Mark Gurman, el gurú de las filtraciones ha hablado. Y ha provocado un terremoto entre los seguidores de Apple (como casi siempre lo hace, claro está): en Cupertino planean desarrollar sus propios procesadores y, por lo tanto, dejar de usar los de Intel.

El proyecto tiene el nombre en clave «Kalamata» y está todavía en sus primeras etapas, por lo que es algo que no veremos mañana. Sin embargo, tampoco lo veremos dentro de tanto, pues posiblemente los procesadores lleguen en 2020.

No es la primera vez, ni mucho menos, que Apple cambia de procesadores. Primero lo hizo yendo del Motorola 68k al PowerPC de IBM, y luego abandonó a este por el actual Intel, algo que anunció en 2005 y que se materializó en los nuevos productos en 2006.

Al respecto de las fechas, según Avi Greengart, director de investigación para plataformas y dispositivos de consumo de GlobalData, 2020 es un objetivo «ambicioso, pero difícilmente imposible» en el caso de que ese sea el año real al que apuntan en Cupertino, ya que tienen experiencia en hacer este tipo de transiciones. Para Greengart «Es de esperar que Apple empiece con sus portátiles de consumo, en los que el equilibrio rendimiento/energía es el más potente, mientras que las máquinas iMac y Pro de Apple continúan con Intel por más tiempo».

Ahora bien, ¿por qué hace esto Apple? Pues por aquello de lo que son fanáticos en la compañía: el control, algo que en ciertos aspectos puede resultar un tanto molesto para algunos pero que, en lo que se refiere a hardware e integración de este con el software, siempre les ha dado buenos resultados. De hecho, el objetivo con este cambio es hacer que los Macs funcionen mejor en conjunto con los iPhones y los iPads; o sea, con iOS. O dicho de otra forma, caminar hacia el rumbo de una plataforma única para todos sus dispositivos, algo que de lo que se ha hablado más de una vez.

En este tema, es muy posible que Intel no tenga la culpa del abandono, incluso a pesar de los recientes fallos Meltdown y Spectre que afectaba a sus procesadores. Quizá haya influido, pero al tratarse algo acerca de lo que se venía rumoreando desde hace un tiempo, siempre de manera esporádica, más parece ser un típico «no eres tú, soy yo».

Una transición escalonada

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Desde Bloomberg, Gurman afirma que se tratará de una transición de varios pasos, de manera que no todos los productos de Apple tendrán los procesadores hechos en casa de un día para otro. Un cambio de este tipo puede causar problemas en aplicaciones escritas para la plataforma x86 de Intel, por lo que es lógico que el despliegue sea escalonado.

Si ponemos esta noticia al lado de los rumores sobre la llegada de aplicaciones de iOS a Mac, no es descartable que todo forme parte del mismo plan. La transición de procesadores por lo tanto terminaría repercutiendo de manera positiva para los desarrolladores.

Según dijo Ben Bajarin, analista principal de Creative Strategies, a Laptop Mag, «Será interesante ver qué nuevas herramientas de desarrollo surgen que puedan desdibujar la línea entre el desarrollo de aplicaciones para iOS y Mac. No es ningún secreto que iOS tiene un volumen significativamente mayor de aplicaciones disponibles que macOS, así que si Apple puede conseguir más desarrolladores de iOS para crear aplicaciones para macOS sin mucho trabajo adicional, podría ser enorme para el ecosistema de aplicaciones de Mac y la plataforma Mac en general».

A quien no le ha sentado nada bien esta noticia ha sido a los inversionistas de Intel, que no a la propia compañía. Cuando surgió, las acciones cayeron casi un 8%. Pero se trata solo de un problema de «percepción pública» como menciona también Bajarin. Porque a la hora de la verdad, Apple no representa mucho volumen de negocio para Intel.

La compañía de la manzana es tan solo un 5% del negocio del fabricante de procesadores, por lo que aunque no se trata de algo bueno, tampoco es un desastre. Según Bajarin, «La mayor parte del negocio de Intel está en el lado de los servidores. Y cuando se trata de PC, la participación de Apple en las ventas es mucho menor que la de HP, Lenovo y Dell, que son los mayores clientes de Intel».