No sólo hay agua en Marte, también es de fácil acceso

OK, el futuro va tomando forma: montamos el escudo magnético en Marte para protegernos del viento solar y la radiación, bajamos el Tesla Roadster de Elon Musk y nos vamos a dar una vuelta por el planeta rojo a tomar una Budweiser hecha allí. Suena a plan para viernes por la noche, ¿no?

Sí, bueno, falta un poco para conseguir todo eso: aparte de solucionar el problema de cómo llegar, está ese pequeño detalle de los rayos cósmicos. Ah, ¿qué tú además no tomas cerveza? Bueno, no hay problema: nos acompañas a los demás con agua. Sí, agua de Marte. ¿Cómo que no hay? Que va: sí, sí hay agua en nuestro distante vecino. Así lo han anunciado recientemente en un estudio publicado en la revista Science.

En un comunicado de prensa de la NASA, la organización espacial dio a conocer el descubrimiento de «ocho sitios donde gruesos depósitos de hielo bajo la superficie de Marte están expuestos en las caras de pendientes erosionantes». Dicho hallazgo fue hecho gracias a las imágenes transmitidas por la nave Mars Reconnaissance Orbiter, conocida por sus siglas MRO.

Estos depositos de hielo podrían ayudar a obtener más información sobre capas de hielo subterráneas situadas en las latitudes medias de Marte, las cuales antes no habían sido detectadas. Se cree que el hielo tenía inicialmente la forma de nieve pero que ahora sigue siendo como «hielo de agua relativamente pura» aunque está «cubierto por una capa de una a dos yardas [entre 1 y 3 metros] de roca y polvo cementado con hielo».

Según señaló el autor principal del estudio, Colin Dundas, del Centro Científico de Astrogeología del U. S. Geological Survey’s Astrogeology Science Center, «Hay hielo superficial poco profundo bajo aproximadamente un tercio de la superficie marciana, que registra la historia reciente de Marte. Lo que hemos visto aquí son secciones transversales a través del hielo que nos dan una visión tridimensional con más detalle que nunca».

El coautor del estudio, Shane Byrne, del Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona, añadió que «no sólo estamos viendo el hielo con más detalle, sino que también estamos viendo cómo estaría disponible tanto para las misiones robotizadas como para las tripuladas. Los astronautas podrían esencialmente ir allí con un cubo y una pala y obtener toda el agua que necesitan».

La importante información que puede darnos el hielo

Aunque creo que ha quedado claro en las declaraciones, no está de más señalar que estamos hablando aquí de agua con propiedades minerales. Todavía falta determinar hasta que punto sería potable, pero su existencia ya significa un gran paso. Lo siguiente es conseguir una muestra del hielo para estudiarlo, lo cuál ya es un reto en sí mismo dentro del gran desafío que supone llegar a Marte.

No hace falta extenderse en las implicaciones de este descubrimiento en lo que se refiere a facilitar la exploración del planeta rojo. Sin embargo, lo cierto es que estas van más allá de su importancia como recurso. Este hielo también servirá a los científicos para obtener pistas acerca de los patrones climáticos a largo plazo del planeta.

Según dijo dijo Leslie Tamppari, científica del Proyecto MRO, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, «Si tuvieras una misión en uno de estos sitios, muestreando las capas que están cayendo por la escarpa, podrías obtener una historia climática detallada de Marte. Es parte de toda la historia de lo que ocurre con el agua en Marte con el tiempo: ¿Adónde va? ¿Cuándo se acumula el hielo? ¿Cuándo se retira?».

Conocer todas estas cosas permitiría cubrir un mayor número de las eventualidades que se pueden prever en un aterrizaje en el planeta rojo. Y por lo tanto, facilitar nuestra llegada hasta él. Hay que reconocer que este nuevo objetivo espacial se está convirtiendo en una historia verdaderamente apasionante.