Al hablar de impresión en 3D, solemos pensar en esas pequeñas impresoras capaces de generar todo tipo de pequeños objetos, algunos funcionales y otros meramente decorativos. Pero lo cierto es que el mundo de la impresión 3D tiene un gran potencial que va más allá. Un potencial que incluso es industrial, como está demostrando la empresa estadounidense Local Motors con sus productos.

Local Motors lleva ya algún tiempo paseándose por los salones presentando autos eléctricos como el Strati o el LM3D Swim (el cual se suponía que iba a salir a finales de este año), todos impresos en 3D. Sin embargo, la empresa quiere ir más allá y hace unos meses presentó un nuevo modelo de vehículo que ejemplifica sus ambiciones: un bus autónomo también impreso en 3D y también con propulsión eléctrica. Su nombre: Olli.

En principio, podría decirse que Olli tan sólo es una evolución de lo que habían presentado hasta el momento, y no deja de ser cierto. Con capacidad para transportar 12 personas, lo más interesante de este vehículo es que operará usando la tecnología de Watson, el sistema de inteligencia artificial que desarrolla IBM.

Aparte de encargarse del manejo del vehículo en sí mismo, Watson permitirá que los pasajeros interactúen con él. Los ocupantes podrán solicitar destinos a los que ir, pedir recomendaciones de sitios que visitar y hasta preguntar acerca del funcionamiento de algunas de las características del bus, el cual además estará en capacidad de recibir órdenes tanto simples como complejas (dentro de un orden). Todo esto dirigido a que la experiencia resulte más confortable para el usuario, algo que siempre hay que tener en cuenta a la hora de introducir tecnologías que pueden resultar muy ajenas para un gran número de personas.

Pero aquí no estamos hablando de un prototipo que vaya a tardar mucho tiempo en llegar a las calles, ni mucho menos. Ya hay planes para que Olli empiece a circular por Washington DC, usando esta capital como primera zona de pruebas. Y para finales de año, estas pruebas se ampliarán al condado de Miami-Dade y a Las Vegas.

Olli no es desde luego el primero bus autónomo que está (o estará) circulando por el mundo. Por ejemplo, en Grecia ya lleva desde finales del año pasado operando el proyecto piloto CityMobil2, con seis buses de conducción autónoma que cubren el centro de la ciudad de Trikala. Pero en lo que resalta el proyecto de Local Motors, además de la impresión en 3D que permite agilizar la producción, es en el uso de la tecnología de IoT (Internet of Things, Internet de las cosas) de IBM que hemos mencionado.

No hay duda de que el aspecto de la interacción con el pasajero es algo muy importante de cara a que estos proyectos tengan un buen nivel de aceptación entre la población. Los avances en vehículos autónomos son extraordinarios (aunque a veces sean necesarios hacer pequeños pero significativos ajustes) pero es lógico que se vean con cierto recelo, sobre todo cuando hablamos de transporte público. Falta mucho aún para que veamos ciudades cuyos medios de transporte sean totalmente autónomos, pero que se esté trabajando en que su inteligencia permita a la máquina interactuar con el pasajero es un paso más que positivo en ese camino.