Lo peor del CES 2017

Avestruz

El CES suele estar lleno de productos asombrosos, pero también de muchos productos chocantes. Algunos de ellos incluso nos pueden llevar a preguntarnos cómo puede ser que a alguien se le haya ocurrido algo así. Y es que no podemos negarlo: a veces llevamos la tecnología demasiado lejos. Y aunque es posible que sí exista un público para ese tipo de productos, la verdad es no despiertan mucha fe a priori.

En la cuenta de Twitter @internetofshit han hecho una recopilación bastante extensa de algunos de ellos. De entre todos, nosotros hemos hecho una selección de los que nos han parecido más llamativos… en el sentido que quieras darles, la verdad. Porque hay productos que, a primera vista, no es que despiertan mucha confianza y otros que merecerían el beneficio de la duda guardando algunas reservas.

Así que, aquí va lo que podríamos decir que ha sido lo peor del CES. Aunque quizá no sea tan peor, que algunas cosas por lo menos sirven para reírnos un poco.

Spartan underwear: calzoncillos antiradiacción. ¿Para cuando vayamos a una central nuclear? No, para proteger (y esto es textual) «las joyas de la corona de la radiación de los teléfonos celulares y del WiFi».

Porque no sé cómo hemos podido vivir hasta ahora sin una retransmisión en directo del interior de nuestra boca mientras nos lavamos los dientes. No, si útil debe ser para tener una buena higiene bucal, pero tienes que haber pasado por una situación muy grave para necesitar esta clase de monitoreo, ¿no?

¿Preocupado por los mosquitos? ¡Pon este robot en tu vida! Sí, un robot que, al parecer, mata mosquitos empleando un láser. ¡Por favor, cómo hemos podido vivir sin esto! Y es que seguro que nos puede proporcionar horas de diversión. Porque a ver, ¿quién no perdería una tarde viendo como ese Terminator mosquetil se dedica a acabar con los insectos a nuestro alrededor?

No tengo muy claro cuáles serás las funciones y capacidades de este robot, pero me gustaría saber quién fue el experto en naming que decidió bautizarlo como «Future Robot». Sobre todo para no contratarlo ni por equivocación, que el susodicho robot parece haber venido directamente de un platillo volante de los años 60.

Una caja de arena para gatos que se limpia sola. A ver, la idea en sí misma no es mala, y lo dice el dueño de uno de estos animales. Pero dado que la caja más barata cuesta $349 y la más cara $499, la verdad es que no sé yo qué tan a cuenta sale ese ahorro que dicen que causa en la compra de arena.

¡Esto sí que es un «todo en uno»! Una botella con parlante que permite cargar nuestro teléfono al tiempo que bebemos y escuchamos música.

En serio, ¿qué necesidad cubre esto?

¡Se acabó tener que limpiar la parrilla después de las parrilladas con amigos y familia! Este robotito se puede encargar de ello sin problemas con mucha inteligencia. Porque todo lo que aparece en el CES es inteligente. ¿Acaso no le nota su brillantez en la cara?

Y terminamos con un producto que parece salido de los anuncios de teletiendas de altas horas de la noche: Memory booster. Promete mejorar la memoria, aliviar la ansiedad y hasta asegura ser bueno para el alzheimer en etapas tempranas. No sé yo si será capaz de cumplir lo que asegura, pero así, de primerazo, como que no sería algo en lo que yo gastaría mi dinero.