Volar a cuerpo descubierto: el viejo sueño de la humanidad. La primera película de Iron Man nos hizo revivirlo a todos y consiguió hacernos creer que, aunque es muy improbable que exista un Superman, que aparezca un Tony Stark es más posible y quizá algún día se consiguiera crear una armadura similar a la suya. O por lo menos, una que permitiese volar.

Pero hubo algunos que lo creyeron más que otros, y que lo creyeron tanto como para ponerse manos a la obra y construir un prototipo funcional. Así lo hizo el emprendedor británico Richard Browning, del que ya hablamos, que bautizó a su invento como Daedalus.

Si bien hasta ahora Browning había conseguido más que nada entrar con Daedalus en las secciones de tecnología de los medios de comunicación, ahora ya se puede decir que ha pasado a la historia, porque su armadura se ha ganado un puesto en el famoso libro Guinness de los récords.

El récord lo ha obtenido por la velocidad más rápida alcanzada en un jetpack, que es a lo que se refieren en la organización al describirlo como un «body controlled jet engine powered suit». Y hay que añadir que no fue fácil conseguirlo, ni mucho menos, pues le tomó tres intentos lograrlo durante el jueves 8 de noviembre, Día Mundial del Récord Guinness 2017.

Fue a la tercera que Browning consiguió recorrer los 100 metros exigidos por la organización para medir con precisión la velocidad alcanzada. Esta distancia se cubrió sobre el agua de Lagoona Park, en Reading, Reino Unido, y Daedalus consiguió fijar la marca en una velocidad de 51,53 km/h (32,02 mph). Tras conseguirlo, Browning y su armadura cayeron al agua.

Como ya explicamos en su momento, Daedalus está formado por seis microturbinas de gas que son alimentadas por dos depósitos de combustible. Cada turbina tiene 22 kg de empuje.

Al margen del propio récord, cabe señalar que esto también muestra lo que Browning ha logrado en materia de control y equilibrio de la armadura, ya que era necesario que pudiese mantener su posición estable en el aire mientras volaba.

Este logro ha ayudado a que podamos hacer seguimiento de los progresos que se están haciendo con el proyecto y es reconfortante observar que, lejos de detenerse, sigue avanzando. Así, poco a poco, parece que el sueño de convertirse en una versión de Iron Man cada vez está más cerca. Por lo menos, si tienes el suficiente dinero.