Modder crea un Nintendo GameCube diminuto

Hace unos años, Nintendo sorprendió a propios y extraños con el lanzamiento de su NES: Classic Edition. El éxito que obtuvo fue rotundo, lo cual hizo que pronto apareciera su continuación lógica, la SNES: Classic Edition, que tuvo la misma aceptación. Al parecer, es posible (aunque no está confirmado) que la Nintendo 64 reciba un tratamiento similar. Pero a estas alturas, ya es demasiado tarde: a los japoneses se les ha adelantado un YouTuber, Nintendrew.

Y no es solo que Nintendrew se les adelantase con su propia versión «Classic» de la Nintendo 64, sino que ha ido más lejos y ha conseguido realizar su propia GameCube. Ni que decir tiene que no estamos hablando de modelos comercializables, sino de un ejercicio público de construcción a título personal.

Crear una GameCube «Classic» no ha sido una tarea sencilla para Nintendrew, sobre todo teniendo en cuenta los criterios que se impuso a sí mismo para elaborar la consola: que fuese similar en tamaño a las consolas «Classic» de Nintendo, que fuese capaz de jugar a un número «razonable» de juegos de GameCube y que costase menos de $ 100.

Para el interior, Nintendrew tuvo que renunciar al Raspberry Pi que uso para su Nintendo 64, debido a que la potencia no le alcanzaba para los juegos de la GameCube. En su lugar, recurrió a una computadora UP2 Squared, que son más caras que las Rasperry Pi, aunque ganaba en capacidad.

Como sistema operativo, se decantó por Windows 10 debido a que el emulador Dolphin GameCube funcionaba mejor sobre él que sobre Linux, pero de todas formas tuvo problemas con algunos juegos, como Super Mario Sunshine. A pesar de esto, la mayoría se demostraron jugables y unos dos tercios de los que probó funcionaron a un nivel aceptable.

Para la interfaz de usuario, recurrió a lo mismo que usó en su Nintendo 64: EmulationStation, un front-end para emuladores que proporciona una interfaz sencilla que muestra la portada de los juegos y datos como el desarrollador, el editor, el género y la fecha de lanzamiento. Además, también incluye un contador de cuantas veces se ha jugado a cada juego.

Por último, empleando el software Tinkercad y una impresora 3D, creó la caja de la GameCube, consiguiendo incorporar aquí hasta 4 puertos para los controles, yendo así más allá de lo que la propia Nintendo añadió en sus NES y SNES Classic, donde solo venían 2.

El resultado final resulta bastante convincente y atractivo. Sin embargo, no se pudieron alcanzar todos los objetivos, pues el presupuesto para realizar la consola se terminó elevando a más de $ 200. La razón principal: el mainboard. O sea, la necesidad de una potencia mayor para emular a la GameCube original.

La conclusión que saca Nintendrew de este experimento es que es muy posible que no veamos una versión reducida de la GameCube al menos en breve, precisamente por el factor del precio. Al fin y al cabo, una de las principales características de estas ediciones «Classic» es que sean versiones muy económicas, casi al alcance de cualquiera. Sin duda, ese ha sido el factor definitorio de su éxito y una GameCube que se distancie bastante de esa barrera psicológica de los $ 100 es muy posible que, más allá de un reducido sector de coleccionistas, esté abocada al fracaso.