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Queda muy poco para la WWDC de 2018 y las expectativas de lo que se verá en el evento han empezado a dispararse. Ya sabemos que en el entorno móvil, no sabremos nada hasta después del verano, pero se espera que en la conferencia de desarrolladores se hagan anuncios interesantes pues, en base a las informaciones que circulan por ahí, Apple tiene cosas que anunciar.

Los de Cupertino van a lanzar 3 nuevos modelos de Mac este año, entre los cuales no sabemos si se puede contar el Mac Pro rediseñado que saldrá a la venta en 2019. Pero dentro de estos modelos, entra en lo posible que haya una nueva línea de iMac. Hay rumores al respecto y, tomando estos como base junto con las apreciaciones que han hecho en Digital Trends, aquí traemos algunas cosas que, si Apple nos las diera, nos haría muy felices.

Un nuevo diseño

Este año, la iMac celebra su 20º aniversario, y a estas fechas Apple suele prestarles atención. No hay nada garantizado acerca de ello, pero suena lógico que aprovechen este momento para hacer cambios estéticos en su equipo de escritorio por excelencia.

Entre las cosas que podrían hacer está ofrecer una nueva gama de colores o incluso llevar la Touch Bar a la gran pantalla del iMac. Pero el paso más atrevido que podrían hacer es reinterpretar el concepto que Microsoft presentó con su Surface Studio. OK, quizá no llegar a ofrecer algo que sea idéntico, pero si hay alguien capaz de mejorar lo que hicieron en Redmond esos son Apple, y su «pantalla de dibujo» fue un guante lanzado a la compañía de la manzana que ahora podrían atreverse a recoger.

Salto al 8K

Es verdad que pensar que una nueva iMac podría seguir los pasos de la Surface Studio suena bastante inverosímil, y también lo es considerar que Apple pretenda lanzar una versión de 8K este año, pero al menos ha habido algunos rumores respecto a esto último.

Ahora bien, aunque Apple no tiene problemas con que sus productos sean caros, dado que una pantalla 8K requeriría de mucho espacio, el precio podría llegar a dispararse y a lo mejor no están dispuestos a jugar esta carta. Por lo menos, por el momento.

Mayor presencia de coprocesadores propios

Apple ha estado haciendo una transición lenta hacia el suministro de sus propios chips para una serie de dispositivos. Un buen ejemplo son los coprocesadores T1 y T2 de las versiones más recientes del iPhone y el iPad, y el iMac Pro tenía también su propio coprocesador. Por lo tanto, no es descabellado asumir que, finalmente, todos los iMacs tendrán sus propios coprocesadores Apple para aumentar el rendimiento.

Es probable que los chips de Intel de los iMacs también reciban una actualización. Estaría muy bien si las nuevas versiones de la iMac tuvieran acceso a procesadores hexacore avanzados como la iMac Pro, porque más allá de las mejoras intrínsecas, sería una buena manera de crear más opciones de compra de la iMac para los usuarios que realmente gustan de personalizar sus máquinas.

Una iMac normal más Pro

Ya hemos visto que existe la posibilidad de que Apple lance lo que en la práctica sería un iPhone X más barato pero que incluiría algunas de las características más destacadas de su hermano mayor. Entonces, ¿por qué no aplicar la misma fórmula en la iMac?

Si pretenden conservar la línea iMac Pro, es lógico que esta cuente con algo que la diferencie de la otra gama. Pero traer de ella las funciones más universalmente útiles sería algo muy atractivo. Por ejemplo, la compatibilidad con tarjetas UHS-II SF y la avanzada tecnología de refrigeración de la gama Pro sería algo muy bienvenido.

Adiós a los HDD

Y terminamos con un punto que lo cierto es que entraría en el anterior, pero que también merece detenernos en él por separado: el paso de discos duros mecánicos a discos sólidos (SDD) en las iMac, siguiendo los pasos de los modelos Pro que ya utilizan una disposición de doble SSD para el almacenamiento.

Una actualización de este tipo aumentaría la velocidad y mejoraría la experiencia de uso de un solo golpe, pero aunque parezca un movimiento obvio, no se ve claro que Apple esté dispuesto a apostar por ello. Todo depende de qué tanto quiera la compañía impulsar su tecnología Fusion Drive o si está dispuesta a abandonarla para dar el salto completo a SSD. Por lo tanto, la posibilidad de que veamos iMacs SSD completos para todas las líneas en este año está ahí, pero no es algo que esté ni mucho menos garantizado.