contra el crimen más tradicional».

Si normalmente en Internet, cuando una figura pública toma una decisión polémica no tardan mucho en aparecer expertos que la escrutan, cuando el tema es precisamente de carácter informático y relacionado con seguridad, se dobla la presión y el escrutinio. Y eso es lo que ocurrió. Apenas se conoció esta designación, en Twitter se empezó a hacer mofa y befa de la empresa de Giuliani. Y no gratuitamente, al parecer. Según lo que se publicaba, el sitio web de Giuliani Partners sufría vulnerabilidades flagrantes y contaba con unas prácticas de seguridad laxas dignas de un sitio web de los años 90.

No solo eso, sino que además, como señalan desde The Guardian, si se revisan los últimos comentarios públicos que ha hecho Giuliani, es difícil encontrar una frase inteligente sobre el tema. Lo más profundo o detallado que parece haber dicho es «Me encantaría convertirme en la persona que ofrezca una solución a la ciberseguridad». Sin embargo, desde Gizmodo destacan comentarios que hizo antes y de otro tipo: se burló de lo mucho que le habían pagado sus clientes por sus servicios de seguridad. Un dinero que para ellos no era mucho pero que, al parecer, a él sí le representaba bastante. Y esos clientes eran, además, amigos suyos.

Todo esto no hace que el curriculum de Giuliani sea el más indicado para el puesto, al contrario. Estando como estamos en una época en la que los ciberataques están a la orden del día y, además, dado que durante este año la ciberseguridad representará un desafío cada vez más complejo, se hace necesario que quien esté a la cabeza de este tema en la principal potencia mundial sea un reputado experto. No solamente por cuestiones de seguridad nacional de los EE.UU., sino también de seguridad internacional y para brindar un ejemplo que invite a otras naciones a hacer lo mismo. Justo lo contrario de lo que se ha hecho.

Durante su primera rueda de prensa desde que ganó las elecciones, Trump afirmó que pronto reuniría algunas de las mentes más privilegiadas del mundo especializadas en temas de computación para abordar el problema de ciberseguridad del gobierno de los Estados Unidos. Y lo que ha hecho ha sido elegir para manejar esa tarea a Rudy Giuliani, demostrando así que está más interesado en pagar favores o colocar amigos que en cumplir sus propias palabras. Eso o no se toma el asunto muy en serio. O lo peor: una mezcla de todo.

Imagen: Gage Skidmore