De un tiempo a esta parte, las computadoras portátiles han ido comiéndole terreno a las de escritorio, convirtiéndose en la opción más popular a la hora de contar con una máquina potente capaz de cubrir nuestras necesidades laborales y de ocio de manera solvente. Es por ello que estos equipos han ido mejorando sus características con el tiempo para ofrecer un rendimiento cada vez mayor, pasando de ser máquinas secundarias de apoyo a ser aquellas donde realizamos la mayoría de nuestras actividades, si no todas.
Y estando así las cosas, es lógico que los fabricantes se esmeren en equiparar la potencia de sus productos para portátiles con los que ofrecen para escritorio. Eso es lo que ha hecho Nvidia con su GeForce GTX 10, una gráfica que deja caer cualquier alusión a una denominación especial que indique que está pensada para portátiles, pues la intención de la empresa es que se la considere de la misma forma que se hace con una placa para escritorio ya que, al fin y al cabo, es así.
La arquitectura gráfica Pascal es lo que le ha permitido a Nvidia incrementar la potencia y optimizar el espacio y el consumo de la gráfica; un rendimiento cuatro veces mayor al de la mejor consola del mercado con un 30% más de autonomía respecto al modelo anterior ofrecido por la compañía.
Dentro de la serie GTX 10, disponemos de tres modelos, siendo el más modesto el GTX 1060: RAM GDDR5 de 6GB, 1.280 núcleos CUDA y 1.670MHz de frecuencia de reloj. Le sigue la GTX 1070, con RAM GDDR5 de 8GB, 2.048 núcleos CUDA y frecuencia de 1.645MHz. Por último, la reina de todos los modelos es la GTX 1080, con RAM GDDR5X, de 8GB, 2.560 núcleos CUDA y frecuencia de reloj de 1.733MHz.
Preparándose para la realidad virtual
En Nvidia son conscientes de que el mercado de la realidad virtual (VR) va a tener un crecimiento potente durante los próximos años, tal y como hemos visto por aquí en otra ocasión. Es por ello que toda la serie está capacitada para manejar la VR de manera más que solvente desde la GTX 1060, la más pequeña en especificaciones, con la cual cuentan desde Xataka que hicieron una demostración durante un evento usando un HTC Vive.
La serie GTX 10 lleva así la realidad virtual a los equipos portátiles, desvinculandola de los de escritorio a los que estaba atada hasta el momento. Esto permitirá la aparición de laptops que equilibren un tamaño manejable con una gran potencia gráfica, al mismo tiempo que conseguirá que las capacidades de VR no estén limitadas a los equipos más caros, ya los habrá también en torno a los 1.300 dólares.
Por el momento, ya hay unas cuantas marcas que han anunciado que sacarán uno o más modelos que incorporen una GPU de la serie GTX 10. Las que lo harán serán Acer, Aorus, ASUS, Clevo, EVGA, Gigabyte, HP, Lenovo, MSI y Razer. Pero dada la dominación que tiene Nvidia del mercado, seguro que no tardaremos en ver como sus soluciones son integradas en varias opciones de las que presenten a corto plazo la mayoría de fabricantes.
