Recientemente, Dropbox, la conocida empresa de almacenamiento en la nube, salió a bolsa y ya se ha convertido en una compañía valorada en 12 mil millones de dólares. Un logro bastante relevante teniendo en cuenta la enorme y feroz competencia que hay en un sector que incluye a jugadores tan potentes como Google, Microsoft o incluso Amazon.
Aunque no fue ni mucho menos el primer servicio de almacenamiento en la nube, si fue uno de los primeros que se popularizado entre el gran público, generando una tracción que llevó a que grandes empresas se percatasen del mercado potencial que tenían ante sus narices. Muchos usuarios de hace años recordarán las estrategias de promoción que empleaba Dropbox que seguro sirvieron para incrementar en varios megas e incluso gigas la capacidad de su cuenta.
Así ha sido el recorrido de Dropbox
Dropbox nació allá por 2007 de la mano de un graduado del MIT llamado Drew Houston. Él fue el único fundador debido a que la persona que había aceptado trabajar con él tuvo que retirarse del proyecto.
Houston había estado programando desde la tierna edad de 5 años y el concepto de Dropbox provino de haberse olvidado repetidamente sus memorias USB en diferentes sitios mientras estudiaba en el MIT. Como en muchos otros casos, su solución buscaba solventar un problema propio, pero no tardó en darse cuenta de que podía serle útil también a muchas otras personas.
En 2007, Houston aplicó al prestigioso programa Y Combinator para obtener su primera financiación. Y Combinator es uno de los principales programas de incubadoras de empresas en fase inicial de Silicon Valley, y ofrece a las startups sus primeros fondos de inversión y acceso a mentores y expertos. Por cierto, que recientemente se han publicado las respuestas que dio Houston al formulario de aplicación, y vale la pena echarlas un vistazo.
Gracias a este programa, Dropbox fue lanzada oficialmente en 2008 en la conocida conferencia anual de tecnología TechCrunch Disrupt. Desde entonces, la empresa fue creciendo en número de usuarios, aunque le costó 2 años llegar a su primer millón. Sin embargo, desde ese momento, abril de 2010, el crecimiento se disparó, llegando a 2 millones de usuarios en septiembre y 3 millones en noviembre. Aproximadamente un año después, en octubre de 2011, sobrepasaron los 50 millones de usuarios.
Este crecimiento casi exponencial, que además siguió durante varios años, le permitió a la compañía seguir obteniendo varias rondas de inversión y llamando la atención de inversores conocidos por temas ajenos a la tecnología. Por ejemplo, en 2012 se anunció que Bono y The Edge, cantante y guitarrista respectivamente del grupo U2, eran dos de ellos.
Para seguir creciendo, Dropbox fue aumentando funcionalidades y para ello, nada mejor que irse de compras. Por ejemplo, a finales de 2012 adquirieron Audiogalaxy, una startup que permitía a los usuarios subir sus archivos de música y listas de reproducción y luego reproducir todo desde cualquier dispositivo, y Snapjoy, que permitía unificar en un solo sitio fotos subidas a servicios como Flickr o Instagram y verlas desde una aplicación móvil.
En 2015, adquirieron CloudOn, una empresa que proporcionaba aplicaciones móviles para creación y edición de documentos. Todo ello precisamente para incorporar estas funcionalidades en el servicio, entrando a competir así también con Google Docs, que ya había evolucionado a integrarse con Drive, la opción de almacenamiento en la nube de Google.
A pesar de encontrarse en las aguas procelosas de la nube y con un crecimiento más bien estancado desde hace un par de años, quedándose en torno a los 500 millones de usuarios, Dropbox recibió una buena acogida en bolsa y su valoración ha superado, como hemos dicho, los 10 mil millones de dólares. Tomando en consideración la competencia que enfrenta, se trata de un verdadero éxito cuya clave está en haber sabido sobrevivir en este entorno tan agresivo (Dropbox es de las empresas de almacenamiento en la nube cuyo espacio gratuito es menor que lo que ofrecen muchas otras) manteniendo además una base de usuarios bastante fiel.
Estamos seguros de que, después de esta exitosa salida a bolsa, Drew Houston ha vuelto la vista atrás más de una vez acordándose de aquella ocasión en que rechazó la oferta de compra de Steve Jobs, y se ha dicho así mismo que, por mucho que le doliese a Steve en el momento, era él quien tenía la razón.
