Si todos los planes se cumplen, 2017 va ser un año muy interesante en el mundo del transporte. Por un lado, recordemos que la compañía AeroMobil tiene previsto anunciar entonces el primer automóvil volador que saldrá al mercado (aunque no está claro que el anuncio implique disponibilidad inmediata). Y por otro, será entonces también cuando veremos volar por primera vez a «Baby Boom», un avión supersónico que promete superar en velocidad al mítico Concorde.

«Baby Boom» es el apodo que le han dado al XB-1 Supersonic Demonstrator, el prototipo que fue presentado nada más y nada menos que por Richard Branson, el multimillonario inglés fundador de Virgin, que es también inversor de Boom, la startup aeronáutica desarrolladora del avión, y a quienes no solamente apoya con dinero sino también con medios, pues les ha permitido acceder a los laboratorios de Virgin Galactic. Este apoyo supongo que le ha servido también para que Virgin cuenta con preferencia para adquirir los primeros 10 modelos que se produzcan.

De salir adelante, y estando detrás un tipo como Branson es muy probable que esto ocurra, significará que los cielos de nuestro planeta volverán a ser cruzados por un avión supersónico comercial por primera vez desde 2003, año en el que se retiró el Concorde debido a su poca rentabilidad y a la influencia del grave accidente sufrido el 25 de julio de 2000.

El «Baby Boom» tendrá una velocidad de crucero de MACH 2.2, lo cual es un 10% superior a la velocidad del Concorde, que alcanzaba el MACH 2, y 2,6 veces superior a las velocidades que alcanzan otras aerolíneas. Para hacernos una idea, podríamos viajar desde Guayaquil hasta Miami en tan solo 1 hora y 45 minutos.

Estos aviones tendrán una capacidad de hasta 40 pasajeros y en principio el precio de un vuelo entre Londres y New York se ha fijado en 3.100 dólares. Barato no es, desde luego, pero sí es más económico que el Concorde, cuyos vuelos estaban alrededor de los 8.000 dólares al cambio actual. Es de suponer que para cuando se empiecen a realizar los primeros trayectos comerciales, el precio se mantendrá por razones de marketing. Pero es un poco aventurado haberlo establecido ya, pues estos no comenzarán a realizarse hasta 2023. Lo único que veremos volar el año que viene será al primer «Baby Boom» funcional.

Virgin y Boom no son los únicos que están jugando en este mercado. Boeing y Lockheed Martin también están desarrollando sus propios proyectos. Ahora bien, la confianza de adelantarse a ellos proviene de que están empleando tecnología que ya ha sido aprobada por los reguladores, lo cual les da ya una ventaja apreciable.

En la presentación del «Baby Boom», el CEO y fundador de Boom declaró que «60 años después del inicio de la era del jet, todavía volamos a velocidades de los años 60. Los diseñadores del Concorde no tenían la tecnología para volar a precios accesibles, pero ahora sí la tenemos». Añadió también que la compañía espera con ansias el primer vuelo a finales del próximo año.

Las pruebas subsónicas del «Baby Boom» se realizarán al oeste de Denver, mientras que los vuelos supersónicos se realizarán al sur de California, cerca de base de la fuerza aérea Edwards.