Fue en 2015 que desde la NASA anunciaron que se habían conseguido pruebas de que existía agua líquida en Marte en la actualidad. Este descubrimiento tenía unas enormes implicaciones de cara a la posible existencia de vida extraterrestre y a las hipotéticas misiones tripuladas que se esperan lleguen hasta allí algún día (el objetivo es ahora el año 2030).

Sin embargo, según un nuevo estudio publicado por Nature Geoscience ha cuestionado dicho descubrimiento ya que esas evidencias de agua no serían tales y fueron malinterpretadas. Esas evidencias son las que se conocen como líneas recurrentes en pendiente o RSL (Recurring Slope Lineae).

Estas líneas fueron descubiertas por los científicos en 2011 gracias a las imágenes tomadas por la sonda MRO (Mars Reconnaissance Orbiter) de la NASA. En ellas, se apreciaban que ciertos barrancos de la superficie del planeta rojo tenían una serie de características que indicaban formaciones que coincidían con las realizadas por el fluir de agua líquida. Sí, esas RSL o líneas recurrentes en pendiente.

Además, los investigadores notaron algo desconcertante al principio: estas líneas tienen cambios regulares estacionales. En el verano marciano, se oscurecen y alargan, pero en el invierno se desvanecen.

Tras unos años de hipótesis y elucubraciones, llegamos al anuncio de 2015, en el que se dijo que la causa de los cambios en las líneas era debido al fluir de agua líquida de manera subterránea, especulándose en posteriores informes que las RSL podría ser un buen lugar para la vida.

Hasta el momento, todas estas afirmaciones habían sido aceptadas como buenas. Pero ahora, han sido puestas en duda debido a un pequeño detalle que abre camino a otra explicación de las RSL, aunque al mismo tiempo se despiertan otros interrogantes.

Al parecer, la mayoría de las RSL solo se dan en pendientes cuya inclinación es superior a los 27º. El argumento (o contraargumento, según se vea) ahora es que si las RSL fuesen provocados por el agua, no solamente deberían aparecer en las pendientes más inclinadas, sino también en las que no son tan profundas.

El nuevo estudio afirma que las RSL no están formadas por agua, sino que se trata tan solo de arena y polvo que se desplaza. Sin embargo, deja una cuestión pendiente: por qué las RSL cambian de manera constante de acuerdo a las estaciones. Eso es algo que todavía queda por resolver.

¿Se trata de una prueba definitiva de que no hay agua en Marte? Por supuesto que no. Pero hace que la evidencia existente tampoco lo sea de que sí la hay. Sin embargo, algo deja claro: por el momento, sigue habiendo muchos misterios del planeta rojo que solo podremos resolver estando allí «en persona».