¿Por qué los astronautas usan impresoras 3D en el espacio?

Hasta ahora, todas las misiones espaciales tripuladas han sido a destinos cerca de nuestro planeta, lo cual ha moldeado los muchos detalles que hay que considerar en ellas. Sin embargo, al plantearse misiones con objetivos más distantes como Marte, esos detalles cambian y surgen otros aspectos a considerar, como la forma de solucionar problemas médicos que un astronauta tuviese que afrontar, como diversos tipos de lesiones.

Es en este terreno donde surge una herramienta que puede resultar determinante: la impresión en 3D. Gracias a ella, se hace posible que cierto tipo de emergencias de salud estén cubiertas sin que sea necesario incrementar la cantidad de equipo que los astronautas cargan en la nave.

En enero de este año, la doctora Julielynn Wong fue la primera persona en imprimir en 3D un suministro médico en el espacio. Concretamente, lo que hizo fue crear una férula personalizada para los dedos. Para ello, empleó un escáner láser de mano adaptado para su uso con guantes espaciales, software libre y una impresora 3D.

Anteriormente, Wong ya había hecho pruebas similares pero en la Tierra. En 2014, junto a su equipo imprimió 10 instrumentos quirúrgicos y luego hicieron un estudio para comprobar su rendimiento en relación a instrumentos fabricados de manera estándar, con acero. De esa forma, descubrieron que los impresos en 3D funcionaban igual de bien que los convencionales. Por lo tanto, prácticamente estaba segura de que la férula también funcionaría, pero había que probarlo en entorno real.

La razón para hacer la impresión de una férula fue que las lesiones en la mano son comunes en los astronautas: al encontrarse en gravedad cero, un astronauta usa sus manos y brazos como si se tratasen de piernas y pies, ya que se agarran y tiran para desplazarse de un lugar a otro en vez de caminar.

De esta forma, gracias a la impresión 3D, no es necesario cargar con más suministros que los necesarios para la misma. Contando con los planos digitales, se pueden imprimir los implementos necesarios para solventar muchos problemas médicos habituales en el espacio.

 

Una solución que también se aplica en la Tierra

Pero las impresoras 3D en medicina no solamente son útiles en el espacio. Wong es la fundadora de 3D4MD, una compañía que imprime suministros médicos en 3D dondequiera que se necesiten. Sus «Medical Makers», situados en todo el globo, diseñan herramientas médicas y dispositivos de asistencia que luego pueden hacerse realidad por medio de software libre e impresoras 3D.

La comunidad de 3D4MD ha diseñado prótesis complejas para pacientes con extremidades faltantes o amputadas y soluciones sencillas inspiradas en las necesidades de sus propios empleados con discapacidades. Según explicó Wong, «Tenemos cientos de personas en 10 países que subcontratan soluciones de bajo costo para salvar vidas, y ahorrar tiempo y dinero. Tenemos proyectos con organizaciones humanitarias como Médicos Sin Fronteras para entrenar a los trabajadores en cómo escanear e imprimir en 3D sobre el terreno».

Y es que es fácil imaginar una situación en que la impresión 3D sea útil: en un lugar alejado, una herramienta se rompe durante un proceso médico y no hay reemplazo. Si se cuenta con una impresora 3D, todo lo que hay que hacer es recurrir al plano correspondiente a la herramienta o solicitar que alguien lo elabore y que lo envíe por correo electrónico para, después, imprimirla.

A pesar de que la impresión 3D es una realidad que tenemos al alcance de la mano incluso en nuestro país, a veces no somos conscientes de lo relevante que es esta tecnología, cuya aplicación va más allá de la simple elaboración de elementos decorativos. Y aunque sea algo que todavía no está integrado del todo en nuestro día a día, lo que está claro es que se trata de una tecnología que va a moldear nuestro futuro no solo de manera metafórica, sino también de forma literal.