Uno de los términos que está resonando con mucha fuerza en los últimos años es del de inteligencia artificial (IA). Todavía queda mucho camino por delante para llegar a aproximaciones que el imaginario de la ciencia ficción nos ha planteado en libros y películas, pero es algo que está en el horizonte de la humanidad y hacia el que se dirigen las grandes compañías tecnológicas.

Ese largo camino ya se está recorriendo y empezamos a ver los primeros resultados en forma de asistentes personales, como Siri o Google Now, y se están viendo avances significativos en vehículos sin conductor o en drones autónomos. De ahí que sea natural que se empiece a generar cierta inquietud hacia lo que nos puede deparar el futuro, sobre todo cuando eminencias como Stephen Hawking señalan que podría haber razones para ello.

Teniendo esto en mente, en Business Insider han revisado las declaraciones que han hecho al respecto las cabezas visibles de las empresas tecnológicas más importantes de la actualidad en diferentes foros para tratar de dilucidar cuál es la opinión de aquellos que están directamente involucrados en moldear el futuro a partir del presente que tenemos entre manos. A continuación, veamos que ha sido lo que han encontrado.

Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Alphabet y anterior CEO de Google

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Schmidt y Alphabet, la ahora compañía madre de Google, han tratado de marcar distancias con las aproximaciones catastrofistas al fenómeno de la IA. De hecho, en un artículo publicado en Fortune junto con Sebastian Thrun (fundador de Google X y presidente de Kitty Hawk), fue bastante explícito ya desde el título: «Dejemos de asustar con la inteligencia artificial».

La visión que ellos tienen es mucho más optimista y en el artículo mencionado pintan el panorama mucho más de color de rosa que el resto de directivos de esta lista. Sin embargo, las investigaciones de Google en el campo de la IA resultan preocupantes para algunos debido a la enorme cantidad de datos que manejan acerca de sus usuarios.

Elon Musk, CEO de Tesla y Space X

De todos los actores destacados en el mundo tecnológico, quizá sea Musk el que haya tomado un papel más activo de cara a evitar una deriva de aspecto negativo en lo tocante a la inteligencia artificial al haber ayudado a comenzar a una compañía sin ánimo de lucro y de código abierto llamada Open AI cuyo propósito es desarrollar tecnología de IA «benevolente».

Y es que Musk no ha dudado varias veces en mostrar una línea de pensamiento orientada más hacia lo negativo: incluso llegó a decir que la IA es «potencialmente más peligrosa que las bombas atómicas».

Sin embargo, quedarse ahí respecto a sus opiniones sería injusto, pues lo que hace Musk en realidad no es ser alarmista, como puede parecer, sino manifestar su preocupación con el objetivo de crear conciencia acerca de hipotéticas situaciones que ya no serían competencia exclusiva de la ficción.

Dentro de este campo, también ha aprovechado para lanzar alguna pulla a compañías rivales, como ocurrió en la Code Conference 2016. Durante una entrevista, dijo que solo le preocupaba la IA de una compañía, haciendo alusión a Google pero no diciéndolo de forma explícita.

Satya Nadella, CEO de Microsoft

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En un artículo publicado en Slate, Nadella apunta la aproximación que tienen en Microsoft acerca del tema. Ellos pretenden construir una IA pensada para «aumentar las habilidades y experiencias humanas». Según él, esta tecnología debe ir acompañada de elementos protectores de la privacidad, la transparencia y la seguridad, diseñando los dispositivos para detectar nuevas amenazas y diseñar protecciones adecuadas a medida que evolucionan, además de construirlos de manera inclusiva y respetuosa hacia todo el mundo.

La visión de Nadella, por tanto, parece situarse en un punto medio, algo oportuno en un tema tan complejo como este, situando la responsabilidad de la deriva de la IA no tanto en la evolución que pueda tener un supuesto producto final como en las directrices que rijan a aquellos que la construyan, como se puede leer en una de las frases de su artículo:

Yo diría que tal vez el debate más productivo que podemos tener no es uno del bien contra el mal: El debate debe ser sobre los valores inculcados en las personas e instituciones que crean esta tecnología.

Mark Zuckerberg, CEO de Facebook

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Zuckerberg no ha expresado su opinión al respecto con tanto detalle como los cabezas de otras compañías que hemos visto antes. Pero desde luego, está interesado en la IA, pues sus intenciones son crear un asistente inteligente de automatización en el hogar. Algo así como el Jarvis de las películas de Iron Man (Jarvis, no la Visión en que luego se convierte en la segunda de The Avengers). Y lo dijo en una actualización de Facebook, con esas mismas palabras. Además, también añadió algo más de información de sus planes:

Voy a empezar por explorar la tecnología que hay ahí fuera. A continuación, empezaré por enseñarla a entender mi voz para controlar todo lo que hay en nuestra casa: música, luces, temperatura y así sucesivamente. Le enseñaré a dejar pasar a mis amigos examinando sus caras cuando toquen el timbre. Le enseñaré a hacerme saber si está ocurriendo algo en la habitación de Max que yo necesite comprobar cuando no estoy con ella. En el aspecto laboral, me ayudará a visualizar datos en realidad virtual para ayudarme a construir mejores servicios y liderar mis organizaciones con más efectividad.

En consonancia con la tendencia actual, Zuckerberg ya ha comenzado a introducir la IA en nuestras vidas por medio de los bots de Facebook messenger, que permiten interactuar con un asistente inteligente para recibir noticias o hacer pedidos.

Jeff Bezos, CEO de Amazon

El punto de vista de Bezos podría clasificarse de pragmático con cierto punto optimista, pues al fin y al cabo busca la manera de rentabilizar los avances tecnológicos en el campo de la IA con sus productos, con es el caso de Amazon Echo.

En una entrevista realizada en la Code Conference 2016, al ser preguntado acerca de la inteligencia artificial, Bezos no fue muy detallado y se diría que es un tema que no le preocupe mucho más allá de su aplicación en los negocios. O si lo hace, se reservó para sí mismo su opinión. Lo que sí tiene claro es la dificultad que supone intentar saber cuál será el impacto que tendrá esta tecnología en la sociedad dentro de 20 años.

Más significativa fue la afirmación que hizo acerca de que las nuevas interfaces, como hablarle a un asistente de IA, no reemplazará a las pantallas de los teléfonos o de las computadoras al menos dentro de poco. «Mientras la gente tenga ojos, querrán pantallas», añadió. Unas palabras cuanto menos llamativas viniendo de alguien que está apostando por un dispositivo que tan solo interactúa por voz. Tal vez precisamente sea por eso por lo que hay que prestar atención a lo que dice: porque sabe de qué habla.

Imágenes: Alessio Jacona (Mark Zuckerberg) | @Kmeron (Eric Schmidt) | Microsoft Sweden (Satya Nadella)