Orugas come-plástico podrían significar la salvación del planeta

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Un descubrimiento publicado recientemente podría ser la solución para uno de los problemas más graves que enfrentamos como humanidad: el plástico. Y la clave estaría en manos de pequeño gusano conocido como «gusano de cera» y que es la larva del insecto común Galleria mellonella.

Como muchos otros descubrimientos, este también comenzó con una casualidad unida a la capacidad de observación de una persona. En este caso, esa persona fue la científica Federica Bertocchini, del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (CSIC), en España. Los gusanos de cera suelen ser un grave problema en las colmenas de abejas, y después de limpiar una infestación de ellos en una de las que tenía en casa, Bertocchini puso a estas orugas en una funda de plástico que cerró y dejó aparte mientras terminaba de limpiar. Pero cuando volvió a por la funda, descubrió que los gusanos se habían escapado de ella. ¿Cómo? Pues comiéndosela.

Fue entonces cuando comenzó el proyecto que llevó a Bertocchini y sus colegas a publicar un artículo el 24 de abril en la revista científica Current Biology. En él, describen 100 gusanos de cera masticando a través de una funda de polietileno en unos 40 minutos. Tras 12 horas, la funda había sido triturada de manera significativa. Por cierto, que la elección del material no debe haber sido casual, pues esas fundas son descartadas por todos nosotros a un ritmo de 1 trillón anual en todo el mundo.

Lo que hicieron los gusanos en realidad no fue simplemente masticar la funda sino comérsela, tal y comprobaron los investigadores al hacer un «puré» con algunos gusanos que dejaron en contacto con plástico. Tras 14 horas, en torno al 13% del plástico había desaparecido, lo que lleva a pensar que algún compuesto del sistema digestivo del gusano realmente digiere la funda.

Otro hallazgo que hicieron que fue en las fundas masticadas, las cuales examinaron en busca de residuos. En ellas, descubrieron que el etilenglicol, que es el compuesto principal en el anticongelante, fue dejado atrás por los gusanos.

No es este el primer descubrimiento biológico relacionado con la eliminación del plástico. En 2011, unos investigadores dieron con un hongo capaz de erosionar el poliuretano, otro plástico bastante común. Y en 2014, otro equipo descubrió que las bacterias dentro del sistema digestivo de los gusanos de cera podría comenzar a degradar el polietileno después de unos dos meses. Sin embargo, los gusanos de Bertocchini hicieron mucho más daño con mucha más rapidez.

Como humanidad, tenemos un problema grave con el plástico. Las fundas de polietileno, por ejemplo, tardan muchísimo tiempo de descomponerse de forma natural: entre 100 y 400 años según algunas estimaciones. Estas y otros productos plásticos continuamos acumulándolos en grandes pilas de basura y muchos van a parar a océanos de todo el mundo.

Este descubrimiento puede ser un gran avance para empezar a darle solución al problema. Sin embargo, no hay que pensar que todo se reduce a llenar de estos gusanos los vertederos, ya que esa no es una solución viable por varias razones, entre ellas porque no podrían sobrevivir en el entorno sin oxígeno de un vertedero. Sin embargo, según declaró Bertocchini, espera encontrar la enzima que utilizan para descomponer el plástico. Si pueden encontrar la molécula y producirla a gran escala, el panorama entonces sería diferente y no habría que lanzar un millón de gusanos para que se coman una funda.