A menos que nos llevemos una sorpresa en lo que queda de 2017 (que sería raro), Playerunknown’s Battlegrounds, o PUBG para los amigos, se ha convertido en el fenómeno del año dentro del mundo del videojuego.

Recientemente, llegó a convertirse en el segundo juego con más jugadores simultáneos de la historia al superar los 800.000 jugando a la vez, solo para posteriormente batir ese récord propio alcanzando los 936.020 jugadores metidos en sus servidores al mismo tiempo y superando en algunos momentos al imbatible (por ahora) DOTA 2. Y antes de eso, en agosto llegó a ser en un momento el segundo juego con más horas de visualización en Twitch con 16,9 millones de horas.

El planteamiento de PUBG no es nada nuevo y es heredado casi directamente de la novela Battle Royale, donde unos estudiantes son encerrados en una isla con un equipamiento limitado y todo lo que tienen que hacer es matar o morir. Y al estilo de Los Inmortales, solo puede quedar uno. En PUBG, la situación es prácticamente la misma: tú y 99 jugadores más en una isla. Debes buscar el equipo a lo largo del mapa y debes matar a todo aquel con el que te cruces.

Ya hubo juegos que tuvieron un planteamiento similar, pero las características de PUBG han sido las que han conseguido que tenga el nivel de éxito que ha alcanzado y que alcanzará viendo como va la cosa. Y más que por una sola razón, el éxito de PUBG se justifica por el adecuado equilibrio de los siguientes puntos:

Un mapa pequeño

Un mundo grande aporta riqueza a un juego. Pero un mapeado de gran tamaño en un juego de estas características sería algo que jugaría en su contra. Aquí no tardas mucho en conocer el entorno, de manera que en siguientes partidas te sea más fácil desplegar tus estrategias tanto de ataque como de defensa.

Un objetivo simple bien resuelto

Matar o morir, a eso se reduce el juego. Bueno, a matar y a buscar armas y munición en el entorno, que si mueres ya no hay juego. No hay historias complejas. No hay largas explicaciones. Es básico y directo. Esto contribuye bastante a atraer a aquellos interesados en acción instantánea.

Por otro lado, el mecanismo del juego, en el que el mapa se va reduciendo cada vez más y en el que, si te encuentras fuera del campo de fuerza azul, va quitándote vida, hace que no puedas recurrir a la estrategia de quedarte inmóvil, ir matando a quien pase cerca y dejar que los demás se maten entre ellos. No: debes meterte en la acción. Esto hace que el juego sea mucho más dinámico y que cada partida sea diferente.

Juega a tu manera

No hay una mejor forma de jugar a PUBG. Tú puedes crear tu propio estilo, el que mejor te funcione. Debes tomar decisiones, evaluar cómo afectaron a tu rendimiento y aprender para la siguiente partida. ¿Te dejas caer junto a los demás y empezar a luchar por tu vida lo antes posible o te alejas hacia los extremos del mapa para ir a por más objetos, corriendo el riesgo de quedarte fuera del campo de fuerza? ¿Va contigo lo de ser un lobo solitario o forjarás alianzas temporales? Todo tiene sus pros y sus contras y, además, estos pueden variar de partida a partida.

Un buen sistema de combate

Aunque hasta que te acostumbras, el sistema para apuntar puede parecer algo difícil, una vez que lo logras descubres que funciona muy bien. Mientras que desde cerca premia mucho al que tiene mejor puntería, desde lejos hay que tener en cuenta cosas como la velocidad de movimiento, de manera que se hace más complejo (algo que tiene bastante sentido). Por otra parte, el sistema de combate cuerpo a cuerpo flojea un poco, pero seguramente lo irán mejorando para salida definitiva del juego.

Mejoras como jugador, no como personaje

Todo lo visto anteriormente contribuye a este último punto, que es quizás el más importante de todos y por lo que realmente engancha PUBG.

Cuanto más juegas, mejor conoces el mapa y mejor te desempeñas. De esta manera, en realidad eres tú y no el personaje quien está mejorando. Adquirir este conocimiento y desempeñarte mejor en el juego genera una satisfacción que te haga ir a por a más, fundamentalmente para demostrar a los demás y a ti mismo la maestría que has adquirido.

Aquí PUBG sigue la línea de grandes juegos exitosos donde lo que importa es lo que tú mejoras como jugador, cómo te vas volviendo más habilidoso cada vez que juegas, en lugar de depender de las mejoras a nivel de poder que va obteniendo tu personaje.