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La proliferación y abundancia de trolls en redes sociales junto con la profusión de noticias falsas se ha convertido en un verdadero problema que está causando ya una preocupación general. El problema es difícil de abordar, y cada compañía y plataforma plantea diferentes estrategias para solucionarlo, aunque ninguna termina siendo del todo efectiva.

Pero ¿existe en realidad una solución definitiva? Es difícil decirlo. Quizá una aproximación sobre la problemática que pueda resultar más eficiente es la que realiza la aplicación Raftr y que explicó su CEO, Susan Decker, en Bloomberg Technology. Recordemos que Decker fue CEO de Yahoo del 2007 al 2008 y que también en Bloomberg dio su opinión acerca de la venta de la compañía en la que trabajó.

Para Decker, el problema de la aparición de trolls reside en en que las plataformas por las que se difunden las noticias no son las más apropiadas, sino que están dirigidas a otras áreas. Y pone como ejemplo Facebook, que considera como el mercado idóneo para el contenido personal, para las cosas que hacemos cada día con nuestra familia y amigos. Y aunque no lo mete en el saco de lo personal, también piensa que Twitter no es el sitio ideal donde tener una conversación adecuada, como se puede comprobar con tan solo entrar al servicio y mirar las tendencias.

Decker se refiere a las medidas que han tomado en Raftr para proteger a la gente como «salvaguardias». Por ejemplo, una de ellas es que es necesario registrarse empleando el número de teléfono, de manera que, como dice ella, los usuarios no puede crear un 30 cuentas con pseudónimo empleando 30 cuentas de Gmail diferentes, tal y como se puede hacer en otras redes.

En lo referente a las noticias falsas, la solución por la que apuesta Raftr es la de contar con personas que realizan curaduría de contenido escribiendo para ellos cada semana y enlazando el mejor contenido, monitorizando también que tipos de contenido están vinculados a los episodios que producen.

Además, Raftr lo que hace es construir a partir del concepto de seguir historias, no personas, algo que Decker considera como la diferencia clave que tiene la aplicación respecto a las otras redes sociales. En estas, la información es obtenida a partir de nuestros amigos y a medida que sus círculos se van ampliando hay momentos en los que los intereses dejan de coincidir dentro de nuestro grafo social. Esto en Raftr no sucede porque está pensado para que solo se sigan las historias que les importan a los usuarios.

Al ser preguntada acerca de si mezclan la automatización con la selección humana o si apuestan tan solo por esta última, Decker declara que es la mezcla aquello a lo que ellos recurren. Están atentos a las redes en busca de los temas acerca de los que los usuarios quieren hablar y la opinión humana es parte de la forma en que seleccionan sus historias.

La pregunta cae por sí sola: ¿es correcta la aproximación de Raftr? ¿Separar lo personal de la actualidad contribuye a reducir las intervenciones agresivas de los usuarios? Podría ser así. Solamente lo sabremos una vez que haya una evolución de la aplicación que ofrezca resultados medibles. Sin embargo, a pesar de ello, siempre quedará la duda de cómo se puede aplicar a otras plataformas este sistema sin desvirtuarlas.