Durante mucho tiempo, Microsoft ha sido el principal antagonista de Apple. Pero no parece ser así en los últimos años, en los cuales parece que la rivalidad directa se ha trasladado de Redmond a Corea (o sea, Samsung).

Esto dice bastante de Apple. Y lo que dice sobre todo es donde está puesto el foco de su negocio. Al mismo tiempo, explica en cierta manera por qué se ha desentendido de sus computadoras de escritorio y portátiles hasta el punto en que, según el analista Farhad Manjoo del New York Times, Microsoft está tomando el liderato en innovación dentro de este sector.

 

Los números no cuadran… por ahora

Para Manjoo, Microsoft «fabrica las computadoras más visionarias de la industria, si no es que las mejores máquinas, punto». Reconoce que es un punto de vista subjetivo y que, además, a la compañía no le ha ido bien en lo que se refiere a ventas en el terreno del hardware.

Manjoo mismo cita cifras: la primera Surface le reportó a Microsoft pérdidas por 900 millones de dólares en equipos que no se vendieron. La compra de Nokia provó una pérdida de ingresos de 7600 millones de dólares. Más recientemente, las cosas tampoco van muy bien: las ventas de la Xbox One son superadas por las de su directo rival, la PlayStation 4, y los ingresos de la división Surface cayeron un 2% durante el último año, aunque al parecer la división en sí misma ha crecido y la Surface Pro está haciendo ganar dinero a la empresa.

Pero el analista mira más allá de los números, los cuales pueden ir corrigiéndose con el tiempo, y se fija precisamente en productos como la Surface Pro, que se adelantó al iPad Pro y al que según él sirvió de inspiración. También lo hace en la Surface Laptop, que no es tan innovadora y sigue el camino del MacBook Air, pero con mejores especificaciones. Y claro, como no mirar hacia la Surface Studio, ese espectacular equipo de escritorio con el que Microsoft dejó a todo el mundo con la boca abierta.

Y es que parece que esa es la misión en Redmond ahora: dejar a todo el mundo con la boca abierta.

 

Operando bajo un marco mental diferente

En junio, Manjoo fue al laboratorio de hardware de la compañía en sus cuarteles generales. Allí, Panos Panay, director de la división Surface, le explicó que les han dado licencia tanto a diseñadores como a ingenieros para que le den una vuelta de tuerca al concepto del PC: «Tenemos este esquema mental que dice: «Pues voy a intentarlo. Y si no funciona, avanzamos a lo siguiente». (…) Siempre es «vamos, actuemos»».

Bajo este esquema es que salieron cosas como el Surface Dial, el cilindro háptico que acompaña a la Surface Studio, y el lápiz digital que lo complementa y que funciona con todos los equipos, tanto PC como tablets, de la compañía.

Como señala Manjoo, las máquinas que salen de Redmond no son perfectas en cosas como la relación calidad precio: indica que la Surface Studio le parece que tiene poca potencia para su precio (cuestión de puntos de vista) y la Surface Pro es cara como tableta, aunque como portátil es maravillosa.

Sin embargo, el analista considera que «a cualquiera que le interese el futuro de las PC debería emocionarle que Apple actualmente enfrente a un competidor serio y creativo». Y esto a pesar de que es improbable que el volumen de negocio de hardware de Microsoft supere al de Apple en breve

 

Una Apple que todo el mundo espera que reaccione

Lo más relevante de todo sin duda es ese cambio de mentalidad que ha habido en una compañía que se había caracterizado hasta hace poco sobre todo por ser conservadora y cuidadosa hasta el exceso, con miedo a innovar. Pareciera que, ahora que la sombra de Apple disminuye en este aspecto, Microsoft por fin se atreviese a salir para probar suerte.

Concentrada como está en el iPhone (y razones tienen para estarlo), en Apple han dejado de lado la innovación en el escritorio y en el portátil. El ejemplo más claro de esto es que cosas que deberían venir por defecto en equipos de una compañía de su nivel y, sobre todo, reputación, son ahora flagrantes ausencias. Sí, hablamos concretamente de las pantallas táctiles, que parecen reservar solamente para teléfonos y tabletas.

Si a Apple se le ha considerado una empresa innovadora (incluso la empresa innovadora por excelencia) ha sido siempre tener la innovación como actitud general, no por acotarla a tan solo a unos productos concretos, como parece hacer ahora. Por falta de recursos no será, desde luego. Por tanto, habrá que achacarlo a un cambio de mentalidad inverso al que se ha producido en Microsoft.

Hace falta mucho para quitarle esa aura de visionaria a Apple, pero poco a poco ella misma se está despojando de ella. Por su parte, Microsoft arrastra una reputación que todavía le pesa, pero los esfuerzos que está haciendo para dejarla atrás son considerables. Si las cosas continúan así, será hacia Redmond a donde se dirigirán los ojos de los que busquen lo más interesante del sector tecnológico y no hacia Cupertino. Esperemos que Apple reaccione, y no solo por el bien de sus usuarios más acérrimos, sino por el bien de todos los usuarios, ya que una carrera de este tipo lo único que haría sería beneficiarnos a todos por igual.