Mano en vidrio

Ascendió hasta casi lo más alto de la App Store de Apple, llegando hasta el segundo puesto en la categoría de aplicaciones gratuitas y pasando por encima de aplicaciones tan populares como Instagram o Snapchat. Y aunque ha descendido, sigue estando entre las 20 primeras, por delante de Whatsapp, Gmail o Twitter. ¿Qué es? ¿Una nueva red social? ¿Una nueva aplicación de filtros para fotos? No: una aplicación para leer historias cortas llamada Hooked.

A Hooked le ha tomado un cierto tiempo llegar tan arriba. Fue lanzada en 2015 pero no ha sido hasta hace poco que empezó a crecer. Según los datos que ofrece Sensor Tower, las descargas totales de Hooked crecieron desde las 336.400 que tenía en octubre del año pasado hasta los 2,22 millones en marzo de este año, lo cual significa un crecimiento del 560% en cinco meses.

El secreto de su éxito quizá lo podemos encontrar en su formato y en los tiempos que corren. Hoy en día, quien más y quien menos usa una aplicación de chat, e incluso hay gente que solo se comunica de esa manera. De ahí que el formato de las historias de Hooked enganche tanto, ya que apela a ese público pues la narración se hace por medio de un diálogo entre dos personajes por un sistema de mensajes.

Hooked funciona así: apenas la instalamos y la abrimos, se nos muestra la primera historia. Y esta comienza con el mensaje de un personaje. Para poder leer la respuesta de aquel con quien está conversando, debemos tocar la pantalla. Y así, tocando una y otra vez, vamos avanzando por una historia acerca de la cual solo conocemos lo que van diciendo los involucrados.

Hay que decir que no se nos dan más explicaciones acerca de los personajes más allá de sus nombres y de lo que vayan diciendo. No hay transfondo y no hay ambientación, excepto la que genera la misma conversación. En el caso de la primera historia, esta está protagonizada por Tiffany y su madre.

Debido a que el formato chat es muy limitado para cuando se quieren narrar ciertas cosas, de vez en cuando aparece una especie de anotación, al estilo de los textos de apoyo que se usan en el cómic para indicar que ha pasado un tiempo. Solo es una anotación encima de un mensaje, algo tipo «Cinco minutos después».

Esta primera historia está contada en clave de suspense y resulta, haciendo honor al nombre de la aplicación, muy «enganchante». Pero hay un límite de lectura: al llegar a los 30 mensajes (que en la aplicación se llaman «hoots»), se detiene, teniendo que esperar 45 minutos como mínimo para seguir leyendo. Eso, o pagar.

Hooked no es de un solo pago, sino que tiene un modelo de suscripción: 2,99 a la semana, 7,99 al mes o 39,99 al año. Con cualquiera de estos importes, se puede leer un número ilimitado de historias. Y no solo eso, sino que se puede elegir que historia leer, algo que de otra manera nos limita a la historia que nos ofrezca la aplicación, y puedes publicar tu propia historia.

En el caso de que no paguemos, Hooked nos enviará una notificación cuando se haya cumplido el tiempo establecido por la versión gratuita para poder retomar la lectura. Si no abrimos la aplicación en ese momento, se nos enviarán trozos de la conversación, lo cual si nos pilla despistados nos puede desconcertar un tanto (sobre todo si tenemos contactos con los que hablamos en inglés). Al terminar una historia, como suele ser el caso en casi todo hoy en día, es posible marcarla con un «Like», compartirla o dejar un comentario.

Como se puede ver, se trata de un formato interesante, que parece que ha enganchado con mucha gente. Las historias, por lo visto, no es que sean gran cosa, pero dicen que son muy entretenidas y hasta dramáticas. No es que se trate de literatura de gran calidad pero si algo que puede servir para pasar un buen rato.

Lo más interesante sin duda es el formato que plantea, ese estilo conversacional por el que hay que avanzar paso a paso, replicando la experiencia que tenemos en un sistema de mensajería del tipo WhatsApp. Su éxito demuestra que, al menos ahora sí, se trata de un formato que tiene una cierta aceptación.

Ahora bien, no es nada nuevo. Ya en Japón, tuvieron éxito novelas en formato SMS: te iban llegando fragmentos de la misma al teléfono. Pero la propuesta de Hooked es interesante. El modelo de negocio hace que tenga un planteamiento un poco restrictivo, pero si aparecen más plataformas similares que intenten explotar el formato de otra manera y bajo otro modelo, podríamos encontrarnos a las puertas de la expansión de un nuevo tipo de narrativa.