Steve Jobs tenía 323 patentes a su nombre. Los fundadores de Microsoft y Google menos de 30

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Steve Jobs es reconocido por muchas cosas, como su capacidad de trabajo y de inventiva y, sobre todo, por su atención casi obsesiva al detalle. Muchos ven en esto último una de las principales razones de su éxito y es precisamente también ahí donde se encuentra la explicación de que Jobs sea, a día de hoy, el director ejecutivo de una empresa tecnológica con más patentes a su nombre.

La diferencia con los directores de otras empresas es abismal, incluso cuando la presencia de estos y sus avances fueron determinantes para el éxito de sus respectivas compañías. A través de una búsqueda en el sitio web de la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos, el New York Times descubrió que Bill Gates, cofundador de Microsoft y que llevó a la empresa a un punto muy alto a mediados y finales de los 90, solo tiene a su nombre 9 patentes. Por su parte, Larry Page y Sergei Brin, creadores de Google, uno de los gigantes de nuestros días, tienen poco más de una docena. Por su parte, Jobs tiene 323 patentes.

La mayoría de las patentes que incluyen el nombre de Jobs son patentes de diseño, que cubren el «look and feel» de un producto. Y es que Jobs se involucraba mucho en este aspecto. Este comportamiento, que lo distanciaba de los CEO de otras compañías, es ampliamente conocido. Pero hay algunos analistas y veteranos de Apple que ponen en cuestión que sea sea la única razón tras más de 300 patentes. Es posible que en parte haya sido un esfuerzo de la empresa de Cupertino para reforzar la imagen de visionario de Jobs.

Según David B. Yoffie, profesor en la Harvard Business School que ha estudiado la industria de la tecnología durante décadas, «Apple puede tener razones para querer el nombre de Steve en las patentes». Sin embargo, como movimiento de relaciones públicas es un tanto arriesgado, tal y como explica el profesor de leyes de la Universidad de Stanford, Mark lemley: «Si pones el nombre de alguien que no ha participado, tu patente podría ser invalidada».

Lo cierto es que las invenciones patentadas casan perfectamente con el espíritu detallista de Jobs. Algunas de las patentes que llevan su nombre son las llamativas escaleras de vidrio que hay muchas de las tiendas de Apple, los cordones de algunos auriculares del iPod, e incluso diseños ornamentales para portátiles y paquetes. En este gráfico interactivo se pueden ver muchas de ellas.

No todas las patentes tienen como único inventor a Jobs; más de 200 son compartidas con Johnny Ive, director del equipo de diseño industrial, y otros miembros de dicho equipo, lo que evidencia la importancia que para él el diseño final del producto.

Y es que esa atención al detalle siempre ha sido uno de los rasgos distintivos de Apple. Nadie duda que fue imprimido a fuego por Jobs y que fue una de las razones del éxito de la compañía, incluso aunque fuese algo que se miraba de manera despectiva por sus competidores. Recordemos que Bill Gates, en 1998, dijo que «Lo único que Apple está ofreciendo ahora es liderazgo en colores». Pero ese «liderazgo en colores», ese énfasis en el diseño, fue uno de los factores que ayudaron a que Apple se recuperase de su debacle de finales de 90, terminando por superar a Microsoft como la compañía de tecnología más valiosa del mundo.